El optimismo de Vikram Shroff es contagioso. El empresario de origen indio dice que la humanidad ha sido capaz de resolver gran parte de sus desafíos gracias al avance tecnológico, tal como ha sucedido con la producción de alimentos en las últimas décadas. “La agricultura ha conseguido alimentar al mundo pese a la explosión demográfica en países como China e India”, dice.
Se reconoce como un optimista y dice que las preocupaciones alimentarias se resolverán. Apuesta a que la ciencia seguirá encontrando soluciones ante los nuevos retos que generan el cambio climático, la resistencia de las plagas y enfermedades, así como el desequilibrio en los suelos. Lo dice en su rol de director ejecutivo de la multinacional de agroinsumos UPL, organización a la que busca poner en el centro de las soluciones globales para conseguir una agricultura más sostenible en lo ambiental, en lo social y en lo económico. En un paso por Chile, Shroff habló con Redagrícola sobre los grandes desafíos mundiales en la agricultura. “La sostenibilidad para UPL es la sostenibilidad del agricultor”, dice. “El mundo no será sostenible si no tiene una agricultura sostenible”.
-Cuándo Ud. habla de sostenibilidad, ¿a qué se refiere?
“Hay una parte que tiene que ver con las innovaciones que hacemos como compañía. Procesos limpios de fabricación, reciclaje de agua, gestión de residuos, uso de energías renovables que son la fuente del 50% de la electricidad en nuestras plantas. UPL ha sido un innovador global en estos aspectos. No obstante, el impacto más relevante es en lo que podemos hacer en el área de productos biológicos para que sean usados por los agricultores. Este es un desarrollo muy importante, en el que la biología y la química deben trabajar juntas de la mano. Si no, no va a surgir: la agricultura orgánica es importante, pero se ha mantenido en el 2% del total durante los últimos 20 o 30 años”.
-¿Por qué no se acerca al 100%?
“Es imposible: es demasiado costosa y no es lo suficientemente productiva. No hay que olvidar los logros que ha conseguido la agricultura convencional basada en agroquímicos: ha alimentado al mundo, pese a la explosión demográfica de India y China. Eso se debe a nuestra industria y la industria de semillas. Hoy, hemos aprendido más cosas nuevas sobre el mundo, el cambio climático, la agricultura, los gases de efecto invernadero. Y a medida que aprendemos, nos adaptamos y avanzamos. Así que UPL ve esto como un problema muy positivo para resolver, pese a la falta de prioridad que se le da al tema a nivel global”.
-¿Cómo lo están haciendo?
“Tenemos un programa llamado Pronutiva donde combinamos nuestros productos biológicos, con insumos químicos cuando es necesario. Este trabajo busca trabajar directamente con el agricultor, procurando que tenga rentabilidad desde el primer día, a la vez que aumenta su rendimiento, la calidad de su producción, disminuyendo el uso de agua, mejorando la salud del suelo y la biodiversidad. Estamos enfocados en que el agricultor aumente su sostenibilidad: todas nuestras métricas apuntan a la sostenibilidad del agricultor y a su resilencia ante el cambio climático. Si nuestro agricultor es sostenible, entonces UPL es sostenible. No solo se trata de insumos agrícolas. En algunas partes de India y África ofrecemos seguros, pues hemos visto que muchos agricultores de esas regiones, si sufren pérdidas, se arruinan y no puede cultivar para el año siguiente. La amenaza a la sostenibilidad puede deberse a la falta o exceso de agua, a la resiliencia climática, a la gestión de residuos… Y para cada una de estas cosas, tenemos un programa”.
“América Latina alimenta el mundo. La gente no se da cuenta de que América Latina es la despensa de alimentos del planeta. Sus campos son rentables y cumplen con las normativas ambientales”
-¿Este proceso hacia la agricultura sostenible implica reducir el catálogo de insumos químicos tradicionales? ¿Podemos imaginar una agricultura sin químicos en el futuro?
“Estamos haciendo muchas innovaciones para desarrollar nuevos productos basados en nuevas tecnologías biológicas. Tenemos una filosofía llamada OpenAG que busca fomentar tanto la investigación dentro de la empresa como la colaboración con centros de investigación o ‘startups’ que estén desarrollando avances de manera propia. Tenemos además a NPP (Natural Plant Protection), nuestra unidad de negocios que ofrece productos para biocontrol y bioestimulación y que es muy importante. Pero eso no significa que los químicos deban salir de los manejos; no se trata de una lucha de uno contra el otro. Hay veces en que hay que combinar las soluciones químicas con las biológicas. Cuando tienes una fiebre alta, necesitas un medicamento fuerte. Muchas veces el químico es esa medicina. Hoy tenemos cambio climático, humedad extrema, sequía extrema, plagas invasoras, tormentas ciclónicas. Estamos viendo que diferentes enfermedades se propagan más rápido. Diferentes insectos están viajando por el mundo más rápido. Muchos están desarrollando resistencia más rápido, tanto a las fórmulas biológicas como las químicas. Así que creo que el número de productos químicos que se ofrecen a un agricultor no debería reducirse”.
