Es un hecho que la agricultura ha comenzado a incorporar cada vez más prácticas sustentables, como si se tratara de una nueva normalidad. En esa línea, la incorporación de productos biológicos se ha transformado en una tendencia, no solo en Chile, sino a nivel global.
Este comportamiento obedece también a comportamientos de consumidores “en la búsqueda de productos más sanos, con menos uso de químicos, pero que, finalmente, logren un producto equivalente en calidad y en condición. Y eso se ha ido logrando”, sostiene la gerente agrícola de Westfalia Fruit, Carolina Cruz.
Si bien indica que, en un inicio hubo una brecha bastante importante en términos del costo de estos productos, el que inicialmente era muy alto, hoy en día se cuenta con una gran oferta, que ha permitido incorporar estos productos con mucho éxito en los programas fitosanitarios de todas las especies, particularmente en aquella donde el concepto de una producción orgánica tiene un valor agregado.
“Me refiero a lo que se ha hecho en arándanos, en vides para vino, aunque hoy en día ya los estamos incorporando -lento, pero con algunos casos de éxito-, también en uva de mesa”, indica Cruz.
-¿Cómo ves el ‘boom’ que están teniendo los biológicos en América Latina?
-Tenemos que aliarnos a esta estrategia de sustentabilidad. Sobre todo, porque no solo significa aplicaciones más sanas sobre la fruta, sino que también podemos trabajar en el suelo incorporando microorganismos que potencien el desarrollo de las plantas. Dada la condición de estrés abiótico que vivimos a nivel mundial, con altas temperaturas, con desertificación. Lo que hemos vivido en Chile en los más de 12 años de sequía, nos ha dejado muchas enseñanzas, entre ellas, esto de ir potenciando a la planta para su autodefensa. Creo que vamos avanzando con mucha fuerza.
-Particularmente, en las industrias donde tú participas y también desde tu puesto en Westfalia, ¿cómo ha sido esta adopción?
-Los avances han sido bastante rápidos. Tenemos industrias como la peruana que ha tenido un crecimiento muy dinámico. Lo mismo está pasando en Colombia. Yo lo estoy viendo en el caso específico de mi trabajo en Westfalia, que está muy ligada al cultivo del palto. Entre los desafíos que nos ha impuesto la industria, a nivel de consumidor o de las cadenas de supermercados, han obligado a que vayamos incursionando con mucha fuerza en el desarrollo y la incorporación de productos biológicos. Tanto en Sudáfrica como en India, donde hoy día se está desarrollando con tanta fuerza, vemos un impulso muy importante para incorporar programas basados en conceptos medioambientalmente amigables, porque te dan un ‘plus’, que ya no es un asunto solo de imagen, sino de resultados reales respecto a potenciar internamente a las plantas y hacemos que el suelo sea un acompañante en la producción. Así también, cómo mitigamos aspectos del medio ambiente que nos están poniendo bastantes trabas para lograr producciones importantes.