A base de una cepa de Bacillus

Fungifree AB®, un biofungicida eficaz contra enfermedades que afectan a frutas y hortalizas de exportación

3 de septiembre de 2024

Cepa de Bacillus subtilis, microorganismo activo del biofungicida Fungifree conseguido tras el “screening” de microorganismos en el CIAD. Foto gentileza del Dr. Enrique Galindo.

Desarrollado por Agro&Biotecnia, una ‘spin-off’ de la UNAM, y comercializado en México por FMC Agroquímica de México, este producto nació como una respuesta a los problemas y daños por antracnosis en mango. Tras una década, el etiquetado extendió sus bondades a más de 20 cultivos como papaya, aguacate y cítricos; y para el tratamiento de la cenicilla polvorienta en cucurbitáceas y solanáceas, y moho gris en berries.

Adrián Montiel

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Los requerimientos de los mercados, a veces suelen ser tan exigentes, que pueden cambiar el escenario exportador. Eso ha ocurrido con ciertas frutas y  hortalizas frescas, a las cuales se les exige una menor carga de pesticidas químicos, como condición para acceder, por ejemplo, a una cadena de supermercados. Sin embargo, los productores suelen entrar en un gran dilema: ‘si uso un producto sintético no podré exportar debido a la residualidad de ese producto y si no lo uso, no podré obtener la calidad requerida para su venta’, es una frase típica que se suele escuchar.

Precisamente esto es lo que está pasando con los productores mexicanos de mango, ubicados en la costa Pacífico del país, que tienen un gran dolor de cabeza debido a la antracnosis, una dañina enfermedad caracterizada por la aparición de manchas negras en la superficie de la fruta, ocasionada por el hongo Colletotrichum gloeosporioides, que se manifiesta en el mango petacón o Haden, la principal variedad exportada en el país. “Los productores, a pesar de tener un producto de calidad, no podían exportar a mercados donde el valor agregado es más alto, además de poder ofrecer mangos casi  perfectos, frutos sin ninguna manchita, y sin toxicidad”, advierte el Dr. Enrique Galindo Fentanes del Instituto de Biotecnología de la UNAM (IBt-UNAM), uno de los desarrolladores del producto biológico Fungifree AB® contra la antracnosis del mango, de Agro&Biotecnia, una empresa creada junto a sus colegas, Dr. Leobardo Serrano (IBt-UNAM) y el biólogo Carlos Roberto Gutiérrez.

Mangos Parácuaro sin síntomas de antracnosis ocasionada por el hongo Colletotrichum gloeosporioides. Foto gentileza del Dr. Enrique Galindo.

Se trata de un producto que surge tras realizar un ‘screening’ de microorganismos con el CIAD de Culiacán, los que posteriormente fueron cultivados en biorreactores. “De cientos de microorganismos seleccionamos ocho como potenciales a nivel invernadero y finalmente seleccionamos a dos que fueron los finalistas. Una levadura, Rhodotorula minuta, que no se logró comercializar por problemas de estabilidad y vida de anaquel (ya que requería refrigeración). Y el otro fue una cepa muy particular de Bacillus. Escalamos el proyecto a nivel piloto y empezamos a hacer pruebas con los cultivos en Sinaloa. “Era una formulación líquida y, para poderla aplicar en campo, la teníamos que transportar de Cuernavaca a Culiacán en avión. Con eso fumigamos en plantaciones de mango Kent y Haden en el Rosario, Sinaloa”, añade, sobre un ensayo que les permitió comprobar la potencialidad del producto.

“Esto nos permitió desarrollar una tecnología, cuando menos en la prueba de concepto, de un producto con posibilidades de uso comercial. Las primeras pruebas demostraron que el formulado a base de lo que habíamos identificado como Bacillus subtilis, tenía buen potencial para ser utilizado en antracnosis. Inicialmente todo el proyecto giró en torno a desarrollar un producto contra la antracnosis. El siguiente paso era hacer un formulado con vida de anaquel de por lo menos dos años. ya que obviamente el interés era desarrollar una formulación (sólida) que no requiriera refrigeración o cadena fría”, explica el Dr. Galindo, añadiendo que la transferencia de la tecnología de la UNAM y del CIAD-Culiacán, se hizo a través de la empresa ‘spin-off’ Agro&Biotecnia (A&B), donde la empresa FMC Agroquímica de México es la distribuidora del producto en México.

