Enero 2023
enero 2023 | #01
Patricio Trebilcock
Director
científicas, agronómicas y empresariales en el uso de biológicos en América Latina. Este proyecto nació como newsletter y una simple página web hace casi un año. Ahora inicia 2023 como una revista digital interactiva, y que cada tres meses presentará las nuevas tendencias que se ven en los mercados y en los laboratorios del mundo y que son de relevancia para los campos latinoamericanos.
Esto, en un contexto de muchas otras iniciativas que estamos llevando a cabo en el área. El 23 de enero comienza nuestro curso sobre bioestimulantes y biocontrol que tendrá 10 sesiones: cada una de ellas contará con expertos globales en algunos aspectos claves de estos bioinsumos. El primero será sobre los avances en el uso de bioestimulantes para enfrentar el estrés abiótico y será abierto para todo público. Este curso forma parte de la preparación de nuestro gran congreso anual sobre Bioestimulantes y Biocontrol Latam que este año realizaremos el 5 y 6 de julio en Cancún. Una instancia que se ha transformado en un punto de encuentro de investigadores, productores
y emprendedores que buscan dar forma a la fuerte expansión que está teniendo esta nueva industria en la región.
Tome asiento, revise con calma esta publicación que tiene en su pantalla y acompañe las dinámicas de este nuevo campo del conocimiento que, pese a estar en sus inicios, revoluciona la forma en que producimos nuestros alimentos.
Las estimaciones varían según la fuente, pero 2022 podría haber cerrado con una cifra entre US$ 2.000 y US$ 4.000 millones en ventas de productos biológicos para los campos de América Latina. Donde sí hay consenso es que esta región es donde más crece su uso en todo el mundo.
Los cultivos de soya en Brasil y Argentina, los huertos de cereza y avellanos en Chile, las producciones de arándanos en Perú, el aguacate colombiano y los berries y tomates mexicanos son la punta de lanza de una tendencia que está cambiando todo el manejo agronómico de toda la región. Ante los desafíos del cambio climático y consumidores globales cada vez más preocupados de la traza química en su alimentación, los productores enfocados en la exportación buscan conocer y sumar opciones de origen natural a los procesos de nutrición, bioestimulación y protección de los cultivos.
Se trata de una revolución agronómica que llevó a Redagrícola a crear BiologicalsLatam como iniciativa independiente para dar a conocer de mejor forma las innovaciones
y uveros peruanos, aguacateros en Colombia, así como en productores de cereza y de avellanos europeos en Chile: una buena parte de los agricultores que buscan llevar sus frutos a los mercados internacionales suman formulaciones biológicas, como las basadas en bacterias, hongos y otros microorganismos, para resolver los problemas que enfrentan en sus cultivos.
Una tendencia creciente en la región cuyos números brillan a nivel global. Según la firma de investigación de mercados DunhamTrimmer, especializada en estos segmentos, América Latina cuadruplicará su consumo de bioinsumos durante esta década. Sólo considerando los productos biológicos que se usan para proteger a los cultivos de plagas, enfermedades y hierbas, el gasto regional alcanzó los US$813 millones en 2020. La cifra subirá a US$1.680 en 2025 para cerrar en US$3.435 millones en 2029. Con ello, América Latina liderará el crecimiento global y pasaría a ser el segundo mayor mercado global de bioinsumos. Dadas sus proyecciones, la región debió haber cerrado 2022 con una facturación sobre los US$1.100 millones en bioprotección.
Los factores del impulso
Si bien los bioinsumos agrícolas se utilizan crecientemente para la fertilización, estimulación y promoción de resistencias de las plantas, las estimaciones de mercado usualmente se enfocan en el segmento de la bioprotección o biocontrol. “El mundo de los plaguicidas e insecticidas están más regulados y, por tanto, hay un conocimiento mejor de los registros, importación y uso de ellos”, dice Magdalena Garcés, subgerente de marketing estratégico,
nuevos negocios e innovación en la firma chilena Anasac y que tiene presencia en la mayor parte de América Latina. “En el mundo de los bioestimulantes, en cambio hay mucha producción local, muy atomizada, por lo que es muy difícil conocer su dimensión real”.
Donde sí hay certeza es en los factores que impulsan el uso de biológicos en los campos latinoamericanos: el mayor interés de los supermercados internacionales en la sostenibilidad de los procesos agrícolas de los productos en sus vitrinas y las cada vez más fuertes restricciones regulatorias en mercados como el europeo en el uso de químicos. Estos factores, han hecho que sea justamente la agricultura de exportación la que tome la delantera en los mercados de la región.
Así lo explica la colombiana Juliana Sarmiento. Desde su rol como gerente general de la firma Biocultivos y de co-diretora ejecutiva de la Agremiación Colombiana de Bioinsumos para la Transformación del Agro (Asobiocol) reconoce que es el sector exportador el que tiene los verdaderos incentivos para buscar las opciones biológicas en sus campos. “Generalmente en el agro se ha estado acostumbrado al uso de insumos químicos y esto es una transición que a veces cuesta trabajo”, dice. “No obstante, el crecimiento del sector exportador en productos relacionados con la alimentación sana, como la fruta, se han visto obligados a tener procesos productivos mucho más limpios y, por ende, se han volcado al uso de biológicos”.
Colombia alcanzó en 2021 una exportación de productos agrícolas de US$9.418 millones, con
un relevante crecimiento de 19,9%. Se trata de un dinamismo que debiera mantenerse en 2022 gracias a la importante expansión de frutas como la palta.
US$1.100
millones
Es el tamaño del mercado de biocontrol de América Latina en 2022.
US$170.000
millones
Son las exportaciones de productos agrícolas
de América Latina en 2021, con un crecimiento promedio de 24%.
El dinamismo exportador es también lo que da energía a este mercado en Perú, el cual tuvo exportaciones de US$9.172 millones en productos agrícolas en 2021, con un alza de 18%. “Esta tendencia por los biológicos viene de hace unos años atrás y surge por los requerimientos de las grandes cadenas de abastecimiento de alimentos en el mundo”, dice Hugo Jara, gerente comercial de la distribuidora Point Andina. “Estos exigen alimentos con menos residuos de plaguicidas, más inocuos, más sanos, más limpios”.
La doble realidad mexicana, un mercado de US$400 millones
La tendencia se replica en México donde convive una gran agricultura extensiva de cereales como maíz, trigo, caña de azúcar y algodón que se enfocan en el mercado local, y un dinámico sector exportador de productos de mayor valor como paltas, tomates y berries. Frutas y
hortalizas explican la mayor parte de los casi US$24.000 millones en productos agrícolas exportados por México en 2021, según cifras de FreshFruit Perú, con un alza de 10%. Son también las que explican la mayor parte del gasto de US$200 millones que DunhamTrimmer atribuye a productos biocontroladores en México en el año 2020 y que debieran cerrar la década en torno a los US$500 millones.
“Siempre va a haber por ahí algún productor de maíz, o va a haber algún productor de trigo con ideas de sustentabilidad aplicando productos de bajo impacto ambiental”, dice Óscar Cruz, director de desarrollo de mercado de la firma de bioinsumos Innovak Global. “Pero la realidad es que el 95% del mercado en ese tipo de cultivos no tiene ese objetivo y sistema de producción”.
Cruz explica que el desarrollo de los bioinsumos en México está vinculado principalmente a cultivos tecnificados de alto valor cuyo foco está en la exportación, partiendo por la palta, que sumó exportaciones de US$3.000 millones en 2021, los berries con otros US$3.000 millones y el tomate, con casi US$2.000 millones. “Estos son productos que van a mercados donde hay disposición a pagar por mayor calidad de procesos, y que permite una mayor inversión por kilo de producción”, dice Cruz. “Si bien tienen una participación menor en el área cultivada del país, el 95% de los productos biológicos en México se consumen en cultivos intensivos como frutales que apuntan al mercado internacional”.
En los últimos cinco años, dice Cruz, el mercado de los bionsumos en México se ha triplicado. Según sus propias estimaciones “puede ya estar
sumando unos US$ 400 millones y mantiene tasas de 15%-20%”, dice Cruz. “Los biológicos están tomando rápidamente el mercado de las moléculas usadas en los agroquímicos tradicionales, las que se están dejando de usar por temas regulatorios o por demanda de los mercados”.
Ejemplo, dice, algunos insecticidas pertenecientes a familias como organofosforados y carbamatos están siendo totalmente restringidos en su uso por su alta toxicidad e impacto en la salud humana. “En el mismo caso se encuentran también algunos herbicidas y fungicidas, y así podemos ir identificando cada año más restricciones en su uso y cada vez más regulaciones internacionales, como las certificadoras de producción para comercializar en los mercados que apuntamos”, dice.
Para Ignacio Simón, presidente de la Asociación Mexicana de Productores de Bioinsumos (AMPBIO), la tendencia de reemplazar a químicos con productos biológicos, así como la mayor importancia de la sustentabilidad en los campos, recibió el impulso reciente de los altos precios de los fertilizantes por los problemas del covid y la guerra entre Rusia y Ucrania. “Fue un tema
Productos en base a extractos botánicos son usados en varios cultivos.
Agroexportaciones de los principales productores de América Latina en 2021.
Fuente: Bancos centrales, minsiterios de agriculturas, agencias promotoras de exportaciones, asociaciones de empresa y firmas de datos, según el país.
Nota: Se exlcuyen carnes, vinos, cervezas, tequila, aceites, celulosa y otros productos industrializados a partir de insumos agrícolas.
País |
En millones de US$ |
Var. % |
Brasil |
84.420 |
38,3% |
México |
23.929 |
10,0% |
Argentina |
14.367 |
27,0% |
Colombia |
9.418 |
19,9% |
Chile |
9.241 |
5,3% |
Perú |
9.172 |
18,0% |
Ecuador |
5.171 |
-1,4% |
Guatemala |
4.163 |
-3,2% |
Paraguay |
3.929 |
31,0% |
Costa Rica |
2.679 |
4,6% |
Uruguay |
2.415 |
21,0% |
US$400
millones
Es la estimación del valor anual del mercado mexicano de biorracionales que realiza Innovak Global.
que nos favoreció como productores y que llevó también a que más gente que estaba haciendo cultivos en forma química ahora está queriendo incursionar en los procesos biológicos”, dice Simón. Esto estaría ayudando a aumentar presencia en cultivos extensivos como lo ha sido el esquivo maíz y su enorme potencial: siendo el país donde se originó el maíz, México dedica 7 millones de sus 22 millones de hectáreas agrícolas a este cereal.
El dominio brasileño, mercado que llegaría a US$1.800 millones en 2029
La historia de los bioinsumos en Brasil contrasta con la mexicana y la del resto de América Latina por la importancia que tuvieron los cultivos extensivos. El mayor país de la región y una de las mayores potencias agrícolas a nivel mundial, “es el país donde más se utiliza control biológico en el mundo”, dice Wagner Bettiol, especialista en patología vegetal y destacado investigador de la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa). Según Bettiol, la estimación dice que en 2021 el control biológico superó los 50 millones de hectáreas, y espera un crecimiento de 10%-20% para el año 2022, con lo que podría llegar a 60 millones.
Esta escala planetaria solo ha sido posible porque los productores de soya y de otros cultivos extensivos, altamente globalizados y tecnificados, incorporaron velozmente biocontroladores a sus campos. “A diferencia del resto del mundo, en Brasil crece el uso de productos biológicos, gracias a los cultivos extensivos, como soya, maíz, etcétera”, dice Garcés, de Anasac. “Esto es interesante porque en general este es uno de los grandes desafíos
futuros del mundo biológico: hoy, la mitad de este mercado mundial se enfoca en frutas frescas y en hortalizas, pese a que tienen una superficie mucho menor que los extensivos”.
Según Bettiol, de Embrapa, un buen indicador del veloz crecimiento es la cantidad de hectáreas que usan Trichoderma como control biológico: mientras que en 2008 eran 600.000 hectáreas, en 2021 superaron las 20 millones. “En 2019 había
Las etapas del milagro brasileño
La veloz historia de los biológicos de Brasil se divide en cuatro etapas, según el experto Wagner Bettiol, de Embrapa. La primera fase es lo que sucedía antes de 2005, cuando toda la producción de control biológico en Brasil era casera, formulados por los mismos agricultores. Los más usados eran Metarhizium (anisopliae), Beauveria (bassiana), Trichoderma, Cotesia y otros organismos, siempre producidos por el propio agricultor. La segunda fase se dio entre 2005, año cuando se registró el primer producto biológico, y tras lo cual se inició un fuerte crecimiento de productos registrados, con nuevas empresas especializadas impulsando el negocio. Si bien la naciente industria estuvo muy enfocada en de Trichoderma, Metarhizium,
Beauveria, Cotesia, en 2012 ocurrió una explosión de Helicoverpa armigera, un gusano que generó muchos problemas en los cultivos de Brasil. “No teníamos una opción química para hacer control de este gusano, por lo que ahí empezó el desarrollo del Bacillus thuringiensis”. La tercera fase es la que va desde 2014 hasta hoy, y que es la consolidación del control biológico, con un crecimiento muy fuerte en el número de empresas y con las grandes empresas de pesticidas químicos que empezaron a entrar fuertemente al mercado de productos biológicos. “Con ello, creció con mucha fuerza el número de productos biológicos registrados en Brasil; hoy hay 433 productos
registrados en el ministerio de agricultura”, dice Bettiol. La cuarta etapa, dice el brasileño, empezó en 2022, con el aumento de empresas y la incorporación de nuevos principios activos. “Hoy por ejemplo no hay en Brasil ni el mundo bioherbicidas”, dice. “Este es un segmento que podría ser muy importante porque las áreas de producción de soya, maíz, trigo, frijol, algodón, las grandes producciones de Brasil necesitan herbicidas para llevar a cabo la cosecha”.
Brasil es el país donde más se utiliza control biológico en el mundo; en 2021 superó las 50 millones de hectáreas, y con un crecimiento de 10%-20%, podría llegar el año 2022 a 60 millones de hectáreas.
