En Colombia

Biocompost, una alternativa para la fertilidad del suelo y la nutrición de la palma de aceite

9 de enero de 2025

Proliferación de microorganismos en el suelo tras la aplicación de biocompost.

Durante el proceso agroindustrial de la producción de aceite de palma se generan racimos vacíos o tusa, que pueden ser aplicados directamente al suelo o pasar por un proceso de compostaje para mejorar su fertilidad. Esa ha sido la apuesta de Palmasol S.A.S., que desde hace más de diez años trabaja en ello.

Ximena González Vidal

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En el procesamiento de racimos de fruta fresca para la obtención de aceite de palma, una de las principales biomasas resultantes del proceso consiste en racimos vacíos (fibra y tusa) y aguas residuales (Palm Oil Mill Effluent-POME), los cuales se pueden aprovechar de diferentes formas. Sin embargo, el manejo de estos coproductos requiere  de estrategias adecuadas para minimizar el impacto ambiental negativo.

Así, el compostaje surge como una alternativa para aprovechar efluentes y transformar grandes volúmenes de biomasa en un producto valioso para su uso en el cultivo o como producto comercial en forma de abono o acondicionador orgánico para suelos.

Y es que, cuando se usa el compost hecho a base tusa o racimos vacíos se busca mejorar la fertilidad del suelo y suministrar parte de los nutrientes contenidos en dichos coproductos como complemento a la fertilización del cultivo. Esto lo sabe muy bien Palmasol S.A.S, que con el apoyo de Cenipalma se encuentra desarrollando un trabajo de investigación en el que se evalúa el efecto de dosis y formas de aplicación de compost de tusa en la fertilidad del suelo y el cultivo de palma de aceite en etapa joven (uno a tres años después de la siembra en campo), en un huerto ubicado en el municipio de San Martín, en el departamento del Meta.

Según Felipe Acuña, asesor en compostaje y biológicos de la compañía, vienen trabajando desde hace más de una década sobre el compostaje y cuál es la mejor forma de hacerlo. En este proceso dice, se dieron cuenta que, si tenían la materia prima (tusa y POME) y le daban las condiciones adecuadas de temperatura y humedad, a los 45 días lograban tener un abono orgánico, que es aprovechado por las plantaciones con la finalidad de mejorar las características físicas, químicas y biológicas del suelo, mejorando además la productividad y sostenibilidad del cultivo.

“Para la elaboración de nuestro abono orgánico o biocompost utilizamos la fibra del mesocarpio proveniente del fruto de la palma, el raquis, que es la tusa, y utilizamos también las cenizas de las calderas y el POME que es el afluente líquido”, explica Acuña sobre un proceso que se inicia con la mezcla de materiales según se disponga en las pilas de compostaje.

“Las pilas pasan por 4 etapas dentro del proceso de producción, marcadas principalmente por los cambios en la temperatura, en los cuales se dan los cambios físicos, químicos y biológicos de las materias primas hasta la obtención del abono y durante el cual se deben hacer volteos periódicos de las pilas según sus dimensiones y tipo de material usado”, sostiene.

Por otro lado, indica que, actualmente la planta extractora Entrepalmas S.A.S., procesa por año 175.000 toneladas de fruta, lo que se traduce en 23.000 toneladas de coproductos en base seca (fibra y tusa) y 160.000 m3 de POME que con el proceso representan 37.000 toneladas de biocompost de alta calidad que es llevado a las plantaciones.

Las pilas pasan por 4 etapas dentro del proceso de producción donde se dan los cambios físicos, químicos y biológicos de las materias primas.

