En el sureste de México, investigadores del INIFAP en el Centro Experimental Mocochá aislaron 50 cepas nativas de Trichoderma de cultivos como jitomate, chile habanero y piña. Las cepas se evaluan contra Meloidogyne incognita, un nematodo que parasita raíces, ocasionando agallas y reduciendo la absorción de agua y nutrientes. Los resultados preliminares arrojaron que las cepas de Trichoderma redujeron la formación de agallas y la severidad del daño en las plantas.
El Trichoderma spp. es un hongo de gran plasticidad ecológica que habita en los suelos de distintos ecosistemas y establece interacciones con plantas y microorganismos. Por su capacidad de producir metabolitos antimicrobianos y competir por espacio y nutrientes, es un biocontrolador eficaz contra fitopatógenos que afectan cultivos de importancia agrícola.
Además, se ha comprobado su efectividad contra otro hongo, Fusarium spp que causa pudrición y marchitez en cultivos. En pruebas con chile habanero, algunas cepas lograron reducir en un 60% la severidad de la enfermedad, permitiendo el desarrollo de raíces sanas y plantas más vigorosas.
Los estudios confirman el potencial del Trichoderma para promover una agricultura sustentable, disminuyendo la dependencia de agroquímicos sintéticos y mejorando la salud de los cultivos en la Península de Yucatán.