Wagner Bettiol, Embrapa.
El uso de Trichoderma se ha extendido con fuerza en la última década en cultivos extensivos en Brasil.
mercado global. “Pero su tasa de crecimiento es muy alta, que debiera superar el 25% en los años que vienen”, dice Garcés.
Las cifras coinciden con las DunhamTrimmer: la estadounidense estimó un monto cercano a los US$300 millones para el mercado de biocontroladores en 2020, el cual superaría los US$1.800 millones en 2029, con un crecimiento promedio anual de 23%.
Chile llegará a US$200 millones
en siete años
Fue una persistente enfermedad en un huerto lo que convenció al chileno Carlos Hernández
Gráfico 1. Evolución del número de productos de control biológico registrados en Brasil.
Gráfico 2. Evolución de la superficie (en millones de hectáreas) bajo control con Trichoderma y productos registrados con este agente activo.
Gráfico 3. Productos registrados a base de Trichoderma.
*Años sin datos. Valores fueron proyectados por Redagrícola en base a los datos de los años previos y posteriores.
** Datos hasta mayo.
Fuente: Wagner Bettiol, con datos del Ministerio de Agricultura.
*Años sin datos. Valores fueron proyectados por Redagrícola en base a los datos de los años previos y posteriores.
21 productos registrados con Trichoderma; en abril de 2022 había 41”, dice Bettiol.
Si bien, los primeros productos de biocontrol registrados para ser comercializados en Brasil solo datan de 2005, los agricultores de ese país tienen una larga tradición de encontrar soluciones biológicas a las enfermedades y plagas que enfrentan sus campos. Se trata de una tendencia que tomó especial fuerza en los años 40 del siglo XX, cuando el virus de la tristeza (Closterovirus), atacó a los cítricos brasileños, prácticamente acabando con esta industria. La recuperación se dio gracias a una combinación de patrones tolerantes y premunición con cepas débiles del mismo virus. Desde 1968, las plantas
cultivos, fue la enfermedad que encontró en uno de los huertos que su empresa adquirió en 2018 para sumarse al ‘boom’ que este cultivo ha tenido en Chile en los últimos años. El gerente agrícola de Agrícola Innova redujo el tratamiento en base a aplicaciones de cobre que ese huerto llevaba por años sin lograr resultados. “Los árboles se veían mal, tenían muchos cancros, muchas heridas que reflejaban la muerte de sus tejidos”, dice Hernández. Junto a su colega
20 millones
de hectáreas
Son las que usan alguna formulación de Trichoderma para control biológico en Brasil.
US$1.800 millones
Se calcula que sería el mercado de insumos biológicos en Brasil en 2029, según Dunham Trimmer.
de cítricos con el virus de las cepas débil son comercializados en Brasil y hoy prácticamente todos los árboles están premunizados. “Si bien no hay registro de productos de estas dos cepas para comercializar, este es el ejemplo más exitoso de control biológico de enfermedades de plantas en América Latina”, dice Bettiol.
Las tendencias brasileñas se reflejan en sus cifras. Según los indicadores que maneja Anasac, Brasil representa la mitad del mercado latinoamericano en biológicos y el 10% del mercado global. “Pero su tasa de crecimiento es muy alta, que debiera superar el 25% en los años que vienen”, dice Garcés.
Gonzalo Catalán decidieron probar Nacillus, un bactericida basado en cepas nativas de Bacillus spp. y Brevibacillus brevis. Estos pequeños microorganismos colonizan la planta y dejan sin espacio a las bacterias que producen el cáncer. “Nos fue muy bien: el huerto se recuperó con vigor y hoy usamos esta solución biológica en las más de 500 hectáreas de cultivos que tenemos”, dice. “Desde que vimos estos resultados estamos muy abierto a encontrar nuevas soluciones biológicas para objetivos en que antes solo usábamos químicos: hay que ser riguroso en el análisis, porque es verdad que en esto hay mucha música, mucho producto que no funciona, pero si hay empresas series con formulaciones bien con resultados verificados, las probaremos”, dice. De hecho, ahora la firma está probando BioLife Phsycro, un producto que
se aplica vía aérea y que reemplaza el tedioso trabajo de pintar los cortes después de la poda para evitar la infección con hongos.
La industria frutícola chilena, la más experimentada de América Latina, es una de las más avanzadas en materia de uso de bioinsumos en la región. De hecho, su dinamismo ya no está relacionado necesariamente a la sustitución de químicos, ni a la dinámica exportadora. Los US$9.241 millones exportados por la industria agrícola de Chile en 2021 reflejaron un crecimiento de solo 5,3%, muy por debajo de sus países vecinos y competidores. En este contexto, son los nuevos usos de biológicos los que dan energía a estas categorías.
“En Chile, los biológicos que hoy existen como
como alternativas a los productos químicos son productos que han ido madurando y que ya se ha posicionado muy cerca de su potencial. Es lo que ya ha pasado como con el tema de los Trichoderma, los Bacillus subtilis, y otros”, dice Gonzalo Lagos, CEO de la firma de bioinsumos AgroAdvance. “El mercado local de los biológicos va a empezar a crecer en base a nuevas soluciones que apunten a nuevos usos que los químicos tradicionales no abordaban”.
Da como ejemplo el caso de los bacteriófagos, para Xanthomonas en nogales o Pseudomonas en cerezos, una función que cumplen productos biológicos y que no tienen contraparte en los químicos. “Los biológicos van a ir creciendo porque le van a pegar a otros problemas, son soluciones distintas a las que ya existen”,
dice Lagos.
“El mercado chileno ya tiene mucho de la sal y el azúcar y necesita productos nuevos”, dice Romina Almasia, quien dirige la investigación y desarrollo para la firma Fertilizantes del Pacífico (Ferpac). Es, además, directora de la Red Chilena de Bioinsumos, una asociación de empresas y profesionales del área. “Ya hay mucho Trichoderma y Bacillus. Si bien hay que tenerlos, la idea es tener nuevos principios activos y en eso estamos trabajando”.
Según Anasac, el tamaño del mercado chileno en control biológico llegó a cifras en torno a US$ 25 millones en 2021, con un crecimiento en torno a 15%. DunhamTrimmer tiene una cifra mayor para este mercado: señala que la cifra está en torno a US$ 58 millones en 2020 y que debiera superar los US$ 200 millones en 2029.
Cuando se habla de biocontroladores, hay que distinguir sus objetivos. Buena parte del mercado latinoamericano está enfocado en bioinsecticidas, los que los que se llevaron el 57% del mercado en 2020, según las cifras de DunhamTrimmer. Con cierta distancia le siguen los que apuntan a los hongos: los biofungicidas sumaron el 34% del gasto en 2020. Con mucha distancia le siguen los bionematicidas, los que controlan esos pequeños gusanos llamados nemátodos, y los bioherbicidas, los que buscan eliminar hierbas invasoras o maleza. Ambas tienen el 4,4% y el 0,7% del mercado de biocontroladores,
respectivamente. De acuerdo a las estimaciones de la firma de investigación de mercado esta estructura se mantendrá con pocos cambios a lo largo de la década: el gasto en boininsecticidas se mantendrá en torno al 60%, mientras que los bionfungicidas estarán en el 31%. “Uno de los grandes desafíos de la industria biológica es desarrollar bioherbicidas, que en América Latina prácticamente no existen”, dice Magdalena Garcés, de Anasac. “Hay que pensar que los herbicidas químicos hoy son el segmento más grande de la agricultura mundial y corresponden al 45% de la facturación. Y
hoy día prácticamente no hay bioinsumos que puedan participar de ese segmento”. Un contexto en que Anasac espera marcar un hito al tener el primer herbicida registrado en Chile y con potencial de crecimiento en América Latina. Se trata de Suppress Herbicide, un producto fabricado por la estadounidense Westbridge en base a extractos botánicos.
El liderazgo insecticida y el desafío de defenderse ante las malezas
US$200
millones
Sería el mercado de productos biológicos
en Chile en 2029.
No obstante, señala que las dos grandes categorías de los biológicos tienen dinámicas distintas. “Los bioestimulantes crecen de manera importante en volumen, pero a precios cada vez más competitivos, mientras que los productos registrados para biocontrol crecerán reemplazando a productos químicos, pero serán aún de alto valor dado toda la I&D y tiempo que requieren para entrar al mercado”.
El de los bioestimulantes en Chile es un mercado dominado por los extractos de algas, los que hoy se encuentran en casi todos los campos. Pese a que no hay cifras exactas, se estima este mercado sobre los US$20 millones.
Los aminoácidos son el segundo segmento de los bioestimulantes en Chile y debe estar en torno a los US$15-20 millones anuales. Aquí, a diferencia de los extractos de algas, la producción local es significativa. Aminochem, por ejemplo, es una empresa local que produce aminoácidos a partir de la industria del salmón, una de las principales actividades económicas de Chile.
Los ácidos húmicos y fúlvicos se usan bastante en Chile. Se estima que este mercado debe estar entre US$10-15 millones. Es un sector donde dominan los actores internacionales presentes a través de importadores y distribuidores locales.
“No conozco una cifra general del mercado, pero nosotros venimos creciendo hace bastantes años y si bien la curva se ha ido desacelerando, esto es porque el volumen se ha ido haciendo más interesante”, dice Alfonso Besa, gerente de marketing de Martínez
y Valdivieso (M&V), una de las principales distribuidoras de productos biológicos de Chile y con presencia también en Perú. “Ya no veremos los grandes saltos porcentuales que veíamos hace 15 o 20 años, al principio, cuando se introducían los primeros Trichoderma, los primeros B. subtilis”.
Besa señala que hoy todos los actores en la industria de los bioinsumos agrícolas ya tienen su línea de biológico, combinando oferta de producción local e importados.
Gráfico 4. Mercado global de biocontroladores, por región (en millones de US$).
Gráfico 5. Mercado latinoamericano de biocontroladores, por países (en millones de US$).
Gráfico 6. Mercado latinoamericano de biocontro-ladores, por segmentos (en millones de US$).
Uno de los grandes desafíos para los biológicos está en los herbicidas: los herbicidas químicos son el segmento más grande de pesticidas convencionales con una participación global del 45%, pero los bioherbicidas son casi inexistentes.
Magdalena Garcés, de Anasac.
Control de malezas en una finca. Este segmento es uno de los que crecería en los próximos años.
Eso sin contar el dinámico campo de los bioestimulantes, que apoyan la nutrición, el crecimiento y la resistencia en las plantas. “Pese a que es difícil de cuantificar por la falta de homogeneidad, solo el mercado de los bioestimulantes en Chile puede estar entre US$ 30 y US$ 50 millones, según los productos que se incluyan”, dice Jaime Quiroz, gerente general de la firma de bioinsumos Biogram. Según él, tanto éstos como los productos de biocontrol muestran crecimientos superiores a 15% anual, lo que se compara con las tasas de 3%-5% de crecimiento anual en los productos químicos.
No obstante, señala que las dos grandes categorías de los biológicos tienen dinámicas
“En Chile, hay productos biológicos que son tan aceptados, que ya ni siquiera se consideran biológicos, pues parecen más tradicionales”, dice Eduardo Donoso, quien co-fundó BioNativa. “Nadie se cuestiona que se usen soluciones de alga en los campos o un aminoácido de fotosíntesis; lo mismo pasa con ácido húmico”.
Besa, de M&V señala que hay categorías que se ha ido copando con bioinsumos, como es el caso de los biocontroladores para la Botrytis cinerea, el hongo patógeno y que es especialmente fuerte en las vides. “En Chile, la enfermedad número uno es la Botrytis”, dice. “Es especialmente fuerte en uva de mesa, pero que también se está pegando en la cereza. Hay varias soluciones basadas en hongos, como Trichoderma, o con bacterias, como B. subtilis,
o con extractos, que compiten por ganar espacio en ese uso; hay mucho producto posicionándose ahí y en franco reemplazo de productos sintéticos, con igual o mayor efectividad”.
Este es un aspecto clave, dicen los actores de la industria. Si bien las grandes cadenas de supermercados internacionales exigen reducir la traza química de las frutas que compran, lo que incentiva a los productores a usar más productos biológicos, su crecimiento en Chile no habría sido posible si no hubiese un desempeño equivalente al químico tradicional.
“El comprador de insumos es muy sofisticado y pide resultados: muchos de quienes nos dedicamos a este rubro hemos tenido que demostrar que la efectividad de nuestros
productos es igual o superior a la opción química tradicional”, dice Paulo Escobar, CEO de BioNativa. “Han sido los buenos resultados los que han impulsado este segmento”.
En Chile, la industria se enfoca también en lanzar de fórmulas que apuntan a problemas más complejos. Es el caso de Biogram, dirigida por Jaime Quiroz. Si bien su desarrollo se ha basado principalmente en su extracto de alga a partir de Durvillaea antárctica, ahora combina extractos
Si bien tienen una participación menor en el área cultivada del país, el 95% de los productos biológicos en México se consumen en cultivos intensivos como frutales que apuntan al mercado internacional.
Óscar Cruz, Innovak Global.
El lupino, una legumbre de origen sudamericano cuyo cultivo se da principalmente en la región de la Araucanía chilena, ahora podría ayudar a controlar plagas. Esto, debido a que científicos del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola (CGNA),de la ciudad sureña de Temuco, han desarrollado un biopesticida natural contra plagas y enfermedades a partir de esta leguminosa.
Se trata de un biopesticida en base a específicas combinaciones y concentraciones de moléculas de alcaloides del lupino, el cual “al ser formulado y aplicado en diferentes cultivos replica el efecto natural de repelencia a plagas”, explicó Haroldo Salvo-Garrido, doctor en genómica y director científico del CGNA
.
