Un grupo internacional de investigadores ha publicado un estudio en la revista Phytopathology sobre la respuesta de la vid a dos agentes de biocontrol frente al patógeno Neofusicoccum parvum, causante del decaimiento por Botryosphaeria.
El trabajo se ha centrado en los cultivares Chardonnay y Tempranillo, dos variedades de Vitis vinifera ampliamente cultivadas. Los científicos han utilizado técnicas de secuenciación de ARN (RNA-seq) y PCR cuantitativa en tiempo real (qRT-PCR) para analizar cómo Bacillus subtilis PTA-271 y Trichoderma atroviride SC1 ayudan a la planta a defenderse de este hongo.
El estudio se ha realizado en el marco del programa BIOVIGNE, con apoyo de Région Grand-Est, Grand Reims y BELCHIM Crop Protection France.
Los análisis de RNA-seq y las validaciones por qRT-PCR se han llevado a cabo en plataformas asociadas al proyecto. El objetivo principal ha sido conocer los cambios fisiológicos y moleculares que experimenta la vid cuando recibe tratamientos con estos agentes biológicos antes de ser inoculada con N. parvum.
Para ello, los investigadores aplicaron los agentes de biocontrol a las plantas, inocularon el patógeno y recogieron muestras foliares pocos días después. El análisis transcriptómico no dirigido mediante RNA-seq permitió identificar qué genes se activan o reprimen en respuesta tanto al patógeno como a los tratamientos protectores. Posteriormente, se validaron algunos resultados mediante qRT-PCR para confirmar la fiabilidad de los datos obtenidos.
Los resultados muestran que Chardonnay y Tempranillo responden de manera diferente ante la infección y la protección biológica. En Chardonnay, los principales cambios afectan a rutas metabólicas relacionadas con terpenos y carotenoides, mientras que en Tempranillo predominan las modificaciones en el transporte de aminoácidos y la fotosíntesis.
Cuando se aplican los agentes biológicos, también se observan diferencias: Bacillus subtilis PTA-271 induce en Chardonnay una respuesta centrada en la vía de los fenilpropanoides y otros procesos metabólicos secundarios; por su parte, Trichoderma atroviride SC1 provoca en Tempranillo una respuesta más amplia que afecta a numerosos procesos metabólicos.