Desarrollo de la Universidad de Antioquia

Investigación colombiana permitiría elaborar empaques biodegradables a partir de la cáscara de mango

28 de julio de 2025

Con la pectina extraída de este material natural se obtuvo en laboratorio una película biodegradable para envolver alimentos sin contaminarlos, que puede servir para disminuir el uso de plásticos derivados del petróleo.

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En la naturaleza nada es un desecho y, si se saben aprovechar, los residuos generados en muchos procesos para la producción de alimentos de origen vegetal y animal pueden ayudar a una preservación más sana de otros productos, así como contribuir a reducir la contaminación del planeta.

Prueba de ello es el mango, cuya cáscara, por lo general, se tira a la basura o se destina al compostaje, aunque en el futuro esto podría cambiar. Una investigación que adelantan profesores y estudiantes de la Facultad de Ingeniería y de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Antioquia, ya cuenta con un producto hecho en laboratorio.

Se trata de una película elaborada a partir de la pectina, fibra espesante —similar a la gelatina— de las paredes celulares de las plantas, que se concentra principalmente en las cáscaras de las frutas y que, en el mango, alcanza un porcentaje de entre 5 % y 32 %, según la variedad, lo cual hizo que los investigadores universitarios la seleccionaran para su proyecto.

Esa película, obtenida en laboratorio y todavía en fase de desarrollo, se proyecta como una alternativa para la preservación de alimentos en empaques no tóxicos y biodegradables, pues se trata de un polímero natural.

Un proceso entre investigadores de diferentes áreas

La idea de este proyecto se gestó hace unos dos años en un laboratorio de la Facultad de Ingeniería de la UdeA, donde el investigador Ricardo Mesías trabaja en diferentes iniciativas similares a partir de residuos agroindustriales de plantas como cacao, piña, naranja, aguacate y café, entre otras, así como derivados de alimentos.

“La pectina se puede extraer de todas las frutas, cada una con un mayor o menor porcentaje, y en algunas de ellas, como la naranja, el uso comercial está muy identificado, pero en el del mango es muy incipiente, por eso seleccionamos este fruto”, dice Ricardo Mesías, docente y candidato a doctor en Ingeniería de Materiales.

La materia prima para la investigación se obtuvo en un tradicional local comercial de frutas que funciona en Ciudad Universitaria, se llevó al laboratorio, donde las cáscaras se deshidrataron, pulverizaron y tamizaron, y se enviaron al Grupo Ciencia de los Materiales —Cienmate—, adscrito al Instituto de Química de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, donde se extrajo la pectina.

“En primer lugar se hizo el análisis químico para establecer su porcentaje de humedad y calidad, entre otros, y, tras esto, vino el examen físico, para evaluar su desempeño mecánico, si se estiraba o no y cómo respondía a este proceso, si su espesor era uniforme o no”, explicó Mesías.

Un aporte al ambiente 

No es la primera vez que Ricardo Mesías se involucra en proyectos similares, que ha adelantado desde el Grupo de Materiales Poliméricos y en asocio con investigadores de otros grupos y unidades académicas de la Alma Máter, siempre en la búsqueda de contribuir a la solución de problemas ambientales.

Por eso, sus trabajos se concentran principalmente en el desarrollo de proyectos para aprovechar deshechos poscosecha de vegetales o de residuos de la leche, que en muchas ocasiones se convierten en un problema durante su disposición final en rellenos sanitarios.

“Con esta investigación se atacan dos focos principales muy grandes de contaminación: el impacto ambiental generado por plásticos derivados del petróleo y el generado por los residuos agroindustriales”, enfatizó Mesías.

Por su parte, Yuliana Monsalve Carmona, docente del Instituto de Química e integrante de ese grupo de investigación resaltó que “la idea siempre fue la extracción de la pectina de la cáscara de mango y hacer con ella una película que sirviera para reemplazar el plástico no biodegradable que se usa en la envoltura de muchos alimentos”.

La cáscara de mango fresca, como se ve en la foto de arriba, se lleva a un horno, donde se deshidrata, foto del centro, y luego de otros procesos se obtiene la pectina y se hacen las películas biodegaradables, foto de abajo.

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Biologicals Latam es una revista digital trimestral de Redagrícola que informa de manera especializada sobre la intensa actividad que se está desarrollando en el espacio de los bioinsumos para la producción agrícola. Esta publicación en español e inglés es complemento del Curso Online de Bioestimulantes y Biocontrol y las conferencias que este grupo de medios realiza en torno al tema.