Luego de dos años de investigación se logró probar el efecto de estas moléculas contra plagas de los cultivos. Estos alcaloides en Lupinos luteus se sintetizan en las hojas y son transportados a otros
En las regulaciones internacionales para el uso de insumos químicos en la agricultura, hay dos conceptos claves. El primero es el Límite Máximo de Residuos (LMR). Este se define como la concentración máxima de residuos de un plaguicida que se permiten en productos alimenticios para consumo humano. Mercados como el europeo tienen LMR cada vez más restrictivos lo que obliga a reducir el uso de insumos tradicionales. Los productos biológicos no tienen residuos, por lo que su uso es ilimitado en relación a los químicos. El
segundo concepto es el de carencia, el tiempo que debe pasar entre que se aplica un producto y su cosecha. Por normativas, una buena parte de los productos químicos tienen una carencia extendida por lo que no sirven para controlar alguna plaga en tiempos cercanos a la cosecha, mientras que los productos de origen biológico tienen carencia cercana a cero.
Dos ventajas que la regulación da a los biológicos
Científicos del sur de Chile desarrollan biopesticida en base a lupino
con microorganismos para buscar soluciones más completas que tengan efectos tanto en la estimulación, como en la protección y en la inducción de defensas propias de las plantas. “Otra innovación que estamos próximos a lanzar son productos que incorporan microorganismos y metabolitos o exudados de ellos para mejorar directamente la nutrición de las plantas”, dice. “Estos permiten reducir significativamente la fertilización química”.
Los cultivos de exportación de fruta se llevan el 85% del gasto en bioinsumos en el país según Anasac. Pero no todos los frutales los usan con la misma intensidad. “Dentro de los que más consumen bioplaguicidas está la uva de mesa, seguido de las viñas, arándanos y pomácea”, dice Garcés, de Anasac. “Las cerezas no están en este listado, porque la mayor parte de su producción va a China, donde los límites máximos de residuos son menos exigentes que los de Europa o EE UU”.
El atractivo de Perú
Para la agrícola peruana Fegurri, el uso de biológico ya no es una apuesta. “Es una realidad”, dice su gerente general Alejandro Carvajal. “Esto porque al reducir en gran porcentaje el uso de químicos para el control fitosanitarios, los cultivos pueden llegar sin restricción a más mercados en el mundo, acota”.
La compañía de fruta peruana empezó hace cinco años a introducir en su planificación fitosanitaria el biocontrol para sus campos de uva de mesa, paltos y cítricos. Esto, para combatir, especialmente, nematodos, chanchito blanco
y oídio.
Si bien ya gozan de sus beneficios al tener campos más saludables, explica que el aprendizaje aún continúa: su objetivo es apuntar a que las aplicaciones de productos de biocontrol tenga una mayor eficacia y así ir reduciendo costos que suelen ser más altos con este tipo
de opción.
“Si un producto controlaba con una buena cobertura entre tres a cuatro días, hoy buscamos que sea un producto que controle de cinco a seis
días. Estamos tratando de contar con productos más eficientes y más eficaces”, detalla tras indicar que esto está siendo investigado in situ en los campos de la empresa.
órganos para su almacenamiento, como en tejido epidérmico y subepidérmico de hojas, tallos y principalmente semillas.
Así, “le sirven al lupino como defensa contra plagas, microorganismos, patógenos y herbívoros, mostrando un amplio rango de actividad biológica. Pueden inhibir la multiplicación de virus, la proliferación de bacterias y el crecimiento de ciertos hongos.”, confirmó el especialista.
“Si bien esta investigación está pronto a concluir, ya se ha comprobado las propiedades repelentes del biopesticida de lupino en plagas de importancia”, agregó el experto.
Pronto se concluirán otras investigaciones en áfidos en especies hortícolas y algunas bacterias de importancia para fruta de exportación.
Asimismo, “se desarrolló una tecnología de procesamiento semi industrial, que permite llevar el proceso a escala comercial, extrayendo en forma eficiente las moléculas de alcaloides, para no alterar sus propiedades”, comentó el
Dr. Salvo-Garrido.
Si vemos la tasa del crecimiento anual de las importaciones de insumos agrícolas biológicos de los últimos seis años [en Perú], la tendencia nos indica crecimiento estimado del 17%. Por ende, me atrevería a decir
que en 2022 el crecimiento de insumos biológicos seguirá creciendo a dos dígitos y superará el 20%.
Helder Díaz, Agro 360°.
Nematodos y hongos bajo el microscopio. en una muestra de suelo y compost.
Debido a que confían en el control con bioinsumos, Carvajal detalla que el presupuesto del plan sanitario de la empresa se divide en 50% de aplicaciones químicas y el otro 50% de biológicos, incluso puede llegar, en algunos casos, al 60%. “Algunos productores me dicen que no podrían dejar tanto en manos de los biológicos, pero eso es porque no se han dado un espacio y tiempo para aplicar y conocer estos productos”, dice. “Hoy siguen aplicando químicos siguiendo la curva de degradación de los residuos, pero sabemos que los mercados cada vez exigen más productos sin trazas de químicos”.
Para combatir los patógenos, comenta que vienen utilizando productos que utilizan organismos vivos como Bacillus subtilis o Paecilomyces. Con este último, comenta que se ha formulado un producto que mata los huevos de los nematodos, algo que no existía hasta hace poco en el rubro de biológicos.
Son decisiones como las de Fegurri las que han convertido al mercado peruano en uno de los más atractivos para la industria de bioinsumos de América Latina. De hecho, la mexicana Innovak Global, que tiene presencia en 29 países, dice que mira este mercado con especial atención.
US$35 millones.
Estos son los factores que han impulsado a grandes firmas como la multinacional Bayer, que destina millonarios presupuestos a la búsqueda de nuevas moléculas químicas, ha desarrollar a la par una paleta de productos biológicos. “Si bien Bayer es una empresa que pertenece a la industria química, no estamos exentos de invertir e innovar desde el lado de la producción biológica”, dice César Torres, gerente de marketing en campo (Field Marketing Manager) de la empresa alemana en Perú. “Hemos comprado hace unos años un laboratorio que se llama AgraQuest en Estados Unidos, que nos ha permitido tomar el toro por las astas en la producción de Bacillus con el que elaboramos Serenade y que ha sido un gran aporte para la agricultura nacional”. El producto es, de hecho, el segundo biológico más importado en el país, con US$1,9 millones registrados por aduana en 2021.
No obstante, el mercado peruano también ha tenido un desarrollo de formuladores biológicos locales y que complementan las importaciones. Según las estimaciones de Agro 360°, estas representan más del 50% del mercado, con lo que el tamaño del mercado se puede dimensionar en torno a los a US$ 60 millones
US$60 millones
Es el tamaño de mercado de bioinsumos peruanos, considerando exportaciones y desarrollo local.
“El segundo mercado después de México para nosotros es Perú; tanto para nosotros como para firmas españolas o italianas de biológicos, seguramente Perú también está después de México”, dice Cruz.
Parte de ese dinamismo se ve en las importaciones de productos agrícolas, los que complementan una creciente oferta doméstica de formulaciones. En el primer semestre de este año, aduana registró un crecimiento de 12% en el valor de los insumos biológicos agrícolas importados en el país. Así lo señala Helder Díaz, director comercial y de marketing en Agro 360°. “Durante 2021, las importaciones de biológicos agrícolas llegaron a US$29,1 millones, un alza de 30% en relación al año previo”, dice Díaz. Según sus cifras, la importación total de insumos agrícolas sumó US$335 millones, lo que hace que los biológicos solo representen un 8,7% de este mercado versus el 91,3% al que llegan los químicos.
“Si vemos la tasa del crecimiento anual de las importaciones de insumos agrícolas biológicos de los últimos seis años, la tendencia nos indica un crecimiento estimado del 17%”, dice Díaz. “Por ende, me atrevería a decir que en 2022 el crecimiento de insumos biológicos seguirá creciendo a dos dígitos y superará el 20%”. Esto, considerando que buena parte de las compras de este tipo de productos en Perú se da en la segunda parte del 2022, debido a las cosechas de arándanos, uvas y otros. La estimación de Agro360° es que solo la segunda mitad del 2022 se importarán US$22 millones en bioinsumos,
con lo que cerrarán el año 2022 con cerca de US$35 millones.
Lo normal es que sea en las fechas de cosecha cuando el arándano tiene más problemas por enfermedades. Probablemente, yo diría que en este cultivo se está usando casi un 70% de biológicos frente a los químicos. Luego viene la uva de mesa que requiere en ciertas etapas fenológicas y de allí la palta que usa menos biológico.
Dr. Luis Álvarez, de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica.
para 2021, considerando tanto biocontrol
como bioestimulantes.
Uno de los casos de producción local es el de la empresa Limsa, fundada hace cinco años, tiene un catálogo solo conformado por productos biológicos en base a microoganismos. Nicolás San Martín, gerente técnico de la firma, recuerda que en un inicio tuvieron que hacer una labor prácticamente de apostolado para convencer a los productores, sobre las ventajas del uso de bioinsumos. “Yo no podía llegar a una empresa a decirles que saquen los químicos. Había que vender todo un concepto sobre el manejo más natural de los cultivos”, indica tras explicar que el 90% de sus clientes manejan campos convencionales, no orgánicos. Ahora todo ese concepto que explicaba a sus clientes es parte de una tendencia mundial que se ve reflejado con mayor claridad en Perú, indica.
Otro indicador del avance del mercado de bioinsumos es el número de laboratorios de producción de controladores biológicos, registrados por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa), que suman 59 a nivel nacional, de los cuales al menos unos 15 pertenecen a las propias agroexportadoras que han buscado la manera de proveerse de sus propios productos biológicos. El resto son iniciativas con fines netamente comerciales.
Uno de estos laboratorios fue instalado por Agroindustrial Beta en Ica, para la producción de insectos benéficos. Primero nació como una necesidad de controlar las plagas en el espárrago y para ello comenzaron con la crianza de Chrysoperla Asoralis y de Trichogramma
Pretiosum. Luego de ellos se sumaron dos tipos de insectos más para no solo controlar los campos de espárragos sino de uva de mesa. Hoy se preparan para liberar insectos benéficos en 200 ha de arándanos y 20 ha de mandarinas.
Sibyl Loayza, subgerente de aseguramiento calidad fundos de Beta, comenta que el autoabastecimiento les ha generado ahorros en la estructura de costos del programa sanitario. Refiere que cuando han necesitado comprar a terceros han pagado hasta tres o cuatro veces más el costo que ellos manejan con producciones propias.
Sobre todas estas actividades con sello nacional, resulta difícil determinar el volumen y montos que mueven en su conjunto. Lo que destacan diferentes productores que exportan sus cultivos es que el control biológico representa el 20% frente al uso de químicos, una cifra que sube con fuerza en el caso del arándano.
“Normalmente, en las fechas de cosecha es donde se tienen más problemas por enfermedades en arándanos. Probablemente, yo diría que en este cultivo se está usando casi un 70% de biológicos frente a los químicos. Luego viene la uva de mesa que requiere en ciertas etapas fenológicas y de allí la palta que usa menos biológico”, dice el académico Dr. Luis Álvarez, de la Universidad Nacional San Luis Gonzaga de Ica.
El arándano fue, de hecho, el cultivo que ha generado más crecimiento a En Vivo: el biopesticida más vendido en Perú empezó
a comercializarse en el país hace cinco años, cuando el tratamiento de lepidópteros empezaba a ser un problema para un manejo agronómico de los arándanos a medida que sus hectáreas cultivadas crecían exponencialmente.
En este primer semestre, Agro 360° también actualizó un estudio de mercado dirigido a 80 productores agroexportadores de distintos cultivos. “El resultado fue que todos los productores de agricultura convencional utilizaban por lo menos tres productos
biológicos, siendo los productores de arándanos y uva de mesa los que más aplican esta línea de
En los grandes campos argentinos predominan los granos y cereales: soja, trigo, maíz, girasol, sorgo y cebada son sus principales cultivos y productos de exportación agrícola. Entre sus productores hay una arraigada tradición de usar productos biológicos, principalmente por la incorporación de inoculantes. Estos se emplean como complemento de la fertilización química y principalmente para el cultivo de soja. A pesar de ello, se está ampliando su uso hacia otros cultivos extensivos como trigo, maíz, girasol y sorgo, por lo que aún cuenta con perspectivas de crecimiento. Estimaciones del mismo mercado señalan que los bioinsumos argentinos sumaron una facturación de US$ 80 millones en 2021, con crecimiento en torno a 15%. Este mercado permitió
el crecimiento de grandes firmas como Rizobacter y Bioceres, dos empresas que se integraron y hoy conforman una de las compañías más dinámicas en el mundo en el ámbito biológico. Solo en el año fiscal de 2022, la firma argentina tuvo ingresos por US$ 319 millones, combinando semillas, nutrición y protección de cultivos.
La compañía, además, acaba de dar su paso más grande: concluyó un proceso de fusión con la californiana Marrone Bio Innovation, con lo que busca “para convertirse en un líder indiscutible en el espacio de los agrobiológicos”.
Los US$ 80 millones en Argentina
insumos biológicos”, dice Helder Díaz, su gerente de marketing. “Por otro lado, los productores de hortalizas como espárragos, capsicum ya van alcanzando el 15 y 20% de este uso. Algo similar se puede ver en otros frutales”.
Las nuevas fronteras de Colombia
En Colombia, el uso de bioinsumos es también una tradición de varios siglos y encuentra sus raíces en las culturas indígenas y afroamericanas, dice Marina Sánchez, líder del grupo de investigación en Agroecología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) sede Palmira. No obstante, factores modernos y los mercados globales están extendiendo su uso y que ha llevado que hoy existan 253 empresas registradas en la autoridad para comercializarlos.
“Entre los sectores que han impulsado el
consumo de bioinsumos están el aguacate Hass, las pasifloras, los aándanos, el banano, el café y otros productos de exportación”, dice Nicolás Cock Duque, presidente de BioProtección Global, la federación internacional de asociaciones nacionales de biocontrol. “Este crecimiento en la agroexportación no solo se da por el tema de residualidad; también porque los productores están optando por bioinsumos como una alternativa de buen desempeño”.
