Un equipo de investigadores brasileños y estadounidenses ha identificado un hongo antártico con potencial para el desarrollo de biopesticidas naturales. Se trata de Penicillium palitans, un microorganismo hallado en sedimentos marinos profundos del Océano Austral, que produce compuestos bioactivos con propiedades antifúngicas y fitotóxicas.
El estudio, desarrollado por científicos de la Universidad Federal de Minas Gerais (UFMG), la Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), analizó en laboratorio muestras del hongo recolectadas a más de 400 metros de profundidad y descubrió dos sustancias clave: penienona y palintatina.
La primera demostró una potente acción antifúngica y capacidad para inhibir la germinación de semillas de Agrostis incluso en bajas concentraciones. También fue eficaz contra Colletotrichum fragariae, un hongo patógeno que causa antracnosis en diversos cultivos. La segunda mostró efectos fitotóxicos moderados.
LA ANTÁRTIDA, UNA FUENTE PROMETEDORA DE COMPUESTOS BIOACTIVOS
Luiz Rosa, coordinador del estudio y profesor de la UFMG, señaló que el uso excesivo de pesticidas convencionales ha generado resistencia en las plagas y efectos negativos en el ambiente. En ese sentido, destacó que hongos extremófilos como P. palitans representan una opción innovadora para la formulación de productos agrícolas más seguros y eficientes, aunque acotó que se requieren estudios adicionales antes de su aplicación comercial.
Sonia Queiroz, investigadora de Embrapa, remarcó que la identificación de nuevas moléculas bioactivas no solo contribuiría a reducir la dependencia de agroquímicos sintéticos, sino que también podría alinearse con el concepto de “Una Sola Salud”, que vincula la salud humana, animal y ambiental. No obstante, dijo, la transformación de estos compuestos en biopesticidas requiere pruebas toxicológicas y ecotoxicológicas para evaluar su seguridad y eficacia en condiciones reales.
Por su parte, Débora Barreto, investigadora de la UFMG, consideró que la Antártida alberga una diversidad microbiana en gran parte inexplorada, con microorganismos adaptados a condiciones extremas como bajas temperaturas y alta salinidad, lo que convierte al continente en una fuente prometedora para la búsqueda de nuevos compuestos con aplicaciones biotecnológicas.
Según informa AgNews, el estudio forma parte del Programa Antártico Brasileño (Proantar) y cuenta con financiamiento del Consejo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (CNPq). Además, recibe apoyo logístico de la Secretaría de la Comisión Interministerial de Recursos del Mar (Secirm) de la Marina de Brasil. Los investigadores esperan que la bioprospección de organismos extremófilos continúe brindando soluciones innovadoras para la agricultura sostenible a nivel global.