Es habitual atribuir la cuaja a la disponibilidad de polen o a la actividad de abejas. Sin embargo, incluso con buen movimiento de polen, la fecundación puede fallar si el óvulo deja de ser viable antes de que el tubo polínico alcance el saco embrionario (Figura 1). En ese intervalo crítico la viabilidad del óvulo es el componente más frágil del período de polinización efectiva (PEP), y condiciona la ventana real para obtener frutos (Sanzol y Herrero, 2001). Comprenderlo permite anticipar pérdidas, ajustar decisiones de manejo en floración y en ciertos casos bioestimular para ganar uno o dos días decisivos.

Figura 1. Esquema del pistilo y germinación del grano de polen.
PEP: TRES ENGRANAJES Y UN CUELLO DE BOTELLA
El PEP se define como el número de días durante los cuales la polinización es efectiva para lograr la fecundación. Está determinado por la interacción entre (i) la receptividad del estigma, (ii) el tiempo de crecimiento del tubo polínico desde el estigma al ovario y (iii) la longevidad del óvulo, es decir, por la vida útil del saco embrionario (Figura 2). Si el óvulo “expira” antes de la llegada del tubo, no hay fecundación pese a una polinización correcta.
En manzano, se han documentado receptividades de estigma de 6–9 días y tiempos de crecimiento del tubo de 5–7 días, mientras que la longevidad del óvulo declina hacia los 8–10 días, acotando el PEP a ventanas cortas (Roeder et al., 2021).
En Prunus (cerezo, ciruelo, almendro), la viabilidad del óvulo decae con rapidez y es muy sensible al ambiente; por ello, la probabilidad de semilla fecundada depende menos de “cuánto polen llega” al estigma y más de “cuándo llega” respecto de la vida útil del óvulo.
Existe una estrecha interacción entre los tubos polínicos en crecimiento y el pistilo. Esta interacción, basada en un sistema de soporte-restricción del pistilo, controla tanto la cinética del tubo polínico como la direccionalidad hacia el óvulo.
Cuando el clima es cálido en floración, el ‘reloj’ del óvulo corre más rápido que el del tubo polínico: el PEP se acorta y la cuaja sufre.
TEMPERATURA: EL MODULADOR DEL RELOJ REPRODUCTIVO
La temperatura actúa en sentidos opuestos sobre dos engranajes del PEP: acelera la cinética del tubo polínico y, a la vez, acorta la viabilidad del óvulo. En estudios controlados y de campo, temperaturas elevadas aceleran los tubos polínicos pero precipitan la senescencia del estigma y del óvulo, reduciendo el PEP; en contraste, temperaturas frescas lo prolongan pero ralentizan el tubo, pudiendo “empatar” o simplemente no llegar a tiempo.
Esto explica por qué temporadas o zonas cálidas con buena actividad de abejas pueden terminar en baja cuaja: el cuello de botella no es la polinización, sino la vida útil del óvulo.
CALIDAD DE LAS FLORES: EL POTENCIAL BASE
Si bien la temperatura en la época de floración afecta claramente el PEP, sorprendentemente el desempeño de las flores en condiciones ambientales idénticas puede ser bastante diferente en relación con el PEP.
Existe consenso que esta variación está determinada fuertemente por la “calidad de la flor” a través de su influencia en la longevidad del óvulo y la receptividad estigmática y se ve afectada por varios factores, incluidas las temperaturas previas a la floración, la edad del árbol, la nutrición, la madera frutal, la carga del año anterior, entre otros.
Por otro lado, la germinación del grano de polen está altamente determinada por la calidad de este y por las condiciones ambientales, principalmente la temperatura, pero también por la calidad del estigma, que proporciona humedad, azúcares y nutrientes para su germinación.
Pero una vez que el grano de polen logra germinar y el tubo polínico traspasar el estigma, es el estilo el que proporciona los nutrientes y señales necesarias para su crecimiento, mediados por la temperatura.

Figura 2: Periodo efectivo de polinización y calidad de las flores
DIAGNÓSTICO EN FLORACIÓN: ¿PÉRDIDAS A CAUSA DE LA VIABILIDAD DEL ÓVULO?
Indicadores de riesgo:
Pronósticos con máximas > 20 °C durante 2–3 días en plena floración
Variedades con PEP naturalmente breve
Baja coincidencia de floración entre polinizantes o baja densidad de abejas en períodos críticos
En Prunus, variedades con baja longevidad del óvulo
Calidad de las flores: alta carga el año anterior, vigor alto, deficiencia de N
¿SE PUEDE BIOESTIMULAR LA VIABILIDAD DEL ÓVULO?
Bajo la noción de bioestimulación en floración caben insumos que modulan la fisiología reproductiva para mejorar la fecundación y la cuaja. Se busca reducir el deterioro del estigma, favorecer el desempeño del tubo polínico y prolongar la vida útil del óvulo.
La evidencia se centra en estrategias que prolongan la longevidad floral, especialmente útiles en escenarios cálidos y condiciones de estrés. En términos fisiológicos, la señal del etileno acelera la senescencia del pistilo; al atenuarla o bloquearla, es posible “ganar tiempo” antes de la degeneración del saco embrionario. Este marco hormonal ha mostrado consistencia con observaciones en frutales.
En este contexto, el AVG (aminoetoxivinilglicina) actúa inhibiendo la síntesis de etileno, mientras que el 1-MCP (1-metilciclopropeno) bloquea su acción. Ambos han sido evaluados como herramientas para mejorar el cuajado de frutos cuando el factor limitante es la vida útil del óvulo.
Los extractos de algas (Ascophyllum nodosum, AN) muestran mejoras de tolerancia al calor y, ocasionalmente, de cuaja por vías indirectas (antiestrés, metabolismo, micronutrientes). Estudios locales en uso de extracto de AN en plena flor de cerezos resultaron en una mejora del rendimiento y calibre, lo cual se atribuyó a una mayor cuaja de frutos y desempeño de la planta. Estudios posteriores, revelaron que las aplicaciones de AN en plena flor redujeron la senescencia de los óvulos de cerezos.
En nutrición, el boro y calcio son esenciales para la germinación y el crecimiento del tubo polínico y funcionalidad de las paredes. Las aplicaciones de B en situaciones bajo deficiencia han resultado ser favorables. No obstante, su efecto en cuaja no es universal. La recomendación es corregir deficiencias confirmadas y evitar recetas “a ciegas”.
APUNTE FINAL
La viabilidad del óvulo declina por procesos de senescencia y estrés oxidativo. El calor acelera esa trayectoria; por ello, “ganar un día” mediante logística de polinización, regulación del etileno o estrategias antiestrés puede marcar la diferencia entre una semilla viable (y un fruto retenido) y una flor perdida.
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Judith Villafaña
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