La granja universitaria de la Universidad Estatal de California en Chico, está probando una manera sostenible y eficaz para controlar la polilla del nogal o polilla de la almendra, la principal plaga de frutos secos en el Valle Central de California.
En un piloto demostrativo, el dron Yamaha Fazer R, del tamaño de un helicóptero pequeño, liberó sobre hileras de almendros una fina niebla de CheckMate NOW-F de Suterra, un disruptor de feromonas diseñado para desviar los rituales de apareamiento de las polillas que producen las larvas destructivas del gusano del ombligo (Amyelois transitella).
CONTROL DE PLAGAS SOSTENIBLE Y BASADO EN CIENCIA
La demostración, orquestada por el Centro de Agricultura Regenerativa y Sistemas Resilientes (CRARS) de la universidad, ofreció un vistazo al futuro del control de plagas, basado en la ciencia, la ecología y la practicidad.
“No se trata de acabar con los insectos, se trata de trabajar con la naturaleza”, explicó Emily Symmes, entomóloga jefe de Suterra. “Este tipo de feromonas no necesitan tocar las hojas para funcionar. Basta con que estén en el aire. Son específicas para cada especie, seguras para los trabajadores y no dañan a los insectos beneficiosos”.
El enfoque forma parte de la gestión integrada de plagas (GIP), una de las piedras angulares de la misión del CRARS. En el caso de las almendras, considera la eliminación de los frutos que quedan en los árboles tras la cosecha -un caldo de cultivo ideal para el gusano del ombligo-, el mantenimiento de suelos sanos y ahora, la pulverización aérea de feromonas que perturban el apareamiento.
POTENCIAL SOLUCIÓN A UN PROBLEMA DE SEGURIDAD ALIMENTARIA
Amyelois transitella, originario del hemisferio occidental tropical, lleva mucho tiempo afectando a los cultivadores de frutos secos de California. Las larvas ingresan a la cáscara de los frutos, consumiéndolos y crenado vías de entrada para esporas de moho que pueden producir aflatoxinas, un grave problema de seguridad alimentaria.

Pistacho afectado por la plaga.
Dado que California produce el 80% de las almendras del mundo y genera más de US$21 mil millones en ingresos económicos, la pulverización con drones representa un alto potencial para el control de esta agresiva plaga.
El dron cuenta con un patrón de vuelo que serpentea hacia delante y hacia atrás por las hileras de los huertos, cubriendo el terreno de forma eficaz sin necesidad de girar. Además puede permanecer en el aire alrededor de una hora por vuelo, y los costes de tratamiento oscilan entre US$100 y US$300 por acre, dependiendo del terreno.