El vuelo de una abeja puede ayudar a polinizar la flor de un frutal, pero la aplicación aérea desarrollada por una empresa chilena puede polinizar un huerto completo.
Se trata de BioPollen Solutions, una ‘start up’ que, a través de extractos florales específicos de cada especie, desarrolla polen de alta calidad para frutales de alto valor como paltos, cerezos y avellanos.
Rodrigo Martínez, CEO de BioPollen Solutions, señala a Redagrícola que los resultados de este bioproducto, que se aplica a través de drones, helicóptero o avioneta, los ha dejado muy contentos.
“Hemos hecho más de 5.000 hectáreas, aplicando en los distintos cultivos, en Chile, Estados Unidos, Perú y Colombia. En general podemos hablar de aumentos productivos de más de un 20% relativo a testigos de la misma temporada y manteniendo las prácticas agrícolas del cultivo del productor intactas”.
De acuerdo a Martínez, específicamente en el caso de palto, sus ensayos han demostrado un incremento de dos toneladas más por hectárea, con algunos casos de hasta cuatro o cinco toneladas más.
En el caso de avellanos, han llegado a alzas de 700 kilos de producción por hectárea, que en algunas variedades como Tonda di Giffoni puede ser hasta un 30%. En el caso del Cerezo, han logrado aumentos sobre dos toneladas más de producción por hectárea.
“Todo esto sin afectar la calidad ni otros parámetros como tamaño, color, condición de la fruta, de Brix, todos fueron iguales o mejores en el tratamiento con el control”, comenta el CEO de la empresa.
UNA BOMBA DE POLINIZACIÓN
La empresa, que inicialmente comenzó con el nombre ‘Avo Solutions’, tenía el foco puesto específicamente en el palto, pero la dificultad de polinización de otras especies los llevó a pensar y mirar otros cultivos.
“Actualmente tenemos el servicio de polinización en etapa comercial para cerezos, paltos, avellanos y almendros, y estamos trabajando en ensayos de campo en tres nuevos cultivos. Nuestro objetivo de largo plazo es convertirnos en una plataforma de polinización para una amplia gama de cultivos y por eso decidimos cambiarnos de nombre”, explica.
En ese crecimiento, la compañía fue recientemente adquirida en un 100% por Baika Fruits, empresa productora de paltas y frutos secos, pero sigue manteniéndose como una empresa independiente y con la mira puesta en seguir creciendo en financiamiento, para escalar hacia nuevos mercados.
ESCALAR LA POLINIZACIÓN ASISTIDA
¿Pero cómo partió esta idea? “Yo diría que la polinización en sí es un problema de números y escala. Está muy probado que, si tomas un pincel, tocas la flor masculina y la llevas a la flor femenina, la polinización asistida va a funcionar. El problema es cómo lo haces en millones de flores al mismo tiempo; para eso se requiere tecnología que sea masiva”, explica.
Todo esto en un contexto como el 2023 en Chile, que tuvo un invierno cálido y una primavera fría de acuerdo a los parámetros tradicionales, lo que implicó una serie de desórdenes no sólo en la polinización sino también en la floración y sincronización de variedades en las diferentes especies.
“Nosotros diseñamos una formulación líquida altamente concentrada en polen de alta calidad, y esa bomba de polen es la que usamos con métodos súper masivos de aplicación foliar. Actualmente estamos haciendo aplicaciones con drones, con helicópteros y con aviones, que son medios que te permiten aplicar un campo de 200 hectáreas en una cosa en minutos”, detalla Martínez.
Esta tecnología aérea, se aplicaría entre 2 a 3 veces por temporada, dependiendo de la especie o variedad. “La dosificación la definimos por cultivo en base a la carga de polen requerida. Después viene una programación de la aplicación en base a su fenología para aplicar en los momentos de mayor receptividad”, explica.
En casos como el almendro o el cerezo, que son de floraciones más cortas, destaca que con dos aplicaciones ya es suficiente, pero en el caso del palto, que tiene una floración más larga y más heterogénea, se hacen tres aplicaciones, “siempre buscando la efectividad del resultado, sumado a que se puede ver súper rápido si está funcionando la aplicación o no”, señala.
Una de las ventajas de su producto es el nivel de concentración y viabilidad de polen, comenta Martínez. “Nos tomó varios años desarrollar la tecnología de extracción y preservación de polen para lograr altos estándares de calidad. Nuestro laboratorio cuenta con equipamiento de punta y con un equipo de microbiólogos especializados en polen, lo que nos ha permitido crear una tecnología única a nivel mundial”, detalla.
Otro beneficio que tiene este biopolinizante es que se trata de un producto totalmente inocuo para el campo, ya que básicamente su único ingrediente activo es el polen y algunos coformulantes naturales que permiten preservar el producto.
COMPLEMENTO A LAS ABEJAS
De acuerdo a Martínez, el uso de este producto está pensado inicialmente como complementario a las abejas.
“Nosotros cuando llegamos con un productor nuevo, siempre le decimos que partamos probando el producto sobre su uso tradicional de abejas, y nosotros nos sentimos tranquilos que vamos a tener un aumento productivo que justifica nuestros servicios. Ahora, en varios casos ya tenemos clientes que aplican solo nuestro producto y dejaron de usar abejas”.
En ese sentido, ya están midiendo el paso desde el complemento a medir cuál podría ser eventualmente la tasa de reemplazo del producto versus el vuelo de las abejas.
“En varios campos completos de paltos en Chile ya dejaron de usar abejas y ocupan solo nuestro producto, y ya estamos haciendo ensayos en almendros en Estados Unidos para probar la tasa de reemplazo de nuestro producto con respecto a las abejas”.
CONTROL DE LAS VARIABLES
Las problemáticas que ha generado el cambio climático, sumado a la creciente escasez de abejas -necesarias para la producción de las especies mencionadas-, en un planeta que cada vez demanda más y mejores alimentos, ha dificultado la tarea para los productores.
En ese sentido, Martínez señala que “nosotros siempre hablamos de control, porque esta es una tecnología que te permite controlar tu proceso de polinización”.
Una de las principales problemáticas es la desincronización entre variedades y floraciones, que desde BioPollen Solutions señalan que lograron resolver porque pueden preservar el polen por varias semanas, que les permite cerrar los tiempos de diferencia entre la floración de un cultivo.
“Nosotros cosechamos, formulamos nuestro producto y esperamos con el polen preservado a que la variedad de interés esté en plena flor. Y ahí aplicamos el producto”, comenta Martínez.
Respecto al control sobre los problemas climáticos, como es el caso de primaveras muy frías o con mucha lluvia, es sabido que los insectos tienden a tener menor eficacia. Por ello apuntan a que la preservación y uso de este producto ayuda a controlar esa variable, con un método de aplicación que no depende de las horas de frío o calor para poder ser eficaz, a diferencia del vuelo de las abejas u otros polinizadores.
“En el caso del avellano, hay temporadas con menos polen de calidad disponible debido a distintos problemas climáticos como lluvias en floración o stress abiótico en verano. Ahí nosotros podemos llegar con nuestro producto de calidad y viable aumentar significativamente la disponibilidad de polen en el campo”, concluye Martínez.