ETAPAS DENTRO DEL PROCESO DE PRODUCCIÓN DE BIOCOMPOST

  1. Etapa mesofílica:Según explica el experto y de acuerdo con información de Cenipalma, es la que se da al inicio del proceso, cuando se mezclan las materias primas, se arman las pilas y su temperatura va, desde la temperatura ambiente hasta los 40°C en promedio. Esta etapa permite la mezcla e interacción de los microrganismos presentes en las materias primas usadas, con el resultado del aumento de las diferentes poblaciones de bacterias y hongos responsables del proceso de degradación de la materia orgánica. La duración suele ser corta y en muchos casos transcurre desde 24 hasta 48 horas.
  2. Etapa termofílica:También conocida como etapa termogénica por algunos autores ,debido al aumento de la temperatura, la cual, d media, se mantiene por encima de los 60°C, y en algunos momentos puede alcanzar los 70°C, e incluso más. Esta etapa es la de mayor duración, ya que representa generalmente, más de 50% del tiempo total del proceso, dependiendo de las materias primas. Al final, se observa una disminución gradual de la temperatura y cambios en el tamaño de las partículas del material inicial.
  3. Fase mesofílica: Suele durar unos diez días y en ella se identifica una disminución gradual de la temperatura por la estabilización de los materiales, disminución final del tamaño de partícula y de la actividad metabólica de los microorganismos termófilos (viven y prosperan a temperaturas relativamente altas), los cuales son sucedidos o reemplazados por microorganismos mesófilos (viven a temperaturas moderadas) que colonizan el sustrato y persisten en el producto final.
  4. Maduración: Es la etapa final de estabilización del producto, en el cual la temperatura es la del ambiente y se observan las características organolépticas finales: olor a suelo (algunos autores lo relacionan con olor a mantillo de bosque), color café oscuro y tamaño de partícula adecuado.

Una vez trascurrido el periodo de 45 días y cuando el compost está listo para ser llevado a campo, se definen los momentos de aplicación. En línea con esto, según Acuña, en la plantación normalmente realizan tres aplicaciones de fertilizantes al año, entre abril a octubre, dependiendo de los periodos de lluvia. Sin embargo, menciona que, con el compostaje que realizan hacen aplicaciones durante todo el año.

“Una vez entendimos la cantidad de biomasa o coproductos que tenemos y nuestra capacidad de procesamiento, empezamos a analizar cuánto debemos aplicar y cómo lo vamos a hacer”. Respecto a esto, explica que, están haciendo la aplicación de biocompost directamente al cuello de la palma, 200 kilos por palma, y no entre planta y planta para evitar que una se nutra más que la otra. “La hacemos palma por palma con búfalos”, dice.

Son muchos los beneficios que les ha generado el uso de compost en las plantaciones de palma de aceite, gracias a los manejos de buenas prácticas agronómicas del cultivo.

“Definitivamente el compost aparte de los impactos en productividad y los ahorros económicos nos permite devolverle la vida al suelo y evitar la degradación del mismo” dice y menciona que, precisamente por ello, empezaron a trabajar y a entender el suelo. “El suelo es un estómago que necesita comida constantemente y la comida la da la microbiología y esta se la podemos aportar mediante el compostaje”, recalca el experto.

“Con todo este proceso y un manejo integral hemos detectado que las palmas han logrado defenderse mejor frente a condiciones de estrés”, dice.

La compañía realiza aplicaciones durante todo el año en el cuello de cada palma.

MICROORGANISMOS EN COMPOSTAJE: PEQUEÑOS GRANDES ALIADOS 

Según Acuña, no hay duda de que los principales protagonistas en este proceso de elaboración de compost son los microorganismos: bacterias, hongos filamentosos y levaduras, quienes usando un arsenal de enzimas participan en la transformación de los materiales en abono orgánico, y muchos de ellos tienen efectos positivos en el suelo, favoreciendo el reciclaje de nutrientes y mejorando la nutrición vegetal y por ende la productividad.

Estos grupos de bacterias y hongos generalmente son clasificados según sus características bioquímicas y de afinidad con los diferentes sustratos presentes en la pila: celulolíticos, lipolíticos, amilolíticos y proteolíticos, entre otros. En las etapas de altas temperaturas en las pilas, la carga microbiana está representada por bacterias y hongos termofílicos. Además, puntualiza que, de momento no han recurrido al uso de ningún tipo de inoculante pues dejan que cada microorganismo siga su propio ciclo.

Una apuesta por la economía circular

Cuando se usa el compost de tusa o racimos vacíos se busca mejorar la fertilidad del suelo y suministrar parte de los nutrientes contenidos en dichos residuos como complemento a la fertilización del cultivo, pero más allá de esto, es una apuesta por el concepto de economía circular y de sostenibilidad en pro de promover efectos ambientales positivos como la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), e incrementar la captura de carbono en el suelo.

“Todos estamos mirando que hacer con los coproductos que quedan tras la extracción del aceite de palma, por eso muchos están mirando el compostaje como una alternativa donde partiendo de una excelente calidad pasa de ser un problema a una solución sostenible”, dice Acuña.

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Biologicals Latam es una revista digital trimestral de Redagrícola que informa de manera especializada sobre la intensa actividad que se está desarrollando en el espacio de los bioinsumos para la producción agrícola. Esta publicación en español e inglés es complemento del Curso Online de Bioestimulantes y Biocontrol y las conferencias que este grupo de medios realiza en torno al tema.