Galicia es la comunidad española con más kilómetros de costa y todo lo que se genera en ella tiene potencial como motor económico. Por ello, la empresa Orixe Salgada aprovecha las algas de arribazón para crear bioestimulantes naturales de alto rendimiento, pensados para una agricultura más ecológica, eficiente y respetuosa con el medio ambiente.
“Somos una biotecnológica que trabaja para aprovechar los compuestos bioactivos vegetales a través de técnicas innovadoras que no utilizan productos químicos ni altas temperaturas, solo procesos físicos” explica Elena Fontán Alende, cofundadora de este proyecto.
Esta biorrefinería de algas, así la define la propia Fontán es un proyecto pionero en Galicia. “No existe otra empresa que recoja las algas de arribazón y las transforme en fresco en otros productos”, asegura y explica que, la clave reside en su “proceso de micronizado, es decir, triturar estas plantas para que las paredes de las células que contienen los principios activos se rompan y se liberen sus compuestos bioactivos”.
A día de hoy, ya han sacado al mercado su primer producto hecho con arribazón. Se llama Green Boost UL y se emplea en actividades relacionadas con la agricultura. “Contiene más fibras solubles e insolubles que otros productos hechos a base de algas verdes, aporta “clorofila” al campo y ayuda a regenerar los ecosistemas que están degradados”, dice Fontán.
De momento solo lo venden su producto en España pero también están intentando exportarlo a países como Brasil o Italia. A nivel nacional, tiene gran demanda en los viñedos de las Rías Baixas y La Rioja. “Nuestros clientes son bodegas que, por normativa, están intentando emplear menos productos fitosanitarios”.
Actualmente, su trabajo está enfocado en la comercialización de productos para el sector agrario y cuentan con clientes fijos que les han acompañado desde su inicio, como las bodegas Paco & Lola o Condes de Albarei. “Gracias a ellos podemos demostrar que nuestro producto funciona en el campo, destaca la fundadora. También están trabajando con otras empresas del sector primario, como Cultivo Gallego, que hacen agricultura biointensiva.


