La Villa del Biocontrol es una de las grandes novedades de la feria internacional SIVAL que se realiza en la ciudad francesa de Angers. Entre sus cientos de expositores y las seis salas de conferencias con que se lleva a cabo este gran evento agrícola europeo, el foco en el biocontrol es uno que ha ido ganando espacios. Un área que reúne a 12 compañías especializadas con un salón de conferencias para charlas en profundidad, sobre las nuevas tendencias de proteger cultivos por medio de microorganismos.
Se trata de una iniciativa liderada por IBMA Francia, el capítulo en este país de la asociación de empresas de biocontrol y que busca promover el uso de estos insumos en el mayor productor agrícola de Europa. Creada en 1991, la organización ha tenido avances. En 2021, el 13% de todas las estrategias de protección de cultivos se realizaron con productos biológicos, con un valor en torno a los US$ 270 millones. Si bien no existen las cifras definitivas para 2022, fuentes de la industria señalan que 2022 pudo haber cerrado con una cuota de 15%. Pero el crecimiento debe acelerarse en los años que vienen. “El biocontrol debe representar el 30% en el mercado de protección de cultivos en 2030”, dice Céline Barthel, presidenta de IBMA Francia durante el encuentro de SIVAL, en entrevista con Redagrícola.
“La gama de usos con al menos una solución de biocontrol está progresando: había una cobertura del 40% a principios de 2020. La medición en junio de 2022 mostraba que llegó a 56% y es casi seguro que se superará el objetivo de la estrategia nacional para el despliegue, que es llegar al 60% a principios de 2025”, dice.
Para conseguirlo, la francesa explica que están siguiendo cuatro caminos:
1. Acceso a la innovación acelerando los plazos para la aprobación de las materias activas y la autorización de comercialización de los productos de biocontrol.
2. El apoyo al biocontrol por parte de las instancias de gobierno (en Francia y en Europa) con políticos favorables al despliegue del biocontrol y una legislación mejor adaptada a las características del biocontrol. Un desafío mayor considerando que una innovación en biocontrol puede llegar a tardar entre siete y diez años en llegar al mercado, debido a las normativas de registro en Europa.
3. El desarrollo de cursos de formación en biocontrol para los agricultores y sus asesores (actuales y futuros).
4. Información precisa y permanentemente actualizada sobre el biocontrol, útil tanto para los agricultores como para sus asesores.
“Los cuatro puntos son importantes: no tiene sentido avanzar en uno si no se avanza en los otros”, dice.
Es sobre este último punto el que relacionan con el esfuerzo que están llevando a cabo en SIVAL. “Por primera vez hay un foro dedicado al biocontrol, así como conferencias y múltiples debates en la Biocontrol Village”. Si bien es segunda vez que este espacio tiene presencia en el centro de eventos conocido como Grand Palais, de Angers, es primera vez que esto va acompañado de una serie de conferencias, aunque solo se presentan en francés.
La importancia de esta iniciativa crece en un contexto de cambio climático, dice Barthet, cuyo impacto ya se siente sobre las poblaciones, los insectos, las enfermedades y las malas hierbas. “Las empresas de biocontrol van a tener que hacer frente a estas evoluciones para aportar soluciones adecuadas”, dice. De hecho, agrega que las soluciones basadas en organismos vivos (macro y microorganismos) también deben adaptarse a las nuevas condiciones climáticas. “El cambio climático también afectará directamente a las plantas cultivadas, las que sufrirán una serie de estrés, como la escasez de agua”, dice. “En este contexto, se necesitarán otras soluciones biológicas que den soluciones a los agricultores: los bioestimulantes”.
Si bien su organización no representa a la producción de estos, dice que el cambio en la forma de trabajar debe incluir progresivamente soluciones de biocontrol y bioestimulantes. La investigación y desarrollo debe apuntar a estas combinaciones, asociándolas con otras tecnologías, como lo digital, la robótica, la selección varietal y los programas de toma de decisión. “Estas forman parte de las prioridades para Francia 2030, subrayadas por el Presidente Emmanuel Macron durante su campaña electoral”, dice.