La organización señala que Colombia tiene una participación de 4,1% del mercado latinoamericano, lo que sumaría unos US$ 35 millones en biocontroladores en 2020.
Según, Jaime Rubio, Gerente Nacional de Ventas en BASF agrega que, “la tendencia más grande en el uso de bioinsumos se está dando en cultivos bajo invernadero, pero no quiere decir que no estén indicados en cultivos a campo abierto. Por ejemplo, en café hay una tendencia para el control de broca con Beauveria bassiana y en general, básicamente en cultivos de exportación, en donde los registros de los agroinsumos tradicionales son más estrictos en todo lo que tiene que ver con residuos en el producto final”.
Sin embargo, frente a todo este potencial de desarrollo, Cock Duque, destaca que actualmente los bioinsumos representan solo entre el 4% o 5% del mercado total de insumos agrícolas y que el país no tiene una capacidad instalada para reemplazar los químicos de un día para otro. “Esa cifra significa que hoy el 95-96% del mercado es de soluciones químicas”, dice. “Sin embargo, sí se nota una demanda mucho más acelerada por este tipo de soluciones que no son tan
Entre los sectores que han impulsado el consumo de bioinsumos en Colombia están el aguacate Hass, las pasifloras, los arándanos, el banano, el café y otros productos de exportación.
Nicolás Cock Duque, de BioProtección Global.
Pequeños microorganismos son claves para el correcto desempeño de las plantas.
afectadas en sus costos de producción, como sí lo son aquellos productos que son importados y que están expuestos a la tasa de cambio, a las volatilidades por el precio del petróleo, al tema de las cadenas de abastecimiento y la escasez de contenedores”.
5%
Es la participación de los biológicos en el mercado total de insumos agrícolas colombiano.
253
Es el número de compañías registradas para comercializar bioinsumos en Colombia.
El presidente de Bolivia Luis Arce informó que aprobaron decretos que viabilizan el financiamiento de 65,6 millones de bolivianos (algo más de unos US$ 9 millones) para construir una planta de bioinsumos para la agricultura.
Así lo señaló en una publicación en redes sociales a fines de enero. “Avanzamos en la industrialización con sustitución de importaciones, en armonía con la Madre Tierra”, señaló en mandatario en su cuenta de Facebook.
La información fue replicada por el ministro de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Néstor Huanca, quien informó que el Gobierno boliviano aprobó decretos supremos que viabilizan el financiamiento de Bs 65,6 millones para la construcción de una Planta de bioinsumos en la región cruceña.
Con esta aprobación, ahora se trabaja en el proceso de licitación para contratar a la empresa constructora, señaló el titular de esa cartera estatal.
Bolivia avanza en proyecto
para la construcción de una planta estatal de bioinsumos
en Santa Cruz
Frente a los jugadores del mercado de bioinsumos en el país, Cock destaca que hay una serie de fabricantes que han apoyado al desarrollo inicial de tecnologías que han demostrado su eficacia, su pertinencia y su competitividad. “Estos fabricantes hoy están en capacidad de respaldar o resolver una porción más grande de las necesidades que tienen los agricultores en cuanto a biológicos, es decir, están en capacidad de empezar a complementar o hacer menos crítica esta altísima dependencia que tenemos de insumos sintéticos”, dice. De las 253 empresas registradas hoy como proveedoras de bioinsumos, 132 son productoras. Cabe destacar que en 2009 había en total 90 compañías registradas, la mayoría de las cuales eran solo importadoras. De acuerdo con información del ICA, mientras en el 2016 se producían 1.509.841 millones de kilogramos de bioinsumos en Colombia, en 2020, la producción alcanzó un crecimiento del 80,2% con un total de 2.042.291
millones de kilogramos (646.502 litros de bioinsumos).
Se espera que las cifras vayan incrementando. Y es que, según el Plan de Bioeconomía al 2030 del MinCiencias, se tiene proyectado que la bioeconomía aporte 10% al PIB en el año 2030 y que, a ese mismo año, haya más de 500 bioproductos que incluyan nuevos principios activos, bioproductos en etapas pre-comerciales y comerciales y ampliaciones de registros a nuevos mercados nacionales e internacionales.
“Cada vez hay más registros ICA para bioinsumos que vienen siendo aprobados, asimismo nuevos jugadores, tanto nacionales como internacionales que están entrando al mercado colombiano. Desafortunadamente en el sector hay mucha informalidad y mucha piratería de productos de mala calidad y, eso desafortunadamente es un enemigo muy grande de las empresas que sí hacen el trabajo bien
hecho, que hacen investigación, desarrollo, control de calidad, que son legales en todos los sentidos”, señala el presidente de BioProtección Global.
Por su parte, Carlos Sepúlveda, gerente de mercadeo en BASF agrega que, “están ingresando al mercado formulaciones profesionales, de productos especializados y para eso han entrado en el mercado compañías multinacionales, de alta innovación, de alta tecnología, que no solamente tienen un biológico, sino que tienen determinadas cepas con un proceso industrial y tecnificado que hacen que sean más activos biológicamente y tengan un mejor resultado en campo”.
El mexicano Eliseo Santos se quería sumar al ‘boom’ del tomate. Hace unos diez años, en su huerto en Puebla, inició la producción de esta hortaliza para exportar. No obstante, los problemas fitosanitarios obstaculizaron sus planes. Enfermedades como Phytophthora, Fusarium y Rhizoctonia se transformaron en un obstáculo. Su primera reacción fue enfrentarlos con los productos químicos disponibles en el mercado. “No obstante, cada temporada eran más resistentes e impedían que el fruto expresara su verdadero potencial”, dice Santos.
Ahí fue cuando buscó resolver el problema desde la raíz. Literalmente. El agricultor buscó una solución basada en microorganismos que mejoraba la vida de bacterias, hongos e insectos que rodean el sistema radicular de sus hortalizas y que promueve la resistencia y el crecimiento de la planta. La combinó con sus productos de siempre y los resultados no tardaron en llegar: “aumentó la salud y la producción de las plantas”, dice Santos, quien ahora produce tomates de exportación, además de pepinos y pimientos. El agricultor persiste en la idea de usar soluciones biológicas ante nuevos problemas: algunos de sus invernaderos sufren con nematodos, esos pequeños gusanillos que pueden ser letales para la raíz de las plantas. Ante eso, Santos está usando una fórmula basada en Paecilomyces lilacinus, un hongo que actúa paralizando los huevos y hembras del agente patógeno. “Hay que ir probando, porque son el futuro”, dice.
La historia de Santos se repite entre arandaneros y uveros peruanos, aguacateros en Colombia, así como en productores de cereza y de avellanos europeos en Chile: una buena parte de los agricultores que buscan llevar sus frutos a los
Cada vez más utilizadas a nivel mundial
Las innovaciones con feromonas sexuales que ganan terreno en el control de plagas
Sus bajos costos, nulos residuos y la posibilidad de complementarse con la agricultura de precisión hacen que los semioquímicos ganen espacio en las estrategias de prevención contra plagas en los campos. Así lo explica el Dr. Owen Jones, un veterano de la industria global de estas tecnologías, en una charla con Redagrícola.
Consuelo Schwerter Téllez
por sus siglas en inglés) y cuenta con varias publicaciones científicas sobre la gestión integrada de plagas y transferencias de tecnologías en esta industria. Actualmente tiene la firma de asesoría Lisk & Jones, especializada en entomología, semioquímicos y protección de cultivos.
Según sus cifras, el uso de tecnologías de confusión sexual para protección de cultivos contra plagas avanza velozmente a nivel mundial. La cifra llegaba a 1,5 millones de hectáreas en el mundo que utilizaban estas tecnologías para el control de plagas en 2019 y crecerá a 3,0 millones en 2025.
“Ha estado creciendo de manera constante a lo largo de los años; desde 2002 hasta 2019, es casi un crecimiento en línea recta”, dice. Sus ventajas, además de su baja residualidad de químicos, son su bajo costo y la posibilidad de combinarlo con otras tecnologías, para que forme parte de lo que se conoce como agricultura de precisión en el control de plagas.
En materia de costos, en lo reciente ha habido una importante baja en el coste de los componentes activos de las feromonas. Ahora se pueden producir biosintéticamente utilizando enzimas, levaduras o bacterias en fermentadores en lugar de los tradicionales reactores químicos. Esto reduce significativamente el desenbolso necesario para la formulación de productos formulados y permite destinarlos a cultivos de gran superficie, como el maíz, la soja y el arroz. Para el Dr. Jones, lo anterior abrirá nuevas oportunidades para el desarrollo de estas herramientas a nivel global.
A través de dispositivos conocidos como puffers o difusores, las formulaciones de feromonas se liberan en dosis muy bajas, pero “suficientemente poderosas como para atraer insectos a grandes distancias, por lo que se pueden instalar cada 30 o 50 metros, y permanecerán activas, por lo menos, durante seis u ocho semanas”, explicó el Dr. Jones en una charla que realizó para Redagrícola durante las series de Bioestimulantes y Biocontrol.
Feromonas como detectores de plagas
Las feromonas forman parte de las emisiones de químicos que usan los organismos vivos para
comunicarse y que se conocen a nivel general como semioquímicos. Estos se pueden clasificar en dos grupos; los que se usan en las interacciones dentro de una misma especie y los que se utilizan en las interacciones entre diferentes especies. En el primer grupo se encuentran las feromonas, que benefician tanto
al organismo que emite el mensaje o señal química como al que la recibe.
En las interacciones entre especies distintas son tres los productos que se pueden generar: kairomonas que benefician al receptor; alomonas, que benefician al emisor, y sinomonas, que generan un beneficio para ambas partes.
Estos semioquímicos son la base del cebo que utilizan trampas que, además de atrapar, permiten la detección temprana de la presencia de plagas. “Este tipo de herramientas es fundamental para saber en qué momento llega una plaga cuarentenaria a un campo y así tener mayores posibilidades de controlarla y erradicarla”, dice el Dr. Jones.
El uso de trampas con feromonas tiene la ventaja de detectar plagas incluso a niveles muy bajos de infestación. “La trampa está en el campo las 24 horas del día y lo monitorea continuamente; en cambio, las inspecciones visuales dependen de que la gente esté ahí, lo que sucede solo por un tiempo limitado. La trampa está presente todo
Dr. Owen Jones, especialista en semioquímicos, productos microbianos, bioestimulantes y productos derivados de plantas.
el tiempo y permite detectar niveles muy bajos”, explica el entomólogo galés.
Los sistemas de monitoreo también permiten mantener un registro de las aplicaciones de insecticidas y una buena programación de ellos. Por lo general, se implementan al comienzo de la temporada y cuando los insectos objetivos caen por primera vez, se calcula el tiempo que debe transcurrir para que los machos y las hembras se apareen, que las hembras pongan huevos y los huevos eclosionen. “Luego se aplica insecticida cuando hay larvas neonatales, un momento muy oportuno antes de que crezcan y causen daños”, dice el Dr. Jones.
En términos comerciales, cerca del 20% de las ventas mundiales de semioquímicos es en monitoreo. “Esto tiene un valor probablemente en torno a los US $100 millones en total; se está vendiendo una gran cantidad de señuelos en todo el mundo”, dice el Dr. Jones.
Una encuesta realizada en 2010 por Peter Witzgall y otros dos expertos en feromonas sexuales, arrojó que se utilizaban 20 millones de señuelos en el mundo. “Probablemente hoy en día estamos doblando ese número y nos encontramos cerca de los 40 millones de señuelos vendidos cada año para monitoreo”, dice Jones.
Su uso genera ahorros relevantes, según varios estudios. El destacado bioquímico y entomólogo, Walter Leal, especialista en feromonas hizo un estudio sobre cuánto se puede economizar gracias al uso de feromonas en el cultivo de cítricos en Brasil. Monitoreando la plaga Ecdytolopha aurantiana, calculó que en diez años han ahorrado US $1.200 millones solo en ese cultivo. “Por lo tanto, el impacto puede ser significativo”, explica el Dr. Jones, “a pesar de que los costes reales del propio sistema de monitoreo son relativamente bajos”.
Semioquímicos y agricultura de precisión
Uno de los avances que presentan las tecnologías basadas en feromonas es justamente la que permite combatir la chinche apestosa o chinche marmoleada, combinando químicos y vibraciones. Se trata de trampas que se comercializan bajo la marca Shindo y desarrolladas por la firma italiana CBC Biogard. Se trata de una de las tantas innovaciones que
se están haciendo junto al desarrollo de nuevas feromonas. Algunas, por ejemplo, utilizan mapas con geolocalización satelital (GPS), de manera de localizar al detalle la ubicación de cada trampa, lo que permite delimitar las zonas que cubren y saber dónde recoger el dispositivo una vez que deja de funcionar. Esto pues los puffers son herramientas de pequeño tamaño y fabricados principalmente de plástico por lo que se busca hacer más eficiente su recolección.
Además, estas herramientas permiten crear mapas de calor con la información específica de las zonas por las que se está moviendo la plaga y su densidad para saber dónde concentrar los esfuerzos para su control. Durante los últimos diez años, la teledetección también se ha desarrollado progresivamente y hoy en día se pueden encontrar varios sistemas de imágenes para el monitoreo. En pocas palabras, se puede conocer al detalle el número de insectos junto a cada trampa sin tener que ir físicamente a cada una de ellas.
“Ahora puedes comprar una trampa Delta con un atrayente de feromonas en su interior y una pequeña cámara que tomará fotos periódicamente de lo que hayas capturado”, dice el Dr. Jones. “El dispositivo enviará esa información a un lugar remoto donde la gente pueda evaluar el peligro que representa ese insecto en particular”.
Otra innovación que el entomólogo destacó en su presentación es una herramienta de la firma española Semios, que también consiste en la integración de una trampa con feromonas y sensores de temperatura en su interior. Como las polillas no salen cuando hay bajas temperaturas, el sistema se puede programar para apagarse cuando hay menos de 14 grados, para que no liberen feromonas cuando no es necesario y evitar la pérdida en el ambiente. “Puedo ver que en el futuro este vínculo entre la agricultura de precisión y las feromonas llegará mucho, mucho más lejos”, señala el Dr. Jones.
