América Latina es la zona en la que más crecen las soluciones biológicas agrícolas, una tendencia que si bien está impulsada por Brasil como punta de lanza, encuentra un empuje importante en otros países de la región. Tal es el caso de Perú, donde el mercado de bioinsumos se impulsa principalmente por su condición como potencia agroexportadora y las exigencias de los mercados donde destinan su producción, según explica Helder Díaz, director de la firma de estudios de mercado, Agro 360.
IMPULSORES DE UN MERCADO EN CRECIMIENTO
En entrevista con BiologicalsLatam, el ejecutivo señala que las proyecciones determinan que los mercados más exigentes, que importan productos de Perú como arándanos, uvas, paltas, entre otros, “seguirán prohibiendo gradualmente el uso de pesticidas con mayor efecto nocivo para el medio ambiente y consumo humano”, lo que presenta un escenario ideal para que la investigación, desarrollo y formulación de soluciones biológicas siga creciendo.
Díaz agrega que la experiencia de la pandemia también fue un punto clave para que el mercado creciera, ya que la población se interesó más por el consumo de alimentos más naturales y libres de residuos, lo que a su vez, impacta a los productores a ser más sostenibles con sus procesos productivos. “En el último estudio para agroindustrias que hicimos el año pasado, se determinó que diversos productores locales están estimando llegar a 2030 con producciones agrícolas de cero residuos químicos”.
FENÓMENOS CLIMÁTICOS Y SU EFECTO EN LA IMPORTACIÓN DE BIOINSUMOS
Durante 2023 el país importó US300 millones en insumos agrícolas, donde el 91% correspondió a agroquímicos y el 9% restante se dirigió a bioinsumos. “Estos porcentajes se han mantenido en los últimos tres años. Si lo queremos ver por categorías de bioinsumos agrícolas, los reguladores de crecimiento representaron al 59% y bioprotección al 41%”, acota. Además, recientes estudios de mercado de Agro 360 sobre el consumo nacional arrojaron que más del 60% de la facturación nacional de bioinsumos está dirigida por empresas nacionales con formulación local.
El ejecutivo subraya que hace más de diez años que la importación de insumos agrícolas en general se mantenía al alza, pero 2023 marcó una caída del 10% -estimación de Aduanas- en la importación general de insumos agrícolas, que para los biológicos significó una baja cercana al 15%. “Como sabemos, los eventos climáticos del año pasado, como el Ciclón Yaku y el Niño costero, generaron pérdidas en la producción agrícola. Por otro lado consideramos que estos efectos deberán ayudar a tener una relación orgánica entre inventario y consumo local”.
LAS TENDENCIAS DE PERÚ PARA EL FUTURO
La producción y facturación local de bioinsumos agrícolas, que comenzó hace diez años es una tendencia que desde Agro 360 ven que ha tomado mucha fuerza en Perú. “Este modelo de operar se ha desarrollado en varias empresas nacionales y no solo proveedoras de insumos agrícolas, sino también en productoras hortofrutícolas”, explica el ejecutivo y agrega que “localmente, hace diez años, el valor facturado bajo esta operación (importación de bioinsumos) no pasaba de los US$5 millones y el año pasado la facturación pasó a más de US$30 millones”.
Lo anterior abre las posibilidades para que Perú se siga posicionando en el mercado latinoamericano de bioinsumos, es más, Helder Díaz señala que “no descartamos que Perú podría ser uno de los principales proveedores de bioinsumos agrícolas para América Latina en los próximos 5 o 10 años”. Eso sí, acota el director de Agro 360, “se requiere implementar más certificaciones de calidad y convocar a un CEO con experiencia internacional para sostener esta visión”.
Además, el conocimiento y operación de formular extractos vegetales, y desarrollar y propagar microorganismos en diferentes plantas en el norte del Perú podrán ahora tener un gran potencial de exportación para América Latina y otros continentes gracias al nuevo megapuerto de Chancay que está próximo a inaugurarse a fin de año.