Proceso infeccioso por C. gloeosporioides y control a través de microorganismos antagónicos a los patógenos fúngicos. Imagen gentileza del Dr. Enrique Galindo.

Fungifree AB® es efectivo en más de 20 cultivos como papaya, aguacate y cítricos; para el tratamiento de la cenicilla polvorienta en cucurbitáceas y solanáceas, y moho gris en berries.
-¿Cómo y dónde empieza la historia de esta innovación?

-Dr. Enrique Galindo (EG): Coincidí con el Dr. Raúl Allende, fitopatólogo del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD) de Culiacán, quien me empezó a contar sobre el caso del mango. Tenían un problema importante de antracnosis. Con su equipo ya habían aislado algunas bacterias contra esta enfermedad y les pregunté hasta dónde habían llegado: sólo tenían la fase de laboratorio, sin instalaciones para poder llevar a cabo un desarrollo del proceso de producción. Les propuse que podríamos trabajar en equipo y tratar de escalar el proyecto. Logramos que nos financiaran un proyecto del Fondo Sectorial de SAGARPA e iniciamos un proyecto con la evaluación de cientos de aislados de microrganismos con potencial de antibiosis contra el hongo que causa la antracnosis.

UNA EFICAZ ALTERNATIVA NATURAL

-¿Cuál era el objetivo primero que se trazaron?

-EG: El objetivo inicial del proyecto de investigación aplicada fue la identificación y selección de microorganismos antagónicos a los patógenos fúngicos en las etapas de pre y poscosecha del mango, fundamentalmente la antracnosis. El planteamiento fue desarrollar un producto biológico como alternativa natural al problema que permitiera lograr productos sanos, pero también inocuos, lo cual no se lograba con los productos de síntesis química, y aprovechar los precios de mango en los mercados de exportación en Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. En aquella época intentábamos desarrollar un producto a base de una levadura, que finalmente no cuajó por problemas de estabilidad y de vida de anaquel. El más estable resultó el de la cepa de Bacillus: demostramos que era posible lograr niveles de efectividad similares o superiores a los obtenidos con los fungicidas de síntesis química. Era lo que se requería, pero se necesitaban pruebas, que hicimos en algunas hectáreas de mango y pudimos hacer la prueba de concepto en colaboración del Ing. Miguel A. Wong, de la empresa Rodeo Fruit, en El Rosario, Sinaloa.

-¿Se reportaban químicos residuales que podrían afectar la salud pública o restricciones en la comercialización?

-EG: El problema de los exportadores de mango era que, cada vez, les exigían menos carga química. En los mercados internacionales, el uso de pesticidas sintéticos está sumamente restringido con el objetivo de reducir los niveles de toxicidad de estos productos agrícolas de consumo humano,  además que el mercado cada vez elige productos más sanos y está dispuesto a pagar un sobreprecio por productos que no tengan pesticidas sintéticos. Lo primero era cumplir los requisitos de calidad del mercado de exportación que son muy estrictos: mangos prácticamente perfectos, sin ninguna mancha, para los que se iban a Estados Unidos, Canadá, Europa y Japón. El valor agregado de un  producto sin pesticidas sintéticos  es mucho más alto. Sin embargo, los agricultores tenían un dilema: si no usaban el fungicida sintético, se presentaba la enfermedad en el mango y no podían exportar; y, si lo usaban, tenían el problema de la residualidad del pesticida sintético y aunque lograran la calidad en términos de apariencia, no lo podían exportar por la residualidad del pesticida sintético.

-¿Cuál es el lugar de Fungifree AB® en el mercado de los pesticidas?

-EG: Un producto biológico era una alternativa natural al problema para lograr productos sanos e inocuos. Esto no se lograba con los productos de síntesis química. De esto surgió el planteamiento en Sinaloa, el principal estado productor de mango en México que, además es el último que produce en el año y el que aprovecha los precios más altos en el mercado internacional. En la comercialización del producto, hay que explicar a la fuerza de venas de qué se trata, sus ventajas y el diferencial con otros productos. Sobre todo, debemos dejar claro que no es sólo un producto diferente, es un concepto diferente, y eso siempre es muy difícil de asimilar en una industria tan conservadora como la agricultura. El 90% del mercado mundial sigue aplicando  pesticidas sintéticos y solamente un 10% biológicos. Sin embargo, el sector de biológicos a nivel internacional está creciendo a una tasa del 10% anual, mientras que en el caso de los sintéticos decrece a tasas del 1%. Es claro que ya no está creciendo el mercado de los pesticidas sintéticos.