Confusión sexual o interrupción del
Representación de la ruta que sigue el macho en estado natural y la confusión que le genera la saturación de feromonas en el entorno.
La trampa está en el campo las 24 horas del día y lo monitorea continuamente; en cambio, las inspecciones visuales dependen de que la gente esté ahí, lo que sucede solo por un tiempo limitado.
apareamiento
La tecnología de las feromonas es simple de explicar. Se basa en conocer el ciclo natural de los insectos. En ellos, la hembra libera un rastro olfativo que sirve de guía al macho para encontrarla, aparearse y generar descendencia. Para interrumpir este proceso, se utilizan dispensadores con feromonas que liberan el mismo compuesto que la hembra, por lo que el macho se confunde, no logra llegar a su potencial pareja y esta queda sin fecundar.
A nivel mundial, existen muchas plagas que están siendo tratadas mediante el método de confusión sexual, como Lobesia botrana en uva, donde es el objetivo principal o Eupoecilia ambiguella, segunda plaga más importante de las uvas en Europa. Cydia pomonella es de gran interés en manzanas, así como Grapholita molesta en frutas de carozo. En cultivos hortícolas, el control de Tuta absoluta en tomates ha tenido un fuerte crecimiento en los últimos años. “Reduce espectacularmente las poblaciones al interrumpir el apareamiento dentro de túneles de polietileno y dentro de invernaderos”, señala el Dr. Jones.
En cuanto a la distribución mundial del uso de métodos de confusión sexual, Estados Unidos y Canadá alcanzan 520.000 hectáreas, en Europa alrededor de 530.000 hectáreas, Latinoamérica tiene cerca de 270.000 ha., mientras que Sudáfrica y el resto del mundo congregan cerca de 55.000 hectáreas.
Según datos de 2019, cerca de 1.500.000 hectáreas estaban siendo tratadas con métodos
de confusión sexual. “todo un logro”, dice el Dr. Jones. “Ha estado creciendo de manera constante a lo largo de los años, desde 2002 hasta 2019, es casi un crecimiento en línea recta”. Además, las proyecciones a corto plazo también presentan un aumento pronunciado, y se espera que para 2025, cerca de 3 millones de hectáreas en todo el mundo estén siendo tratadas con métodos de confusión sexual.
Crecimiento del sector impulsado
por “las tres r”
Dentro de los factores que han impulsado el sector, se pueden mencionar las tres R: Resistencia, Residuos y Regulación. La gestión de la resistencia es un punto clave del éxito de los métodos de confusión sexual, que
están reemplazando a los químicos debido a que los agricultores se estaban quedando sin herramientas para controlar plagas, que adquirían cada vez más resistencia.
El interés por dejar cada vez menos residuos en el medio ambiente, también ha creado un escenario ideal para el desarrollo de las herramientas de confusión sexual. “Las feromonas están exentas de tolerancia, por lo que no es necesario realizar ningún análisis de residuos sobre su uso”, señala el Dr. Jones. Tanto productores como supermercados tienen estándares bastante estrictos sobre los residuos en los alimentos e incluso los niveles máximos de residuos de los supermercados suelen ser más altos que los exigidos por las autoridades, agrega el científico.
Las feromonas están exentas de tolerancia, por lo que no es necesario realizar ningún análisis de residuos sobre su uso
En cuanto a la regulación, se podría decir que tiene dos aristas; por un lado está el problema de que los productores han ido perdiendo herramientas para el control de plagas, debido a problemas como la resistencia y residuos, por lo que necesitan incorporar nuevas alternativas, y por otro lado, la gran mayoría de las autoridades reguladoras a nivel mundial han ido permitiendo que sea más fácil y menos costoso introducir productos biológicos en el mercado.
En palabras del Dr. Jones, Europa se está quedando atrás en aspectos regulatorios. “Las normas en Europa son más estrictas que en los Estados Unidos o en América Latina y por eso hay más productos de feromonas en esos mercados que en Europa. Los reguladores tienen que ser más flexibles y más proporcionados en términos de lo que piden”.
Tecnologías de liberación controlada
Dada su volatilidad, las feromonas deben ir “contenidas” dentro de algo que permita su liberación controlada. Dentro de estos mecanismos se encuentran los dispensadores de matriz sólida, los que consisten en un polímero en el que se ha mezclado y extruido la feromona, se cortan de una forma que sea sencillo unirlos al árbol y tiene una duración de 90 a 120 días.
Otro método son los sistemas de depósito, donde hay pequeñas bolsas o ampollas con un depósito de feromonas para ser liberadas
Desde 2002 hasta 2019 se observa un crecimiento lineal del uso de métodos de confusión sexual, mientras que las proyecciones para 2023 y 2025 presentan números incluso más auspiciosos, que llegarían a cerca de 3 millones de hectáreas.
Al cierre de cada año
3,500,000
3,000,000
2,500,000
2,000,000
1,500,000
1,000,000
500,000
0
2002
2005
2012
2014
2016
2017
2019
2023
2025
Evolución anual de las hectáreas agrícolas que usan feromonas para el control de plagas en el mundo
Proyección
prolongadamente. “Todo esto hay que aplicarlo a mano en el cultivo, lo cual es un poco incómodo, pero duran mucho tiempo, se colocan al principio de la temporada y siguen funcionando al final de ella”, dice el Dr. Owen Jones.
También existen las formulaciones de feromonas en microcápsulas, que permiten utilizar sistemas de aplicación por pulverización convencionales para colocarlas en el cultivo. Dentro de sus desventajas, explica el experto, se encuentra su corta duración, que no supera las tres semanas. “Es simplemente por la relación entre el área de superficie y el volumen de estas pequeñas microcápsulas, no se pueden incluir suficientes ingredientes activos para que duren más”.
Los últimos avances que presentó el Dr. Jones fueron los sopladores (puffers) o nebulizadores (misters), que son aerosoles que liberan las feromonas a intervalos de tiempo que se pueden determinar previamente. La principal ventaja de este mecanismo es que basta con dos o tres puffers por hectárea para producir una fina niebla de feromonas que gracias a la acción del viento
se distribuye por los cultivos deseados.
Lecciones aprendidas
A lo largo de los años, los investigadores han ido trabajando en el uso de feromonas con herramientas y tecnologías cada vez más modernas y desarrolladas, que han permitido que su uso se vaya ampliando.
La experiencia ha demostrado que aplicar tratamientos en zonas amplias es mucho más eficiente y sostenible que realizarlo en parcelas o zonas pequeñas. “Esto se ha demostrado muchas veces y varios gobiernos han fomentado programas para aplicar tratamientos en zonas amplias”, dice el Dr. Jones.
Año a año se da un efecto de arrastre para la temporada siguiente, lo que se traduce en que al comienzo de cada campaña, la población de inicio es menor a la del año anterior y así sucesivamente. “Los beneficios ambientales de esto son enormes, pero rara vez se documentan, pero cuando se tiene esa información, da cuenta de la conservación del ecosistema, preservando especialmente a los polinizadores”.
Ciertamente aún existen limitaciones para aplicar los mecanismos de confusión sexual y un “problema” que señala el Dr. Jones es el movimiento de hembras grávidas que se aparean fuera de la zona tratada e ingresan a la zona de tratamiento y ponen sus huevos. “En poblaciones muy altas se dan encuentros aleatorios entre machos y hembras en los que no se necesitan feromonas porque hay demasiados insectos”.
Dispensador unido a la rama de un árbol.
Como se mencionó anteriormente, los atomizadores (puffers o misters) han marcado una gran diferencia en cuanto a su uso si se comparan con otros mecanismos, eso sí, están limitados por los lugares donde se pueden aplicar. “No son adecuados para todas las situaciones como granjas abiertas al público, ya que sus baterías las hacen muy atractivas para que alguien se marche con ellas”, señala el Dr. Jones.
En los últimos años se han puesto esfuerzos en desarrollar dispensadores biodegradables, que, a diferencia de los otros métodos mencionados, no deben ser retirados a final de temporada porque no dejan plásticos o microplásticos en medio de los campos. El Dr. Jones explica que esta tendencia ha incidido en el mercado y ahora “muchos de los fabricantes de formulaciones de feromonas se están asegurando de que sean biodegradables”.
Otra innovación que destacó el Dr. Jones y que tiene mayores implicancias en silvicultura, es depositar feromonas directamente a la copa de los árboles usando pistolas de paintball. “Las feromonas se ponen en bolas de pintura y con una pistola de paintball se disparan a lo alto de los árboles. Es una innovación interesante que está llegando al mercado”.
NOVEDADES EN LOS SISTEMAS DE ENTREGA DE FEROMONAS
Usando pistolas de paintball se pueden aplicar feromonas directamente a la copa de los árboles para asegurarse de que todas las partes del árbol estén protegidas.
Los métodos de confusión sexual tienen dos posibles mecanismos; competitivos y no competitivos. En los competitivos, los dispensadores liberan cantidades de feromonas muy similares a las de las hembras en la naturaleza. Se debe tener un buen número de dispensadores para que los machos se confundan y sigan un rastro falso. “No saben si el rastro de la feromona proviene de un dispensador o de la hembra, por lo que pasan el tiempo intentando encontrar a las hembras y terminan en la fuente artificial de la feromona”, dice el científico.
Los métodos no competitivos se pueden
MÉTODOS COMPETITIVOS Y NO COMPETITIVOS
dividir en tres y cuentan con la desventaja de tener que liberar una cantidad mucho mayor de feromonas para funcionar. Existe el método de camuflaje, en el que la gran cantidad de feromonas que salen de los dispensadores supera los efectos del rastro de la hembra. También se puede
El método competitivo de seguimiento de ruta falsa confunde a los machos, que siguen el rastro de feromonas de los dispensadores y no logran encontrar a las hembras para aparearse.
Los métodos no competitivos pueden ser tres: camuflaje, desequilibrio sensorial y desensibilización.
Supresión de capturas con trampas a favor del viento en un puffer en huerto frutal (Casado et al., 2011). Gracias a la acción del viento, las feromonas dispuestas en un solo puffer cubren el área de un acre.
hacer un desequilibrio sensorial en el macho, en el que los mensajes que este recibe lo confunden y no logra encontrar a las hembras. La tercera forma no competitiva que tienen las feromonas para actuar es la desensibilización a nivel interno del macho, en la que este no puede codificar la cantidad de información que recibe, se da por vencido y no busca a las hembras.
Cada plaga requiere de una cantidad mínima de feromonas para que exista un control, pero en general y según el Dr. Jones, la cantidad de feromona que se libera por hectárea durante la temporada, permanece relativamente constante de una temporada a otra. La elección del dispensador depende del productor, el cultivo y las situaciones medioambientales del lugar, por lo que es necesario manejar las cantidades establecidas según el método de dispersión para lograr buenos resultados.
De esta manera, Jones explica que, gracias a un estudio de Daniel Casado, director de desarrollo de producto de Suterra, se estableció que con solo tres dispensadores por hectárea se podía interrumpir el apareamiento de los insectos plaga. Usando puffers en la dirección del viento, comprobó que un dispositivo bastaba para cubrir un acre
III. Desensibilización
Adaptación
Habituación
I. Camuflaje
II. Desequilibrio sensorial
(0,4 ha.), gracias a la acción del viento en la dirección que se buscaba controlar.
Perspectivas del sector a futuro
Debido a que su utilización es relativamente nueva, las feromonas cuentan con algunas limitantes, como las mencionadas recientemente. La confusión sexual en plagas de lepidópteros tiene mucho éxito y representa más del 80% de las ventas mundiales de feromonas. El gran desafío que se viene es pasar a otros órdenes de insectos, lo que conlleva retos químicos en cuanto a las diferentes exigencias de cada especie.
Los métodos de captura masiva que atraen y matan son bastante nuevos, pero deberían tener un crecimiento considerable en los próximos años. “La clave para su desarrollo será lograr atraer a las hembras y eliminarlas”, dice el Dr. Jones.
Para el científico, el uso de este tipo de herramientas impulsará la utilización de productos biológicos en el control de plagas y enfermedades. “Creo que el impulso es imparable y es evidente que está ocurriendo y mucha gente quiere adoptarlo”, indica. Todo lo anterior derivará en que el manejo integrado de plagas (IPM) se convierta en el estándar para la mayoría de los cultivos, lo que para el Dr. Jones es una “necesidad absoluta para lograr alimentos limpios”.
Un gran reto para el sector será el avance y modificación de las reglamentaciones respecto al uso de feromonas. A medida que
los reguladores adopten un enfoque más proporcionado y enfocado en el riesgo más que en el peligro, estos productos van a ir aumentando y marcando su presencia en el mercado aún más.
Además de los métodos de confusión sexual para interrumpir el apareamiento de insectos plaga, existe la captura masiva. Este método ha tenido mucho éxito en el control de la mosca mediterránea de la fruta, Ceratitis capitata, y la clave, dice Jones, está en atrapar a las hembras. En un estudio desarrollado por el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), se descubrió que el trabajo de tres aminas y el amoniaco eran muy atractivos tanto para macho como para hembras, pero especialmente estas últimas. “La idea es poner estos compuestos en una trampa y atrapar a tantas de esas hembras como sea posible para impactar a la población”.
Un mecanismo un poco más desarrollado que el anterior es el de “lure and kill” o atraer y matar. En él, se pueden usar los mismos atrayentes que en el método de captura masiva, pero se agregan insecticidas. “Esto atrae principalmente a las hembras, que caen en el dispositivo, recogen una dosis letal y mueren lejos de ella, permitiendo que la trampa no se sature”, dice el Dr. Jones.
Este método, en palabras del Dr. Jones, “está realmente en pañales” en términos de desarrollo, pero según su experiencia y estimaciones, cree que en el futuro será una herramienta muy usada para el control de insectos plaga.
