La compañía llevará sus soluciones a la acuicultura, ganadería y espera hacer lo propio con la cosmética y farmacéutica

Kimitec, con el objetivo de impactar a toda la cadena alimentaria

16 de August de 2023

Tras la implementación de la plataforma de inteligencia artificial Linna, uno de los objetivos prioritarios es acelerar el proceso de investigación y desarrollo.

Entre finales de 2022 e inicios de 2023, Kimitec hacía tres grandes anuncios a la industria agrícola global, que le permitirán seguir innovando y desarrollando productos 100% biológicos, teniendo en mente una estrategia aún más ambiciosa: dar el salto a otros sectores.

Rodrigo Pizarro Yáñez

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“En 2018 intentaron comprarnos 28 veces y en 2019 van 19”, decía hace poco menos de cuatro años Félix García, CEO de Kimitec, en una entrevista con esta revista y con este periodista, graficando el interés que había aquel entonces por hacerse con empresas dedicadas a la fabricación de bioinsumos, en acuerdos que, en muchos casos, significaron operaciones por cientos de millones de dólares. Pocos meses después, cuando todo el mundo vivía confinado por culpa del Covid-19, la historia se volvía a repetir con esta empresa basada en Almería, España, aunque ninguna oferta llegaría a término.

“Hemos recibido y seguimos recibiendo ofertas, tanto de compañías como de fondos de inversión”, confirma hoy en día Alejandro de Las Casas, socio, cofundador y CEO internacional de Kimitec. “Nuestra política es clara. No vamos a vender la compañía bajo ningún concepto”, dice con claridad.

Alejandro de Las Casas, CEO Internacional de Kimitec.

Por ello, sorprendía cuando a inicios de octubre de 2022, se anunciaba que el Banco Santander compraba el 5% de Kimitec y MAAVi, el mayor hub de biotecnología natural de Europa. De Las Casas aclara que este es un acuerdo estratégico, sobre todo para dar el salto a otros sectores de la economía. Para la entidad financiera, Kimitec ha sido la primera empresa no ‘fintech’ en la que han decido invertir. “Eso les permite ya no solo ofrecer un servicio financiero, sino todo lo que es Kimitec y MAAVi. Por parte nuestra, tener acceso a la cartera de clientes que ellos tienen en la industria agrícola. Ha sido un acuerdo ‘win-win’, y del cual nos sentimos muy cómodos. No han entrado en el ‘gobernance’ de la empresa. Esa fue una condición que pusimos, con lo cual siempre fue un acuerdo de inversión, buscando darnos valor a ambas compañías”.

El valor de una empresa como Kimitec es hacer ciencia visionaria, pero a la vez, muy terrenal, respondiendo a la necesidades reales de la industria agrícola, donde quiera que se desarrolle, ya sea en el Mediterráneo español, en el Valle Central de Chile, en California o en las desérticas tierras del peruano Olmos; siempre con una misión muy clara: facilitar la transición de la química de síntesis al natural en la producción de alimentos para cambiar la manera de producir alimentos en el mundo.

El del Banco Santander fue uno de tres grandes acuerdos que la compañía firmó en solo cinco meses. Otro de ellos involucra a Bayer, la gran empresa química alemana, con la cual suscribieron a inicios de 2023 un acuerdo global estratégico para el desarrollo de todas sus soluciones biológicas en los próximos años. “Bayer ha decidido hacer parte de su innovación y desarrollo de productos a través de terceras compañías y de todo el ‘scouting’ que ha hecho ha escogido a Kimitec como la empresa que le ayudará en esta transición de productos químicos a biológicos”, explica el CEO internacional, sobre una alianza que les permitirá desarrollar productos de acuerdo a las demandas y necesidades que tenga Bayer a nivel local y global. “Es un acuerdo estratégico de largo plazo. No es un acuerdo de productos, sino de desarrollo de productos”, sostiene De Las Casas. “ Ya estamos en desarrollo de soluciones específicas para ellos”, añade sobre un proceso que involucra a los equipos de ambas compañías.

-¿El desarrollo de un producto biológico es más lento o más rápido que el de un producto convencional?

-Depende de cada caso, nosotros podemos tardar en desarrollar un bioestimulante en 18 meses y de meses a año y medio o más, depende de cada caso, en un producto de biocontrol. Desde que hicimos MAAVi, somos el centro más productivo de Europa, con un equipo de científico de más de 80 personas y 55 proyectos en marcha todos destinados a solucionar los principales retos y necesidades de la agricultura mundial. Aun así, la necesidad de soluciones naturales se multiplica cada día por la aparición de resistencias, prohibición de materias químicas o por el estrés ambiental causado por el cambio climático.

