La compañía biotecnológica Tebrio ha desarrollado un novedoso revitalizador de suelos agrícolas que, además de actuar como fertilizante orgánico, mejora la asimilación de nutrientes esenciales y confiere al cultivo un efecto bioestimulante y fortificante que resulta clave ante diversos episodios de estrés.
Este producto se extrae de los excrementos del insecto Tenebrio molitor, comúnmente conocido como gusano de la harina, y supone una alternativa al uso de otros acondicionadores del suelo que acompañan al abonado de fondo en el cultivo de la patata, como la cianamida cálcica.
Gracias a su composición y contenido microbiano que coloniza el suelo, ejerce una acción fungiestática sobre especies patógenas tan peligrosas como los hongos rhizoctonia y phytohptora, o tizón tardío.
En un ensayo llevado a cabo en 2023 en el municipio de Brenes (Sevilla), con la variedad colomba de patata temprana, se constató además un incremento de la producción del 5,5%, consiguiendo un rendimiento de 52.256 kilos por hectárea.
La altura media de las plantas alcanzó los 44 centímetros y el peso específico promedio de los tubérculos fue de 1,20 gramos por centímetro cúbico, un 6,2% mayor que el de los recogidos en la zona testigo, pese a la meteorología adversa que se experimentó al final de la temporada.
Este consorcio microbiano en base a los excrementos de Tenebrio molitor, junto a su composición nutricional y su contenido en materia orgánica, permite al cultivo dinamizar la asimilación de nutrientes, reduce el estrés de origen abiótico que puede sufrir la planta y promueve el desarrollo vegetativo, lo que se traduce en una nutrición más eficiente y rentable para el agricultor con respecto a los métodos de abonado convencionales.
Este fertilizante, que presenta un pH que favorece el intercambio entre el suelo y la planta a todos los niveles, gracias a su contenido en quitina, promueve la retención de agua, oxigena el entorno radicular, lo sanea y mejora sensiblemente su porosidad.
Estas características le permiten activar las defensas naturales del cultivo frente a ataques externos y ciertas enfermedades comunes en los tubérculos, mejorando además la resiliencia del cultivo y, en consecuencia, se lograrán mayores producciones”
Cabe destacar que se trata de un producto cien por cien orgánico, apto para cultivos ecológicos y libre de residuos, que no contiene metales pesados, es inodoro y se deshace rápidamente en el suelo. Tampoco incorpora semillas indeseadas y tiene un índice de humedad inferior al 10%, lo que le permite conservar sus propiedades durante un largo periodo de tiempo en el almacén.