OTRAS ESTRATEGIAS DE CONTROL USANDO SEMIOQUÍMICOS
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En México ya hay 24.000 hectáreas de maíz que usan feromonas para enfrentar al gusano cogollero
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Feromonas para maíz y otros cultivos extensivos: la apuesta de FMC para crecer en América Latina
Al mismo tiempo, lo anterior permite verificar la eficacia de los métodos de control de un campo, ya que, si el número de capturas se reduce considerablemente, “es evidente que las medidas de control han tenido éxito”, señala el Dr. Owen Jones.
En términos comerciales, cerca del 20% de
Hay pocos enemigos más peligrosos para los cultivos que el chinche apestoso. Conocido por su nombre en latín como Halyomorpha halys, este insecto afecta tanto a especies frutícolas como hortícolas y causa pérdidas millonarias en campos de todo el mundo. Una de las maneras más efectivas para controlar esta plaga ha sido conocer su actividad sexual y ciclo reproductivo: en estado natural, la chinche apestosa emite un olor especial, basado en su feromona, y vibraciones para incitar el apareamiento. Los científicos han logrado replicar ambas características, con las que arman trampas que atraen una gran cantidad de estos insectos.
“Es una excelente combinación de vibración y productos químicos que funciona también para otros chinches; estoy seguro de que vamos a ver más de eso en el futuro”, dice el Dr. Owen Jones, entomólogo y consultor en Lisk & Jones, y destacado especialista en semioquímicos, productos microbianos, bioestimulantes y productos derivados de plantas. Para él, el mundo de las feromonas tiene todavía mucho espacio para desarrollarse y convertirse en el estándar del control integrado de plagas.
Originario de Gales, Owen Jones se ha hecho un nombre a nivel global en mecanismos de control biológico, como feromonas y extractos. En su trayectoria está el rol de responsable de la estrategia global de la firma de feromonas Surterra y fundador de AgriSense. Fue además presidente de la Asociación Internacional de Fabricantes de Biocontroladores (IBMA, por sus siglas en inglés) y cuenta con varias publicaciones científicas sobre la gestión integrada de plagas y transferencias de
confusión sexual en polillas macho, lo que evita que encuentren a la hembra. Con ello, se impide la copulación y se evita que haya huevecillos de gusano que pudieran dañar las plantas de maíz.
Para su promoción, el Gobierno mexicano cuenta con los servicios de la científica estadounidense Frances Arnold, Premio Nobel de Química en 2018 y confundadora de la firma Provivi, quien señaló en conferencia que utilizar feromonas para inhibir el apareamiento entre la especie de gusano cogollero en 2013 era solo una idea. No obstante, señala que tras diez años de investigaciones de Pedro Coelho, experto del Instituto de Tecnología de California y su socio en Provivi, se está logrando consolidar este método para interferir y crear confusión sexual en este insecto.
La búsqueda de una feromona que proteja al maíz del este gusano no es única del Gobierno. La filial latinoamericana de la empresa FMC señala que es uno de sus objetivos para crecer en la región. La firma completó en julio de 2022 la adquisición por US$ 200 millones de la compañía danesa BioPhero, especializada en el desarrollo de feromonas, lo que le permite extender su catálogo formado por productos de biocontrol y bioestimulantes.
Renata Alcaraz, la responsable para América Latina, exceptuando Brasil, del área de Plant Health FMC, señala que “estamos en la etapa de desarrollo de la marca, del diseño del posicionamiento y en los procesos de registros
Caro, cada macho fecunda a las hembras para generar así 1.350 huevecillos, que luego contaminan los terrenos de cultivo, por lo que con la eliminación de machos se reduce drásticamente la proliferación de insectos dañinos.
Estudios del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) detallan que las trampas que se utilizan muestran un volumen de 17 a 120 machos capturados, lo que demuestra que los resultados son positivos para esta técnica de control biológico de las plagas.
Las investigaciones revelan que las feromonas traen consigo ahorros mínimos de 30 a 40% en los costos de adquisición de insecticidas. En este sentido, se tiene un ahorro importante de dinero por hectárea, afirman los expertos.
para la comercialización de feromonas en la región”. Agrega que “lo estamos trabajando para el gusano cogollero del maíz, para Spodoptera frugiperda, para Helicoverpa, entre otros”, agrega.
Los beneficios de las feromonas
Algunos de los beneficios de las feromonas, dicen investigadores mexicanos, son que permiten el ahorro de grandes cantidades de insecticidas químicos, además de que ayudan al equilibrio del medio ambiente y disminuyen los costos para el productor.
En concreto, dice el agrónomo de la Secretaría de Desarrollo Rural de Jalisco (SEDER), Doroteo
De los 60 insectos que atacan a los cultivos de maíz de México, el que más desafíos genera es el gusano cogollero. Estas pequeñas larvas de una pequeña polilla puede generar grandes pérdidas en los cultivos de este cereal, llegando incluso al 100%. Para enfrentarlo, el Gobierno de México está promoviendo el uso de una nueva arma biológica: las feromonas, un perfume que genera confusión sexual en estos insectos y evita su reproducción.
Desde la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) detallan que están usando esta técnica de biotecnología en 24.000 hectáreas de cultivos de maíz, con más de un tercio de ellas en Sinaloa. Una pequeña fracción de las casi 8 millones de hectáreas en que se planta maíz blanco y amarillo en el país, pero que tiene el poder de escalar rápidamente por su bajo costo y sustentabilidad ambiental.
El secretario de la entidad, Víctor Villalobos, dice que sus costos económicos y ambientales son bajos “ya que consiste en colocar en las parcelas, al momento de la siembra, dispensadores con cebos que contienen esta feromona”. Al liberarse, este perfume genera confusión sexual en polillas macho, lo que evita que encuentren a la hembra. Con ello, se impide
de Plant Health de la firma estadounidense. “Queremos ser disruptivos y llevar las feromonas para que sean usadas en los grandes cultivos como maíz, algodón y soya”, dice Alcaraz.
Las feromonas de confusión sexual son unos de los nuevos productos con que la compañía fundada en Filadelfia hace casi 140 años como fabricante de insecticidas busca fortalecer su oferta de productos biológicos para la agricultura. La firma completó en julio pasado la adquisición por US$ 200 millones de la firma danesa BioPhero, especializada en el desarrollo de feromonas, lo que le permite extender su catálogo formado por productos de biocontrol y bioestimulantes. “Estamos en la etapa de desarrollo de la marca, del diseño del posicionamiento y en los procesos de registros para la comercialización de feromonas
en la región”, dice la ejecutiva. “Lo estamos trabajando para el gusano cogollero del maíz, para Spodoptera frugiperda, para Helicoverpa, entre otros”.
El lanzamiento de estos productos serán uno de los focos prioritarios de la división área de Plant Health de FMC, la cual reúne el catálogo de productos biológicos de la firma y que ha ido ganando importancia en la estructura. De hecho, la firma integró recientemente a la responsable del área de Plant Health, la Dra Bénédicte Flambard, al comité operativo de la firma y le sumó el cargo de vicepresidente, en respuesta las inversiones que se han hecho para extender esa división con productos biológicos. Ella tuvo un rol relevante en las inversiones para ampliar los laboratorios biológicos e invernaderos en el EIC (European Innovation Center) y en la compra e integración de la danesa BioPhero.
La meta de los US$ 150 millones en América Latina
Renata Alcaraz, quien da soporte a esta división para América Latina desde México, tiene claro la importancia de estos segmentos para los planes de la empresa. “Si bien el área de biológicos existía desde hace varios años en la empresa, no se le había dado el enfoque, los recursos y la energía que se le está dando ahora”, dice la bióloga graduada de la Universidad de Guadalajara, en una entrevista dada a Redagrícola.
De hecho, la firma ha fijado metas ambiciosas para esta división: “en 2025, la división de Plant
Health de FMC alcanzará ventas de US$ 150 millones en América Latina”, dice. “Actualmente estamos en US$ 80-90 millones anuales”.
Se trata de una apuesta relevante para la compañía que tiene a América Latina, junto a Asia Pacífico, como sus fuentes principales de crecimiento para el área de los biológicos. “En la región hay una agricultura que busca activamente nuevos mercados para exportar y que se ha ido especializando técnicamente para
Firma estadounidense apuesta a fortalecer su catálogo de productos biológicos para crecer con su división de Plant Health en la región, tras integrar a su portafolio los productos de la danesa BioPhero. Su meta es llegar a ventas de US$ 150 millones en el año 2025.
Felipe Aldunate M.
excelente desempeño; también deben ser productos que se complementen bien con el resto de nuestra oferta”.
Una experiencia que se ha ido ganando con importantes adquisiciones, como la realizada en 2017. En ese año, FMC integró una parte importante de la división de protección de cultivos de la gigante Dupont, luego de que esta se fusionara con Dow. Esa y otras incorporaciones han sido claves para FMC, cuyas ventas anuales alcanzaron los US$ 5.594 millones en los 12 meses terminados el 30 de septiembre de 2022, con un alza de casi 17%.
Portafolio en crecimiento
Si bien es en las tecnologías de control y protección de cultivos donde históricamente la compañía ha estado más fuerte, la firma se ha ido fortaleciendo en las categorías de bioestimulación/biofertilización así como en lo que llaman Crop nutrition y mejoradores de suelo.
De hecho, RhizoMagic, un promotor del crecimiento de raíces basado en extractos de algas, polipéptidos y micronutrientes, es el
lanzamiento más relevante que tienen para México este año. El biofungicida Forenia y el bionematicida Tulinea son otros de los productos que están en el pipeline de lanzamientos para distintos mercados latinoamericanos en los calendarios que vienen.
El objetivo es que ellos logren repetir el éxito de Quartzo en Brasil, un popular nematicida y que se ha transformado en el principal producto de la línea Plant Health de FMC en ese país y en
de las ventas de la compañía en esta región.
Es en este contexto que la opción de lanzar una oferta de feromonas para cultivos extensivos hace sentido, especialmente en un país como México, donde los productores de su principal siembra, el maíz, no suelen utilizar productos biológicos para la protección, fertilización o estimulación de las plantas. “El desafío para el agricultor es cuidar la rentabilidad por lo que cuidan mucho el costo que asumen con cada aplicación”, dice Alcaraz. “Si logramos reducir el costo del combate contra el gusano cogollero, por ejemplo, claramente les va a ayudar con la rentabilidad”.
En ese sentido, señala que la fabricación de feromonas que realiza BioPhero en Dinamarca es un proceso industrial que permite reducir de manera importante los costos de fabricar
feromonas sintéticas. “BioPhero lo que tiene es un proceso de producción muy industrial, que es similar al de hacer una cerveza: se utiliza una levadura y la levadura, a través del proceso de fermentación, produce las feromonas”, dice. “Entonces podemos producir toneladas de feromonas y eso nos ayuda también a tener una capacidad instalada para poder atender un mercado como el de cultivos extensivos y que sea costeable, que sea rentable”.
El gusano cogollero de maíz (Spodoptera frugiperda) es una de las principales plagas que afectan este importante cultivo de México y otras regiones de América Latina. En su combate, tal como ocurre en buena parte de los campos de granos y cereales, predominan métodos convencionales de control.
Queremos ser disruptivos y llevar las feromonas para que sean usadas en los grandes cultivos como maíz, algodón y soya.
Renata Alcaraz, de FMC.
lograrlo, lo que abre las puertas para que haya un desarrollo relevante del mercado”, dice.
Para conseguir ese objetivo, es clave para la compañía seguir complementando su catálogo de biológicos, para lo cual ha combinado tres mecanismos distintos: el desarrollo de formulaciones internas, alianzas con terceros y las adquisiciones de empresas, como ocurrió con BioPhero. “Estamos buscando activamente nuevas opciones; somos cazadores de productos”, dice Alcaraz. “No solo buscamos productos que sean de buena calidad y excelente desempeño; también deben ser
En América Latina hay una agricultura que busca activamente nuevos mercados para exportar y que se ha ido especializando técnicamente para lograrlo, lo que abre las puertas para que haya un desarrollo relevante del mercado.
La confusión sexual es una estrategia de protección contra plagas que ya es conocida entre los agrónomos que manejan frutales y hortalizas. La estrategia de liberar al aire formulaciones que confunden y alteran los hábitos reproductivos de los gusanos, polillas o moscas ya tiene una fama reconocida entre los cultivos de alto valor. No obstante, por su alto costo, es poco utilizada en los cultivos extensivos como maíz, soya, algodón y otros cereales que lideran las superficies agrícolas de América Latina.
Es ahí donde la firma estadounidense FMC ve una importante oportunidad de crecimiento. Así lo señala Renata Alcaraz, la responsable para América Latina, exceptuando Brasil, del área de Plant Health de la firma estadounidense. “Queremos ser disruptivos y llevar las feromonas
el organismo que los produce, y en qué condiciones los genera. “Hay que realizar estudios de la conducta, en laboratorio y en campo, para definir dichas condiciones, reproducirlas en laboratorio y ‘capturar’ las señales, que luego el grupo de especialidades químicas va someter a procedimientos analíticos”, señala. A eso le sigue un estudio mixto multidisciplinario con la parte agronómica para disponer los compuestos identificados en dispositivos que logren reproducir el fenómeno biológico e incidir en la conducta de los organismos, en este caso con el fin de evitar el proceso reproductivo.
Feromonas como mensaje
Los proyectos que permitieron estos avances, primero uno financiado por Fondecyt para estudiar los aspectos básicos, y luego un FIA para el desarrollo tecnológico, permitieron
ofrecer una alternativa ante otros productos que se ofrecían en el mercado para controlar estos mismos insectos, pero que estaban basados en otras especies de polillas. Curkovic señala que en estos procesos biológicos intervienen varios compuestos químicos al mismo tiempo. Uno de ellos también es parte de las feromonas de una especie norteamericana, lo que se conocía desde hace décadas. “Hay una coincidencia en parte del mensaje químico que media las interacciones, pero el mensaje completo no es el mismo”, dice. “Nosotros dilucidamos ese mensaje completo”.