LAS EMPRESAS QUE TOCAN A SU PUERTA
-¿Serán las adquisiciones de empresas un camino que seguirá tomando UPL?
“Absolutamente. UPL ha realizado más de 70 adquisiciones a nivel global. Algunas son muy pequeñas, otras son grandes. Todas han sido adquisiciones amistosas, en que la contraparte ha querido vender, porque nos ven como una empresa con una cultura que se alinea con su pensamiento. Entonces, si surge esa oportunidad, sí, lo consideraremos. ¿Vamos a gastar miles de millones de dólares? Potencialmente no. Pero tenemos un balance bastante sólido y las pequeñas adquisiciones sucederán.
-¿Qué tipo de empresa debería tocar su puerta?
“En nuestro plan Open Ag estamos trabajando con empresas familiares, distribuidores, fabricantes de productos químicos, soluciones biológicas de todas partes del mundo. Muchas son empresas cuya propiedad está pasando de una generación a otra, que no está tan interesada en seguir en el negocio. Buscan una salida y quieren trabajar con nosotros por nuestro historial de cultura empresarial”.
-¿Qué porcentaje de los ingresos de UPL hoy son originados por productos biológicos?
“Es cerca del 10% de nuestras ventas: es una participación aún pequeña, pero que nos convierte en uno de los más grandes del mundo en este campo. Nuestra línea de productos NPP ha crecido mientras que los productos tradicionales han disminuido. Una muestra de que vamos en la dirección correcta”.
EL ROL DE AMÉRICA LATINA
-¿Qué tan importante es América Latina en todos estos planes de UPL?
“Es clave. América Latina alimenta el mundo. La gente no se da cuenta de que América Latina es la despensa de alimentos del planeta. Sus campos son rentables y cumplen con las normativas ambientales. En Chile, pueden ser la uva de mesa, la cereza o los arándanos; en Brasil es la soya. La quinua y muchos cereales provienen de América Latina. La región es un jugador clave en la seguridad alimentaria mundial. Tenemos un dicho en la empresa: si la producción agrícola en América Latina o su cadena de suministro sufre un 5%, los precios mundiales de los alimentos aumentarán en 25%. Y si sufren un 10%, habrá hambruna en muchos lugares. La gente no aprecia la contribución de esta región en el abastecimiento global de alimentos”.
-¿Qué tema estratégico es al que está dedicando más tiempo?
“Es al tema de la regulación global que está siendo liderada por Europa, un continente con seguridad alimentaria, con una población decreciente y con muchos subsidios a la agricultura. Europa quiere establecer un nivel de cero residuos a productos que ellos consideran con cero valor. Pero eso afecta a regiones agrícolas como América Latina, Estados Unidos o Canadá. Incluso Japón o India. Es un tema en que debemos trabajar como industria, para explicar por qué se necesitan diferentes modos de acción. Europa quiere nivel cero de residuos en insumos que en América Latina son muy necesarios para la rentabilidad y sostenibilidad de los agricultores, porque necesitan estos productos para los ataques de enfermedades y plagas. Son medidas que generarán inflación alimentaria. Tal vez Europa pueda permitírselo, pero el resto del mundo, no. Europa está impulsando una legislación que afecta al mundo y que hará que la seguridad alimentaria mundial sea insegura. Así que estamos preocupados por eso y cómo trabajamos y entendemos y explicamos a la gente”.
-Pese a ello, tiene una visión muy optimista sobre el futuro…
“He sido bendecido al estar en una empresa que pasó de una decena de millones a un par de miles de millones. Nuestra gerencia y yo creemos que la tecnología puede resolver la mayoría de los problemas de la agricultura y del mundo. Y el mundo está mejorando cada vez más en muchas formas. Si ves estadísticas, el mundo está mucho mejor que hace algunos años. Y creo que, con la variedad de tecnologías en las que UPL trabaja, la agricultura se volverá más sostenible, los agricultores serán más sostenibles. Creo que las preocupaciones alimentarias se resolverán. Soy un creyente muy optimista en nuestra industria, en la alimentación y en la tecnología”.
“Hoy, hemos aprendido más cosas nuevas sobre el mundo, el cambio climático, la agricultura, los gases de efecto invernadero. Y a medida que aprendemos, nos adaptamos y avanzamos”