-¿Cuál es su modo de acción y cómo se aplica?

-EG: El mecanismo de acción es fundamentalmente por antibiosis y por colonización de espacio. Es decir, las esporas de la bacteria Bacillus, que son el  principio activo de Fungifree AB®, tienen que germinar y éstas células vegetativas producen un coctel de antifúngicos. Es un verdadero campo de batalla porque el hongo no se queda cruzado de brazos cuando lo ataca la bacteria. El hongo también responde al ataque: es un juego y un compromiso en el que nosotros forzamos que gane la bacteria. Hemos detectado más de 30 diferentes compuestos con propiedades antifúngicas que se pueden producir in situ y que, además, se producen compuestos que le permiten colonizar de forma muy efectiva el follaje, de tal manera que aumenta su efectividad a la hora de aplicarse. A los vendedores y a los agricultores les decimos que no es un fungicida, sino trillones de fabriquitas de biofungicidas, porque cada gramo de nuestro producto tiene 1,000 millones de bacterias activas para el control biológico de hongos. Se trata de un producto seco que se suspende en agua y de aplicación preventiva y también se puede aplicar en suelo en los casos de la fusariosis del banano y la caña de azúcar.

-¿En qué cultivos se aplica?

-EG: En todos los productos de hortalizas, en prácticamente todo el país. Fungifree AB® tiene registros de efectividad para el control de la antracnosis  en mango, papaya, aguacate y cítricos (limón, lima, naranja, mandarina), así como para el control de cenicilla polvorienta en berenjena, chile, jitomate, tomate, calabaza, calabacita, melón, pepino y sandía. Además, está autorizado su uso para el control del moho gris en el grupo de las moras o berries (fresa, arándano, frambuesa, zarzamora), de la roya del cafeto y de la fusariosis en caña de azúcar y banano.

La cepa Bacillus es promotora de crecimiento de plantas. En la producción de tomate se tiene evidencia de una utilidad de 34% más y con frutos de mejor calidad.

-¿Qué viene para el futuro?

-Carlos Roberto Gutiérrez (CRG): Hemos enfrentado retos como la sequía y la pandemia, y hemos sobrevivido junto con gente con experiencia acumulada y en estos años esperamos volver a retomar el plan de exportación, volver a recuperar una tasa importante de crecimiento del producto y nuevos mercados. Uno de los retos es la exportación de nuestro producto, para ello hemos realizado estudios adicionales en los Estados Unidos que demuestran, bajo un sistema de Buenas Prácticas de Laboratorio, la inocuidad del microorganismo y del producto.

-CRG: Nosotros podemos crecer en cuanto a la aplicación del producto: la aplicación mayoritaria es foliar, pero el producto tiene futuro en el suelo, ya  que nos dio la sorpresa por su eficiencia y competitividad con otros productos de uso exclusivo en suelo. Queremos ampliar aún más la etiqueta para tener cubiertos la mayor cantidad de cultivos a largo plazo. Además, queremos bajar los costos de producción, y desarrollar un proceso con mayor concentración, rendimiento y reproducción de células, es decir, un producto económicamente viable en cualquier mercado. Y tratar de pasar de una mentalidad correctiva, a una preventiva, en la agricultura A nivel comercial tenemos muchos retos y tenemos la capacidad para enfrentarlos.

-Dr. Leobardo Serrano: Tenemos un convenio con FMC de distribución en México, como fungicida y, paralelamente a la parte empresarial, seguimos con la investigación básica con la bacteria. Un dato relevante es que los fondos nacionales de investigación básica prácticamente ya no existen y los que hay, son de muy bajo monto. Por otra parte, hemos demostrado que la cepa de Bacillus es muy buena promotora de crecimiento de plantas. En este tipo de aplicaciones, tenemos evidencia de que, por ejemplo, el productor de tomate puede obtener una utilidad de 34% más con tomates de mejor calidad, no solamente una mayor cantidad de kilos, sino que una mayor proporción de frutos de primera calidad. Lanzaría la invitación tanto a empresas mexicanas como del extranjero, a colaborar para desarrollar comercialmente un producto a base de esta bacteria; en esta ocasión como promotor de crecimiento.

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