El científico señala que se puede hacer una analogía con el lenguaje: un compuesto químico puede ser el verbo, otro el adjetivo, otro el artículo, y entre todos arman el mensaje. “El descubrir la estructura completa en nuestras polillas, permite reproducirla fielmente; mientras
De izquierda a derecha: macho adulto de Proeulia auraria; larva de penúltimo estadio; daño tardío en manzanas.
más exacta sea la copia a lo que ocurre en la naturaleza, más se va a reproducir el fenómeno biológico que hay detrás”, indica. “Puede ocurrir que el componente principal del mensaje, o sea el compuesto químico porcentualmente más importante de la feromona de una especie, no presente mucha diferencia con el compuesto de otras especies emparentadas”. Agrega que, al momento de hacer la investigación, no había ningún estudio que hubiera demostrado cuál era el compuesto que permitía, empíricamente, usar la feromona de una polilla norteamericana para las especies chilenas. “Cuando comparamos en campo la feromona que se usa comercialmente con la que nosotros desarrollamos, esta última tuvo un resultado superior, por ejemplo, para efectos de monitoreo”, especifica.
Potencial comercial
Tomislav Curkovic, ingeniero agrónomo, Ph.D., e investigador de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile.
de trabajo a la disciplina científica conocida como “ecología química”, orientada justamente a descubrir las señales químicas que median o participan en interacciones biológicas entre organismos de la misma o diferentes especies. El resultado con las polillas nativas se obtuvo al cabo de alrededor de siete años de estudios. La técnica de confusión sexual es bastante conocida en Chile por su uso masivo contra Lobesia botrana, la polilla del racimo, en viñas, arándanos y ciruelos. No obstante, esta es la primera vez que se determina una feromona a tal nivel de detalle en el país.
“Logramos desarrollar una solución para una plaga chilena; si no lo hacíamos nosotros no lo hace nadie, porque es un problema que importa solo a nuestra agricultura”, dice.
Explica que, una vez descifrada la estructura química del compuesto, es posible ver si se encuentran disponibles sus componentes y se pueden adquirir, porque ya fueron descubiertos en otras especies en otros lugares del mundo. De lo contrario, hay que ver la factibilidad de sintetizarlos. “En el caso de P. auraria ocurrió lo primero, afortunadamente, y logramos adquirir esos compuestos, ahorrándonos una etapa adicional de investigación que no es para nada fácil ni rápida”, comenta. “Terminamos de publicar los resultados en 2021, con una demostración de que la técnica desarrollada es
viable contra esta especie”.
Actualmente el investigador de la Universidad de Chile participa en el desarrollo proyectos similares con la sierra del manzano (Callisphyris apicicornis), y con la gusanera del roble (Holopterus chilensis). Ambos son escarabajos xilófagos nativos, que afectan la madera de una especie frutal en un caso y forestal en el otro.
“Estas tecnologías tienen gran proyección, porque son tecnologías muy limpias, inocuas, específicas, no hay impacto ambiental ni riesgo para los operadores. Se encuentran en línea hacia el manejo de plagas al cual el mundo se está orientando”, plantea. Añade que va a haber oportunidades incluso de negocios para esta clase de soluciones, que pueden ser un poco caras al principio, pero sus costos van bajando en la medida que se masifican. El mejor ejemplo es la confusión sexual para Lobesia, que valía mucho más de lo que se paga hoy cuando empezó a usarse en el país.
Sobre la posibilidad de que se comercialice, Curkovic señala que Proeulia auraria se maneja muy eficientemente con estos mecanismos. “La tecnología que se usaría si se escala comercialmente puede ser diferente, lo cual depende de los desarrollos que eventualmente haga la industria. El punto es cuán atractivo resulta el mercado para que alguna empresa
avance en el desarrollo de un producto”, dice.
Ver artículo científico
Trabajo de desarrollo del sistema de confusión sexual publicado en MDPI
De izquierda a derecha: trampa cebada con la feromona desarrollada con capturas de adultos en viñedo; formulación de pasta experimental para confusión sexual aplicada en pote en arándanos; daño y larva en brote de vid vinífera.
Un equipo de científicos chilenos logró crear un prototipo de tecnología de confusión sexual para controlar la plaga de Proeulia auraria, una polilla nativa de Chile de importancia económica por sus efectos en frutales y vides. Se trata del primer desarrollo de este tipo que se realiza en el país.
Conformado por investigadores de la Universidad Católica de Valparaíso, la Universidad Católica de Chile y la Universidad de Chile, el equipo logró determinar la feromona de la polilla conocida como “enrolladora de hojas” y que es cuarentenaria para EE.UU.
“Identificamos los compuestos químicos de las feromonas que participan de las interacciones de apareamiento en dos especies chilenas, ya que también lo hicimos para otra polilla reconocida como plaga, aunque menos importante, Proeulia triquetra”, dice Tomislav Curkovic, ingeniero agrónomo, Ph.D., investigador de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la U. de Chile y que formó parte de la investigación.
Curkovic explica que la determinación de esos compuestos exige una mirada biológica previa con el fin de establecer cómo funciona el organismo que los produce, y en qué condiciones los genera. “Hay que realizar estudios de la conducta, en laboratorio y
Basado en atrayentes florales, atrae y estimula la actividad de las abejas
Más allá del control de plagas: utilizan semioquímicos para aumentar la polinización
Si bien los semioquímicos se asocian comúnmente al control biológico de plagas, la firma de origen brasileño ISCA Technologies ha desarrollado un producto que estimula la actividad de las abejas, logrando aumentos en la polinización y rendimiento de los cultivos.
Biologicals Latam
-como una camioneta o camiones pequeños- que va liberando la pasta a medida que se avanza por el campo.
Los ensayos realizados por ISCA Tech. demostraron que en un predio sin tratar, las abejas mantienen su actividad restringida a un perímetro de no más de 30 metros de las colmenas, desatendiendo las zonas centrales. Luego de aplicar APIS Bloom, observaron que la polinización es pareja a lo largo de todo el predio, ya que incita a las abejas a forrajear o buscar comida por toda la zona tratada y solo
regresan a la colmena cuando están saciadas de néctar y polen.
Al mismo tiempo, cuando las abejas regresan cargadas de polen, reclutan a otras abejas para que se les sumen en el siguiente viaje, ya que ven el lugar como uno seguro y con buena disponibilidad de alimento. Otro beneficio del producto es que las abejas se mantienen en la zona tratada y no migran hacia otras colmenas, asegurando la polinización y disminuyendo el riesgo de que visiten cultivos tratados con insecticidas o productos tóxicos para ellas.
Mapeo de la actividad de las abejas
Para saber cómo se distribuyen las abejas en los huertos o campos, usan un sistema llamado BeeDar, algo así como un radar de abejas, que es capaz de distinguirlas de polillas, mariposas y otros insectos voladores. El radar toma imágenes aéreas del huerto o campo y crea mapas de calor con la actividad de las abejas. De esta forma pueden saber si están o no polinizando las zonas de interés.
El mapa de la izquierda muestra el mapa de calor de las abejas de dos colmenas en un campo. Las zonas rojas son los puntos sin polinizar, que cubren parte importante del centro. A la derecha, se observa un mapa de un campo tratado con el estimulador de la polinización y se ve una
En la imagen de la izquierda se encuentra un campo sin el producto y se puede ver cómo las abejas limitan su actividad a las cercanías de la colmena, desatendiendo las zonas centrales. En la imagen de la derecha se representa un campo tratado, que presenta una polinización pareja a lo largo de toda la zona tratada.
Agenor Mafra-Neto, CEO, fundador y director de investigación de ISCA Technologies.
disminución de los puntos rojos.
El campo tratado, con solo un cuarto de la cantidad de insectos, registró un aumento en la actividad de las abejas de un 11% respecto al no tratado, lo que posteriormente se tradujo en un aumento del 10% de rendimiento. Ensayos en otros cultivos demostraron un aumento del rendimiento de 35% en frambuesas, de 107% en cerezas, gracias a la llegada temprana de abejas al campo. En sandías obtuvieron un aumento de 18%, además de frutos más grandes.
Un estudio realizado en arándanos en Perú, obtuvo aumentos del rendimiento de 11,52%, un aumento del peso promedio de los frutos de 13,39% y aumento del diámetro del fruto de 6%, además de un mejor comportamiento poscosecha.
Estudios en almendras
El caso de las almendras es interesante de mencionar, ya que el 80% de las almendras del mundo se cultiva en el mismo lugar: California. Los productores de la zona reclutan prácticamente todas las colmenas disponibles en el país para que polinicen los campos y, aun poniendo 3 colmenas por acre, existe una gran brecha entre el rendimiento estimado y el rendimiento efectivo debido a la falta de polinización.
Sin modificar el riego, la fertilización o la cantidad de abejas, y sumando el tratamiento con APIS Bloom, se obtuvieron aumentos de rendimiento por sobre el 15% en campos de almendras de California, lo que supuso un aumento de 15% en los ingresos económicos, incluyendo los costos de aplicación.
En el mapa de calor de la izquierda se encuentra un campo sin el producto y a la derecha uno bajo tratamiento de APIS Bloom.
El campo tratado, con solo un cuarto de la cantidad de insectos, registró un aumento en la actividad de las abejas de un 11% respecto al no tratado, lo que posteriormente se tradujo en un aumento del 10% de rendimiento.
Mientras trabajaban en herramientas semioquímicas para el control de distintas plagas de los cultivos, en ISCA Technologies, con sede en California, notaron que existía un enorme vacío: se trataba de la polinización de los campos en especies frutales o cultivos dependientes de la polinización entomófila (mediante insectos). Los huertos mostraban grandes zonas sin polinizar, especialmente en los puntos centrales.
Ante ello, se les ocurrió desarrollar una solución para ayudar a este problema y crearon APIS Bloom, un potenciador de la polinización floral. Basado en atrayentes florales, atrae y estimula la actividad de las abejas, aumentando la polinización y, por consiguiente, mejorando el rendimiento de los cultivos.
El CEO y fundador de ISCA Tech., el brasileño Agenor Mafra-Neto, realizó una charla para Redagrícola en el contexto de las Series Online de Bioestimulantes y Biocontrol. En ella, presentó las innovaciones semioquímicas de la compañía, destacando el desarrollo y los resultados obtenidos de APIS Bloom.
El producto viene como una pasta que se pone directamente en el árbol o cultivo. Se puede aplicar manualmente, mediante drones, o a través de un aparato dispuesto en un vehículo -como una camioneta o camiones pequeños- que va liberando la pasta a medida que se avanza por el campo.
Se trata de un pequeño dispositivo tecnológico que viene programado para liberar feromonas regularmente, dependiendo de la plaga de interés. Estos aerosoles además no dejan residuos en los cultivos, por lo que no representan limitantes a la hora de exportar
la fruta.
Puffer® consta de un aerosol que va inserto en un cabinet con baterías, es altamente resistente a temperaturas extremas, al polvo, al agua y la suciedad y su instalación se realiza a nivel de la canopia del cultivo en pleno invierno.
En el caso de las polillas como Lobesia, se trata de organismos noctuidos, es decir, se sienten atraídas por la luz y comienzan su vuelo a la hora crepuscular, manteniéndose en el campo entre las 6 de la tarde y las 6 de la mañana, aproximadamente. A diferencia de otros dispensadores pasivos de feromonas, cuya difusión se intensifica a mayor temperatura, los dispositivos Puffer® son independientes del calor o el frío, liberando dosis de feromonas solo en el periodo en el que están programados. Con ello, se evita desperdiciar producto y se garantiza que el aparato tendrá suficientes feromonas para cubrir el ciclo de la plaga.
Este es un factor que gana relevancia con veranos, primaveras e incluso otoños cada vez más cálidos; los dispositivos dependientes de la temperatura tienen una mayor tasa de emisión a medida que aumenta la temperatura. «Las tasas de emisión de estos dispositivos son muy altas en esos meses y vemos que eso los desgasta y no pueden cubrir el periodo total fenológico de la plaga», dice Paulo Rivara, Sales Operation Manager de Suterra en Chile. Siendo Lobesia botrana una plaga de tres generaciones por temporada, la tercera generación prácticamente no recibe feromonas o lo hace en muy baja dosis, lo que es perjudicial de cara a la campaña entrante.
Otro punto a favor de los aerosoles es que duran más de 200 días, frente a los 120-180 días de las otras alternativas del mercado. Pero quizás donde hacen más diferencia es que solo requieren de 2,5 dispositivos en promedio por hectárea para un efectivo control de plagas, mientras que los dispensadores comunes pueden llegar a necesitar más de 500 por hectárea. Esto hace que su gestión sea mucho más simple. «Nos pasó que muchos agricultores estaban acostumbrados a que tenían que ver 500 unidades por hectárea para tener la cantidad de feromonas necesarias», señala Rivara. «No podían entender que tan solo 2,5 unidades pudieran cumplir la misma función».
El Puffer® consta de un aerosol que va inserto en un aparato plástico con baterías. Es altamente resistente a temperaturas extremas, al polvo, al agua y la suciedad. Se instala al nivel de la canopia del cultivo previo al primer vuelo de la plaga.
Foto de Suterra®.
Impulsados por la sustentabilidad
El ejecutivo explica que la concentración de la feromona en los Puffer® es prácticamente 4.000 veces superior a la que emite la hembra en estado natural. El Puffer® aerosoliza las feromonas, cubriendo grandes extensiones de terreno con pocas unidades por hectárea, lo que lo hace un sistema muy eficiente. “Los machos pueden percibir las feromonas de las hembras no a 20 ni 30 metros, sino que a más de 100 metros. De ahí que la calidad de las feromonas, de los coformulantes que acompañan la feromona, y de la calidad del dispositivo, son factores preponderantes en el resultado”.
