Además de permitir una reducción en la aplicación de productos químicos, los bioinsumos tienen un impacto ambiental significativamente menor durante su fabricación en comparación con los agroquímicos. Así lo evidencia un estudio realizado por la Universidad de California (UC-Davis) en colaboración con Marrone Bio y divulgado por la Asociación Brasileña de Industrias de Bioinsumos (ABINBIO).
En él, se llegó a la conclusión de que los insumos biológicos producen entre un 69% y un 91% menos de dióxido de carbono (CO₂) en el proceso de manufactura en relación a los productos convencionales como pesticidas y fertilizantes. En altas concentraciones, este gas de efecto invernadero contribuye significativamente al calentamiento global y al cambio climático, por lo que hay una preocupación global por disminuir sus emisiones.
Según Fernando Sousa, director de Sostenibilidad de ABINBIO, en la producción de un kilolitro de producto biológico, se emiten entre tres y cinco kilogramos de CO₂, a diferencia de los 20 a 25 kilogramos que genera la producción de un kilolitro de producto convencional. En sus palabras, la sustitución completa de los pesticidas químicos por alternativas biológicas podría reducir hasta el 90% de las emisiones de CO₂ de la agricultura.
EL ROL DE BRASIL EN EL MERCADO AGRÍCOLA
“Es importante recordar que Brasil es uno de los mayores mercados de productos fitosanitarios. Esto se debe a que operamos en un entorno agrícola tropical. Aquí, los ciclos de las plagas no terminan con climas estacionales como la nieve. Las plagas siguen proliferando, lo que convierte a Brasil en uno de los mayores mercados mundiales de productos fitosanitarios. Sin embargo, no podemos dejar de producir, ya que Brasil desempeña un papel vital en el suministro mundial de alimentos”, afirma Sousa.
Sousa destacó que Brasil utiliza anualmente 1,4 millones de toneladas de pesticidas químicos. “Si calculamos las emisiones necesarias para producir esta cantidad, llegamos a aproximadamente 20 a 24 millones de toneladas de CO₂ emitidas para producir estos pesticidas”. Además, señaló que la agricultura es responsable de unos 200 millones de toneladas de CO₂ emitidas cada año.
“Entre las prácticas agrícolas, debemos tener en cuenta el papel de los insumos biológicos. A modo de perspectiva, un litro de un pesticida químico en la agricultura genera alrededor de 20 a 25 kilogramos de CO₂ . Esto se debe a que esas emisiones se contabilizan al producir estos productos. Dependiendo de la categoría del producto -herbicidas, fungicidas o insecticidas- cada uno puede producir entre 20 y 25 kilogramos de CO2 por kilogramo producido”, destacó el director de Sostenibilidad de ABINBIO.