Las llamadas ‘megatendencias’ globales, huella hídrica, conservación del suelo, y biodiversidad microbiana, también están redefiniendo la agricultura mexicana. Los bioestimulantes encajan naturalmente en este paradigma de producción sostenible.
“El agua y el suelo son los grandes temas. Los bioestimulantes ayudarán a mejorar la eficiencia del uso del agua y a reactivar la vida microbiana en el suelo. Son tecnologías alineadas con la tecnología moderna y empresarial”, explica Óscar Cruz de Innovak Global.
Así mismo, destaca que, a medida que las certificaciones ambientales y las exigencias de los compradores internacionales se vuelven más estrictas, los bioinsumos-bioestimulantes, biocontrol y biorracionales, se perfilan como componentes centrales de la agricultura del futuro.
“El panorama a mediano plazo es optimista. Se proyecta que el mercado mantenga un crecimiento anual de dos dígitos durante los próximos cinco a diez años”, dice y menciona que, si bien las cifras varían, podría decirse que, hoy en día, el mercado de bioestimulantes en México podría estar entre los US$1.100 y US$1.200 millones. “Hace cinco años se estimaba que el valor del mercado en este tipo de productos rondaba los US$400 O US$ 500 millones”, señala Cruz.
CULTIVOS DE ALTO VALOR Y DE EXPORTACIÓN IMPULSAN EL SECTOR BIO
Óscar Cruz, de Innovak Global.
No hay duda de que México es el mercado más grande de cultivos de alto valor en América Latina y, tal vez, a nivel mundial. Y las cifras demuestran la importancia del país, en la industria agrícola global. A modo de ejemplo, el sector del aguacate tiene una superficie de más de 200.000 hectáreas (ha) y los berries (fresa, frambuesa, mora y arándano) agrupan hoy más de 50.000 ha.
En este gran mercado agrícola, se han ido incorporando diferentes tecnologías y los bioinsumos son una de ellas, sobre todo porque los productores de cultivos de alto valor y cultivos de exportación, buscan sobre todo temas de calidad más allá de cantidad.
“En cultivos frutales como aguacate, manzana, berries o nogal pecanero, hay ciertos atributos reconocidos por el mercado que tienen que ver con color, con sabor, con tamaño y digamos que un manejo técnico normal de fertilización y de control de plagas y de control de enfermedades, hablando del uso de agroquímicos no necesariamente va encaminado a este tipo de atributos. Mientras que, la bioestimulación como tal si va enfocada, por ejemplo, a concentración de grados Brix, atributos de color, vida poscosecha”, explica Cruz, añadiendo que en lo que se refiere a la bioestimulación, se enfoca en reforzar o buscar que esos atributos resalten, porque el mercado está dispuesto a pagar un sobreprecio por ellos.
Mientras que en cuanto a la calidad, se puede mencionar al calibre o a las características organolépticas de la fruta. “Una fertilización tradicional puede ayudarte, pero yo creo que la bioestimulación es el punto fino que va a resaltar estas propiedades”, precisa, sobre en tiempos de incertidumbre e inestabilidad climática.
“Excesos de humedad o días en que no llueve nada y temperaturas extremas han generado una necesidad en el mercado de productos que ayuden a mitigar el estrés abiótico, pero también el estrés biótico causado por ciertos patógenos o por situaciones de origen natural”, sostiene el especialista de Innovak Global.
“Un futuro entusiasta”
“Nosotros estamos muy entusiastas como empresa, obviamente siendo mexicana y siendo el mercado mexicano uno de los más atractivos en el nicho en el que estamos. Seguimos proyectando crecer en el país, pero también estamos detectando excelentes oportunidades fuera de México. Vemos oportunidades de crecimiento en países como Colombia, Brasil, Perú, y además estamos creciendo en Turquía y en el mercado de EE UU. Definitivamente, creo que la gran oportunidad en escala de crecimiento para Innovak, ya teniendo una posición sólida en México, es el extranjero”, explica Óscar Cruz.
RESPUESTA EFICAZ A LAS MEGATENDENCIAS
Por ello es que hace un par de años lanzaron al mercado Haddak, un producto que se enfoca en lo mencionado líneas arriba, y que se acopla muy bien a lo que la compañía ha definido como las megatendencias, y que afectan la huella hídrica, la calidad de los suelos y la importancia de la biodiversidad microbiana del terreno.
Y, lo que es importante, es que estas megatendencias hacen que este tipo de productos encajen bien en la agricultura moderna. “Más que moderna, en una agricultura empresarial que tiene que ver con cultivos de alto valor de exportación. Porque una cultura básica no te va a reconocer todavía este tipo de productos, en un futuro lo van a tener que hacer. Es decir, va a ser parte de la sostenibilidad, sin duda en productos como el arroz, como la caña de azúcar, como el fríjol, entre otros que son cultivos de consumo masivo y que están directamente relacionados con la necesidad de abastecer la demanda de alimentos”, explica.
Pero, en una época de crecimiento, ¿hay alguna barrera que impida un crecimiento más acelerado de este tipo de producto en México?
“No. De hecho, lo que veo es que, cada vez hay más competidores. El mercado mexicano es muy especial y aunque sobresalen muchas empresas internacionales, a nivel local cada vez surgen más empresas en zonas como Sinaloa, Sonora y Michoacán ya sea con productos a base de aminoácidos, mezclas de algas, entre otros. Por eso no veo barreras, al contrario, ahora muchos quieren participar en este mercado. La competencia siempre es bienvenida y por eso en Innovak nuestro sello es la innovación constante”, explica Cruz.
