Mejor establecimiento de los cultivos, reducción del impacto ambiental y facilidad de siembra. Estos son solo algunos de los beneficios que ofrece el proceso conocido como recubrimiento de semillas, con el que se busca uniformar la forma, el tamaño y el peso. La gran mayoría de las veces, estas coberturas se basan en polímeros, que dejan residuos en el ambiente. Para ofrecer una alternativa orgánica, dos compañías se unieron y crearon “Frasscoat”, que entrega una protección biodegradable para semillas, a base de una biorresina impregnada en un plaguicida creado a partir de excrementos de insectos.
La idea de Frasscoat (“Frass” significa excremento de insectos y “coat”, abrigo) surgió tras una conversación entre AgriGrub, que transforma residuos orgánicos de insectos en alimento para ganado y abono, y Cambond, fabricante de productos de biorresina y artículos para el hogar, a finales de junio pasado en el Royal Norfolk Show Innovation Hub, organizado por Agri-TechE.
El debate fue facilitado por la Dra. Lydia Smith del Instituto Nacional de Botánica Agrícola de Reino Unido (NIAB), experta en economía circular, que vio la oportunidad de una colaboración entre las dos organizaciones para abordar el reto al que se enfrenta la agricultura tras la retirada de muchos productos químicos utilizados para el tratamiento de las semillas.
DESARROLLO Y COMPONENTES DEL BIOINSUMO
El producto fue desarrollado por WASWARE, empresa inglesa filial de Cambond que recicla plástico, para crear un tratamiento de semillas que aumenta la germinación y la supervivencia de las plántulas, mejora el crecimiento y repele las plagas, sin dejar residuos químicos.
El producto fue presentado por el profesor Xiaobin Zhao de WASWARE, en la exposición de empresas emergentes de Agri-TechE REAP 2022.
AgriGrub utilizó quitosano, un estimulante natural del sistema de defensa de las plantas, para crear un ingrediente activo para la protección de cultivos. La quitina procede de los excrementos de insectos producidos por las larvas de las moscas soldado negro que se alimentan de restos de fruta. Cambond, por su parte, creó una biorresina a partir de granos secos de destilería, un subproducto de la producción de whisky, que al combinarse con restos vegetales, ofrece una alternativa a los plásticos derivados del petróleo.
Ambas empresas colaboraron en el desarrollo de Frasscoat con WASWARE, la rama de negocio agrícola de Cambond, para llevarlo al mercado.
RESPONSABLE CON EL MEDIO AMBIENTE
El profesor Xiaobin Zhao explicó que ″Frasscoat tiene el potencial para ser la primera tecnología de recubrimiento de semillas con certificación ecológica. Los tratamientos de semillas suelen utilizar un polímero que contiene un pesticida para proteger el cultivo durante la emergencia. Estos productos químicos dejan residuos en el suelo y no son adecuados para los cultivos ecológicos”.
Y agrega que “al combinar un bioplaguicida desarrollado de forma natural por los insectos y una biorresina creada a partir de materiales vegetales y procesos biológicos, el resultado es un producto fitosanitario altamente eficaz, biodegradable y que proporciona usos a materiales que de otro modo se habrían desperdiciado.″
RESULTADOS PRELIMINARES
WASWARE ha llevado a cabo ensayos de Frasscoat con el NIAB, el Centro John Innes y Rothamsted Research para verificar los resultados, que hasta ahora son muy prometedores: se aumenta la germinación de las semillas (>20%) y se estimula el crecimiento de las plántulas. También hay pruebas de las propiedades de resistencia a las plagas.
La directora de Agri-TechE, Dra. Belinda Clarke, señaló que aumentando la tasa de germinación y promoviendo un fuerte crecimiento de las plántulas se mejora la resistencia y el rendimiento de los cultivos. “Estoy segura de que la tecnología de WASWARE suscitará un gran interés en el ecosistema de la innovación agrotécnica”.