En la actualidad, no solo los microorganismos tienen un papel importante en el control biológico de los campos. Según comenta el Dr. Walter Apaza, fitopatólogo y coordinador de la Clínica de Diagnósis de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), están creciendo las investigaciones y usos de los metabolitos de estos antagonistas, debido a que resultan más fáciles de utilizar frente a los microorganismos que son seres vivos y requieren de un proceso de adaptación en campo.
“Ahora está muy de moda y, particularmente, le veo bastante futuro a los metabolitos de los microorganismos antagonistas como el hongo Trichoderma o la bacteria Bacillus subtilis y otros. Estos tienen un mecanismo de acción, denominado antibiosis, mediante el cual segregan sustancias que son los metabolitos para inhibir a los patógenos a su alrededor. Se vienen formulando bastantes productos con estos metabolitos y les veo mucho potencial”, comenta.
Para obtener una formulación que se pueda aplicar en campo, se realiza un proceso de fermentación y se extraen los metabolitos. Entonces, al utilizar solo los metabolitos, se evita todo el proceso de adaptación que requiere el antagonista en campo al tratarse de un ser vivo.
Las investigaciones sobre metabolitos están avanzando a buen ritmo, tanto que ahora se comercializan productos basados en distintas cepas de hongos o bacterias. “Hay metabolitos de determinadas cepas de Trichoderma que son propios para contrarrestar el hongo de madera, otros funcionan para la botritys; así como para La Roya y las manchas foliares”, refiere.
Como en todos estos nuevos productos, resalta que es necesario ir probando su eficacia en campo. Recuerda que este tipo de control es siempre preventivo y hay que compatibilizar estos tratamientos con el uso de fungicidas. “Siempre es importante la evaluación, porque el mecanismo de estos metabolitos es más de tipo preventivo que curativo. En todo caso, en problemas como los hongos de madera, la prevención es lo que hay que hacer más que la curación, curar una madera muerta es imposible. Este tipo de producto puede inhibir el desarrollo del hongo de madera, como una especie de vacuna. Por eso, le veo mucho potencial a los metabolitos”, destaca.
EL MAYOR CEPARIO
Apaza comenta que en la Clínica de Diagnosis vienen realizando a terceros pruebas de sensibilidad in vitro de metabolitos. Al respecto, resalta que cuentan con el mayor cepario de Perú de hongos de madera y, por ello, pueden hacer con facilidad este tipo de pruebas. “Tenemos más de 600 aislamientos de Lasiodiplodia de todo el Perú identificados. Es un proyecto que se hizo con Prohass. También contamos con el mayor cepario de botrytis, gracias a que tuvimos dos proyectos, uno con Concytec y otro fue una tesis financiada por un fondo interno en la universidad. Además, tenemos todas las cepas de cladosporium de cítricos identificadas molecularmente.”, comenta.
Por ejemplo, refiere que tienen cepas de Botrytis que son resistentes y otras que son sensibles a distintos fungicidas. “En el laboratorio, podemos ofrecer pruebas in vitro de los metabolitos contra diferentes tipos de cepas, una sensible o una resistente. Somos el único laboratorio en el Perú que brinda este servicio, producto de las investigaciones que se hacen tanto en la facultad de agronomía como en la maestría de patología”, comenta.