Conscientes de la esta situación hace dos años integramos una plataforma de inteligencia artificial en nuestro proceso de investigación y desarrollo de soluciones naturales a la que bautizamos con el nombre de LINNA. Esta plataforma fue diseñada por nosotros e integra diferentes ciencias ómicas: transcriptómica, genómica, metabolómica. Un cerebro digital con una capacidad de análisis infinitamente superior al del cerebro humano, que identifica candidatos de valor apoyándose en un universo de datos ilimitado.

Hoy en día, LINNA, nos ofrece entre el 15% y 20% de los candidatos a la hora de formular un nuevo producto. “Nuestra idea es que podamos llegar al 95% de esos candidatos en los próximos años”, sostiene el directivo.

Hoy los investigadores que trabajan en la empresa están ejecutando 50 proyectos.

En este proceso de innovación permanente, Kimitec sigue una estrategia ‘Open Innovation 360’, donde se alían con empresas punteras del sector para juntas afrontar el reto de la transición del químico al natural en la producción de alimentos. Y en la búsqueda de estos ‘socios’ es que a fines de enero firman un convenio con Biome Makers, que les permitirá estudiar e identificar la microbiota oculta en los suelos agrícolas del planeta, con el fin de desarrollar probióticos adaptados a las necesidades de cada cultivo y zona geográfica.

“Muchos de esos microorganismos no son conocidos para nosotros e incluso dentro de un mismo cultivo y dentro de la misma zona, puede haber suelos diferentes. Ellos nos ayudarán con la capacidad analítica y tecnología que tienen, para poder desarrollar probióticos del futuro, adaptados por cultivos, en función de las necesidades de cada uno y basados en toda la data que tenemos de ellos”, subraya De Las Casas.

No se trata de desarrollar y fabricar un producto genérico. Todo lo contrario. Se trata de tener toda la información para desarrollar un determinado producto. “Por ejemplo, en Chile el cerezo es un cultivo muy fuerte. Analizamos el suelo que hay y entendemos lo que está pasando en el suelo de Chile, y con esa información podemos desarrollar un producto a medida para el cerezo, teniendo todo ese conocimiento”, explica el CEO internacional de Kimitec.

-Este trabajo con Biome Makers, ¿se puede ligar con LINNA, la plataforma de inteligencia artificial?

-Correcto. Ellos también trabajan con este tipo de tecnología y lo queremos implementar aquí. El tema es que Biome Makers hace los análisis por cultivo y por zona, por ejemplos en los suelos de Chile, California o Perú; para entender lo que hay allí. Todo ese dato lo generamos fuera, pero lo incluimos aquí dentro. Lo que vamos a desarrollar en base a ese conocimiento, serán probióticos basados en microorganismos y consorcios de microorganismos.

-¿Es posible dar una ‘vuelta de tuerca’ a los productos biológicos y que estos sean igual o más competitivos que un producto químico?

-Dentro del proceso de desarrollo de un producto biológico, en MAAVi tenemos en cuenta cuatro factores que son críticos. El primero es la eficacia, el segundo es el costo, es decir, tengo que tener una herramienta que no sea diez veces más cara que el químico. La tercera es la escalabilidad de la producción industrial. Hay empresas que producen soluciones biológicas que solo se quedan en el laboratorio y que no llegan a tener un desarrollo industrial. Y en cuarto lugar, debe ser un producto registrable en cualquier mercado, adaptado a cada una de las necesidades. Sin embargo, la más importante, y para que el agricultor se convenza, es que el producto debe tener una eficacia mayor o igual que el producto químico. Uno de los puntos por los cuales hemos cerrado esta alianza con Bayer es que ellos han comprobado la eficacia de nuestros productos en campo y han visto que damos ese ‘plus’ de diferencia por todo nuestro desarrollo y de cómo hacemos nuestros productos en MAAVi, a nivel de los compuestos naturales que usamos, de las complejidad molecular que tenemos y de las sinergias que usamos para el desarrollo de productos. Para mí, la clave es esa y hay muy pocas empresas que están trabajando de esa manera.

