La firma de origen argentino Tropfen, dedicada al desarrollo y producción de coadyuvantes, bioestimulantes, fertilizantes y biológicos, presentó TROPBIO TEN, el primer bioestimulante microbiano de aplicación foliar, que mejora la sanidad y potencia el rendimiento de los cultivos de trigo y cebada. Esta innovación, es el resultado del trabajo conjunto entre Tropfen y Protergium, empresa líder en investigación, desarrollo e innovación en microbiología agrícola.
“TROPBIO TEN es el resultado de una línea de trabajo que iniciamos juntos en 2020. Refleja nuestra filosofía de trabajo colaborativo con socios estratégicos líderes en sus segmentos, como Protergium en el mundo de los biológicos, que da lugar a una tecnología de características únicas en materia de biocontrol”, dice Julián Etchegoyen, CEO de Tropfen.
Según dio a conocer la empresa, TROPBIO TEN combina un organismo biocontrolador a base Trichoderma koningiopsis con un coadyuvante de última generación de origen alemán. Se trata de la primera tecnología a base de Trichoderma koningiopsis co-formulada con un tensioactivo biocompatible, que preserva la vida microbiana, incrementa la humectación y permite maximizar la eficiencia del tratamiento.
Además, de acuerdo con la empresa el resultado en rindes en ensayos arrojan que, en trigo, la dosis de 250 cc mostró un aumento de rendimiento de 225 kg/ha, mientras que la dosis de 500 cc alcanzó un incremento de 370 kg/ha, en promedio. La diferencia entre ambas dosis es de 145 kg/ha adicionales a favor de la dosis mayor. En cebada, la dosis de 250 cc generó una mejora de 230 kg/ha frente al testigo, y la dosis de 500 cc, un incremento de 270 kg/ha.
“Los puntos claves para alcanzar estabilidad en los niveles de biocontrol son su biocompatibilidad comprobada con otros productos de origen químico y el aporte del tensioactivo incorporado, optimizando la eficiencia del tratamiento”, explicó Santiago Oldani Ratto, Gerente de Servicio Técnico y Marketing de Tropfen.
¿Cómo funciona?
El mecanismo de acción de TROPBIO TEN consta de tres etapas: colonización; control y supresión del patógeno; y activación de la defensa vegetal. En la primera, la Trichoderma crece rápidamente, compitiendo por espacio y nutrientes contra organismos patógenos. Luego, se produce la generación de enzimas líticas (quitinasa y glucanasa) que degradan los hongos que se busca combatir.
Además, estimula la producción de compuestos antibióticos que suprimen e inhiben el crecimiento de otros microorganismos. Finalmente, TROPBIO TEN, avanza en la etapa de defensa vegetal, mediante la generación de gran cantidad de compuestos que inducen mecanismos de defensas fisiológicos y bioquímicos e incrementan el vigor del vegetal. Esto se llama efecto PGPM.
¿Los beneficios?
Amplio espectro de control de enfermedades, menor reinfección y residualidad prolongada.
Contiene un coadyuvante incorporado, compatible y de alta biodegradabilidad.
Evita la generación de resistencia de enfermedades.
Además, se puede utilizar solo o como complemento de tratamientos con fungicidas de síntesis química.