Una vez finalizada la temporada, los Puffer® se retiran del campo y se reciclan, en línea con su carácter de herramientas biológicas. “Nosotros liberamos feromonas que son productos naturales”, dice Rivara. “Hacemos el retiro de todos los dispositivos y los enviamos a reciclaje. Los otros dispositivos se quedan ahí y se suman a la tremenda cantidad de plástico que hay en los campos. Una de las razones por las cuales esta tecnología empezó a sonar más fuerte y a crecer de manera masiva, fue por la mirada sustentable que tiene».
En cuantos a los costos de esta herramienta, a final de temporada y considerando la mano
de obra, mantención y necesidad de nuevas aplicaciones químicas de refuerzo, el Puffer® termina siendo una alternativa muy rentable. «Cuando miras esta tecnología por unidad, supone un mayor valor que otros dispositivos; no obstante, cuando haces el cálculo del valor de los dispositivos por hectárea y día de aplicación, el costo se ve reducido y pasa a ser una alternativa muy económica», dice Rivara.
Sistema de mapeo
Para hacer el proceso lo más eficiente posible, los aerosoles cuentan con un software de ‘mapping service‘ o servicio de mapeo, al que se ingresan los datos proporcionados por el cliente y que resulta en una recomendación personalizada. Dentro de los aspectos que capta el sistema están las coordenadas del predio, la superficie y forma de la parcela, el viento dominante, las parcelas colindantes y el histórico de presión de plaga.
Una vez que el sistema procesa los datos, genera un mapa con puntos donde deben ir debe ir cada Puffer®, permitiendo una adecuada ubicación y su geolocalización para luego retirarlos. Los usuarios pueden acceder al mapa durante toda la campaña a través de una plataforma digital que pueden consultar desde cualquier dispositivo móvil o computador.
Paulo Rivara, Sales Operation Manager de Suterra en Chile.
Foto de Suterra®.
Cada punto morado en el mapa indica dónde se debe ubicar cada Puffer® en una proporción de 2,5 dispositivos por hectárea. El mapa considera las características del terreno, del entorno, el viento, entre otros aspectos técnicos.
Foto de Suterra®.
Una vez que se decide que una feromona que confunde sexualmente a los insectos será la estrategia para combatir una plaga, queda una pregunta complementaria: qué dispositivo utilizar para hacer su aplicación. La industria de estos semioquímicos ha innovado de manera importante en la tecnología de su difusión, de manera que la feromona sea más eficiente, se mida mejor su impacto y facilite su retiro una vez termine
la temporada.
Así lo han visto en el combate que Chile ha dado contra la plaga de la Lobesia botrana o polilla de la vid. El país lleva años controlando su presencia en cultivos debido a su carácter cuarentenario y de control obligatorio con estrategias basadas en feromonas. Aunque buena parte de esta estrategia se ha realizado con difusores pasivos, en el último tiempo se ha tendido al uso de sistemas en aerosol como el Puffer® que permiten controlar de mejor manera la aplicación de la feromona. Esta es una tecnología que, si bien fue desarrollada hace 25 años por la compañía estadounidense Suterra®, bajo la marca CheckMate® Puffer®, solo en el último tiempo ha empezado a comercializarse para grandes plagas en América Latina.
Se trata de un pequeño dispositivo tecnológico que viene programado para liberar feromonas regularmente, dependiendo de la plaga de
durante 2022 y que se reproduce en el video aquí presentado, la investigadora agregó que los microorganismos endófitos “ayudan a resistir plagas, a tolerar variaciones de pH, temperatura o humedad relativa, además de promover el crecimiento de los cultivos”. Dentro de los microorganismos endófitos, existen los obligados y facultativos, siendo estos últimos aquellos que pueden estar asociados a la planta, cumpliendo funciones desde dentro o fuera de ella.
Se trata de un conocimiento que llevó a la investigadora a desarrollar una tecnología
llamada Endomix T1 basado en un hongo del género Trichoderma y que les ha permitido profundizar en el conocimiento de este tipo de microorganismos que viven dentro de la planta (por ello el concepto de endófitos).
El aporte viene en un contexto de preocupación de INIA por el alto uso que se da aún en Chile a insumos de síntesis química para el manejo de los cultivos. Actualmente, en Chile se usa el doble de agroquímicos que el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), siendo el
país de este grupo que más agroquímicos aplica en sus sistemas productivos agrícolas. “A esto se suma el aumento de los precios de los fertilizantes que en algunos casos, como en la urea, sobrepasa el 100% y, por otro, la existencia de nuevas y más agresivas plagas y enfermedades agrícolas, junto a mayores niveles de contaminación de las aguas y de los suelos a nivel mundial”, dice Barra-Bucarei.
La Dra. Barra es líder del Grupo de Especialidad de Recursos Genéticos de INIA Chile y su principal línea de trabajo son los hongos endófitos para
“Se ha producido un quiebre en el equilibrio de los sistemas naturales al poner extensiones de cultivo, lo que ha provocado que aparezcan plagas, enfermedades y problemas nutricionales de difícil control porque dejamos de mirarlo como un ecosistema y lo vemos como medio para alcanzar una producción”
control de plagas y enfermedades. Además, es especialista en bioestimulantes, agronomía y producción vegetal. La investigadora presentó su charla en las Series de Bioestimulantes y Biocontrol que Redagrícola llevó a cabo durante 2022, en el contexto del desarrollo de la agenda para el 2do Congreso de Bioestimulantes y Biocontrol que se realizó el pasado 28 y 29 de septiembre de 2022 en el Hotel Westin, de Lima, Perú.
Las ventajas de los hongos endófitos facultativos
La ingeniera agrónoma explicó que se ha producido un quiebre en el equilibrio de los sistemas naturales al poner extensiones de cultivo. “Esto ha provocado que aparezcan plagas, enfermedades y problemas nutricionales de difícil control porque dejamos de mirarlo como un ecosistema y lo vemos como medio para alcanzar una producción”. Barra señaló que las medidas tradicionales de control no están funcionando y “es un desafío donde los biológicos sí podrían dar respuesta”.
La investigadora agregó que los microorganismos endófitos “ayudan a resistir plagas, a tolerar variaciones de pH, temperatura o humedad relativa, además de promover el crecimiento de los cultivos”. Dentro de los microorganismos endófitos, existen los obligados y facultativos, siendo estos últimos aquellos que pueden estar asociados a la planta, cumpliendo funciones desde dentro o fuera de ella.
Una de las ventajas de los facultativos es que cumplen múltiples funciones. “Su ingreso a la planta puede ser por las raíces, que son el ambiente ideal para su crecimiento o a través de
las hojas, desde donde tienen menor incidencia a condiciones adversas”, destacó la investigadora.
Fuera de la planta y en el suelo, intervienen en la degradación, el ciclado nutriente, el control biológico, entre otras funciones.
Respecto a su potencial de acción, la experta
preguntó si “¿puede un probiótico endófito facultativo actuar como bioestimulante?”. A través de varios ejemplos de estudios que se están realizando en el INIA, demostró que estos hongos presentan distintos mecanismos que
pueden ayudar a la promoción del crecimiento.
“Está comprobado que además aumentaron hongos y bacterias, por lo que podemos decir que los endófitos le preparan la cama a la llegada de otros organismos benéficos”, concluyó.
“Le preparan la cama a la llegada de otros organismos benéficos”. Así resume la Dra. Lorena Barra-Bucarei el rol que pueden cumplir los Probióticos endófitos en los cultivos. La destacada investigadora chilena del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y especialista en bioestimulantes señala que los probióticos, tal como se utilizan en la alimentación humana, pueden promover el crecimiento y fortaleza en las plantas.
En una charla online dada a Redagrícola durante 2022 y que se reproduce en el video aquí presentado, la investigadora agregó
Columna | enero 2023 | #01
Papers | enero 2023 | #01
Bionegocios | enero 2023 | #01
Innovaciones globales en el catálogo biológico | enero 2023 | #01
De izquierda a derecha:
Prometeo Sánchez, Adalberto Benavides-Mendoza y Maximino Manzanera.
Eventos | enero 2023 | #01
Prometeo Sánchez, Adalberto Benavides-Mendoza y Maximino Manzanera serán los científicos responsables de presentar los avances en las estrategias con bioinsumos contra factores climáticos y del suelo que afectan al rendimiento y la calidad de los cultivos. Anótelo en su agenda y regístrese: será el jueves 26 de enero a las 8:30 horas de México, 9:30 de Perú y Colombia, y 11:30 en Chile.
La primera sesión de las 10 que conforman el curso de biológicos de Redagrícola para 2023
Los bioestimulantes como estrategia clave para enfrentar el estrés abiótico en las plantas
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Benavides-Mendoza, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Su investigación se centra en la relación entre la bioestimulación vegetal, la nutrición de las plantas, la tolerancia al estrés y la calidad nutricional y biofortificación de frutas y hortalizas. Su presentación se titulará “Nanomateriales en la estrategia contra el estrés abiótico”.
Esta es la primera sesión del curso anual que Redagrícola presentará en 2023 y que forma parte de los contenidos asociados al Congreso Anual de Bioestimulantes y Bioprotección que se realizará el 5 y 6 de julio de 2023 en la Ciudad de Cancún.
La segunda sesión de este curso de 10 será el 23 de febrero y su tema será “Microbioma: conjunto de microorganismos vinculados”.
participación reciente en más de 30 proyectos de investigación y en más de 50 papers en revistas de alto impacto, Manzanera es reconocido en universidades de Europa y Estados Unidos. Su presentación lleva como título “Bioestimulantes microbianos para plantas en un contexto de cambio climático”.
La segunda presentación será del investigador mexicano Dr. Prometeo Sánchez, profesor Investigador Titular en el Colegio de Postgraduados y muy reconocido por sus trabajos sobre nutrición vegetal. Su presentación apuntará a una estrategia de manejo en uno de los factores climáticos que más afectan la producción de frutas y hortalizas en varias partes de América Latina. Su título es «Bioestimulación para la baja humedad relativa: factor climático clave en la caída de frutos«.
La tercera y última presentación de la clase será del también mexicano Dr. Adalberto Benavides-Mendoza, profesor e investigador de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro. Su investigación se centra en la relación entre la bioestimulación vegetal, la nutrición
Se trata de una de las principales fuentes de estrés abiótico de las plantas y que será protagonistas de la primera sesión del curso «Novedades en Bioestimulantes y Biocontrol» que este año Redagrícola impartirá de manera online.
A lo largo de 10 sesiones, este curso se llevará a cabo por la plataforma de videoconferencia de Redagrícola, enfocándose en los nuevos conocimientos que se están generando en el campo de los productos biológicos para resolver los distintos desafíos fitosanitarios, de nutrición, de fertilización y de clima que debe enfrentar el agricultor.
La primera de estas sesiones se realizará el jueves 26 de enero y su foco estará justamente en cómo usar bioestimulantes para enfrentar el estrés abiótico a los que están expuestos los campos latinoamericanos. Comenzará a las 8:30 am de México, 9:30 am en Perú y Colombia y 11:30 en Chile. Será una clase abierta a todo público, a la que puede registrarse en este link:
En la sesión, tres reconocidos científicos abordarán distintos aspectos del estrés abiótico, en exclusiva para los asistentes de
este encuentro. La primera clase será del investigador, académico y emprendedor del área de los biológicos Dr. Maximino Manzanera. Con participación reciente en más de 30 proyectos de investigación y en más de 50 papers en revistas de alto impacto, Manzanera es reconocido en
Registro Sesión #01:
Heladas y golpes de calor más frecuentes.Inviernos más fríos y primaveras más cálidas. Sequía y exceso de lluvias inéditas. Baja humedad relativa y suelos cada vez más salinos. A través de factores como estos, el cambio climático impacta de manera cada vez más intensa en los rendimientos y la calidad de la producción agrícola en América Latina.
Eventos | enero 2023 | #01
Tras el éxito de su versión 2022 realizada en Lima, este año, el evento se prepara en México, uno de los polos de crecimiento de productos biológicos más fuertes de América Latina.
3er Congreso Bioestimulantes Latam & Redagrícola Biocontrol
La comunidad de biológicos de América Latina se prepara para nuevo encuentro en Cancún
realizará en Cancún, México. Se trata de puntos de encuentro de la comunidad científica, académica, de asesores, emprendedores y productores para conocer y analizar de manera conjunta los avances y resultados de las nuevas formulaciones biológicas que buscan mejorar la actividad agrícola
En la versión 2022 de este encuentro, organizado en el Hotel Westin de la capital peruana, participaron de manera presencial más de 1.200 personas de 20 nacionalidades en sus dos jornadas. Los asistentes disfrutaron de 42 charlas de expertos, 15 mesas de conversación, 26 stands comerciales y un panel de representantes de campos peruanos y sus experiencias en el uso de bioinsumos.
Expertos de Estados Unidos, España, Polonia, Brasil, Perú, Colombia, Chile y Centroamérica estuvieron entre los expositores que, con interactivas presentaciones, impulsaron una importante participación y el intercambio de experiencias de público.
La primera jornada contó con el protagonismo de las principales innovaciones y avances en biocontrol y bioestimulantes, que se repartieron en dos salones paralelos en el Hotel Westin de Lima, Perú. Para el segundo día, se sumaron las ya conocidas mesas de conversación de Redagrícola, donde los participantes tuvieron la oportunidad de interactuar directamente con algunos de los charlistas.
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Hoy los bioestimulantes están comenzando a ser protagonistas; por ello, es importante que su uso sea muy racional para que no desaprovechen su oportunidad de mercado”. Con esas palabras, el Dr. Patrick Brown, destacado académico de la Universidad de California, Davis, resumió uno de los grandes desafíos de la emergente industria de los productos biológicos: que su aplicación esté respaldado por datos, por resultados y por la ciencia que permita entenderlos.
Una idea que estuvo presente en su discurso del cierre del 2do Congreso Bioestimulantes Latam & Redagrícola Biocontrol que se realizó en septiembre de 2022 en Lima y que abre la puerta para su tercera edición: el 5 y 6 de julio de 2023 se realizará en Cancún, México. Se trata de puntos de encuentro de la comunidad científica, académica,