PRODUCTOS A LA MEDIDA DE LOS GRANDES PRODUCTORES AGRÍCOLAS

Al tener la capacidad de desarrollar productos para cualquier tipo de cultivos en cualquier parte del mundo, Kimitec creó un modelo de negocio que bautizaron como MAAVi Labs, donde ponen a disposición toda la capacidad de desarrollo que tiene el MAAVi, para los grandes productores. “De hecho, ya tenemos varios acuerdos firmados a nivel global”, confirma De Las Casas.

Pero, ¿cómo funciona en concreto este modelo de negocio? “Identificamos los problemas que los productores tienen a nivel de nutrición, de bioquímica y de plagas y enfermedades; para poner toda nuestra capacidad de disrupción y de desarrollo para fabricar un producto a medida. ¿Por qué lo hacemos? Porque tenemos una gran capacidad de desarrollo y, además, trabajamos con sus plagas secundarias y cultivos menores, nichos que no están cubiertos por nadie. Para nosotros es una oportunidad el poder entrar al mercado y que, una necesidad que puede ser local, con un impacto mundial”, responde.

-Es decir, ¿tienen la capacidad de hacer un producto especial para una gran empresa agrícola, que quiera solucionar un problema en particular?

-Sí, es un modelo de negocio que hemos creado. Hemos innovado en la parte de desarrollo de producto, pero también en cómo hacer negocios. En ese sentido, el MAAVi Labs es un modelo de negocio concreto entre un gran productor y nuestro centro de innovación. Nos convertimos en su centro de desarrollo. Identificamos cuáles son los problemas o retos actuales que ellos tienen o que puedan tener en los próximos años , y les ofrecemos soluciones.

DANDO EL SALTO A OTROS SECTORES

Desde que fuese inaugurado a finales de 2019, MAAVi Innovation Center ha tenido un crecimiento en diferentes áreas. A nivel de investigadores, se empezó con diez y hoy son más de ochenta, “con la proyección de terminar el año con más de 100”, confirma De Las Casas, sobre un centro en el cual se han ido implementando nuevas tecnologías. “En la parte de fabricación, la empresa está construyendo una fábrica nueva que inaugurará a finales de año con una capacidad productiva de 180 millones de litros al año. “Esta nueva capacidad productiva nos permitirá aumentar nuestro alcance de cientos de miles de agricultores en el mundo a millones”, subraya el directivo. 

Félix García, CEO de Kimitec, revisando las condiciones de un cultivo en un fitotrón.

Hoy por hoy, MAAVi está investigando y desarrollando más de 55 proyectos, no solo agrícolas. “Hemos crecido en vertical, en áreas como la sostenibilidad. Estamos implementando nuestro modelo de investigación en otros sectores. Parte de nuestra evolución ha sido saltar a otros sectores”, explica sobre una estrategia que los ha llevado a trabajar con acuicultura y ganadería en la sustitución de antibióticos en la salud animal y el aumento de la productividad. “Uno de nuestros planes futuros es poder impactar en toda la cadena alimentaria con nuestra tecnología”, sostiene. A largo plazo, está el objetivo de ingresar al mundo de la cosmética, sustituyendo pigmentos y principios activos.

“LOS BIOINSUMOS NO TIENEN MARCHA ATRÁS”

-¿Hasta cuándo crecerá el mercado de bioinsumos?

-No tiene marcha atrás. Tampoco creo que el químico vaya a desaparecer del todo. Si miramos las estadísticas, de cómo se están comportando los mercados a nivel mundial, estamos en una etapa de crecimiento que, dependiendo del mercado está entre el 15% y 20%. Las proyecciones de crecimiento hablan de 25.000 millones de euros para 2028. Esas son proyecciones que seguro se superarán. Hay dos temas que apoyan este crecimiento: las restricciones de las cadenas de supermercados y apoyado también por las políticas gubernamentales. Aquí en Europa tenemos el ‘Green Deal’ que nos dice que a 2030 debe haber una reducción del 50% del uso de pesticidas químicos en los cultivos y el 2030 está a la ‘vuelta de la esquina’.

-¿Cuánto representa América Latina para una empresa como Kimitec?

-Si miramos las estadísticas de bioinsumos, el mercado que crece más rápido es América Latina. Ello ocurre porque es una región que exporta alimentos y porque también demanda mucho este tipo de productos. Entonces, nuestra huella comercial en América Latina es grande. Estamos presentes en todos y cada uno de los países con equipo propio, con buenos canales de distribución y con un crecimiento sostenible durante los últimos años y con proyecciones de crecimiento muy elevadas.

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