Con el objetivo de responder a los desafíos de seguridad alimentaria y a la creciente demanda global por una agricultura más sustentable, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) inauguró recientemente en el Centro Regional INIA La Platina una nueva planta para la producción y escalamiento de bioinsumos.
En entrevista con Biologicals Latam, el Dr. Eduardo Tapia, encargado de la Unidad de Protección Vegetal y de la Planta de Bioprocesos en INIA se refirió a las capacidades técnicas y productivas de la nueva infraestructura.
Mencionó que, la nueva planta está autorizada por el SAG (Servicio Agrícola y Ganadero) para la formulación y producción de bioinsumos (bioplaguicidas y bioestimulantes) a gran escala, con estándares regulatorios, posibilitando nuevas oportunidades productivas para el sector frutal y extensivo. Los productos del INIA están dirigidos a una amplia gama de cultivos, desde hortalizas hasta especies frutales de exportación como cerezas, uvas y paltos.
La iniciativa de esta nueva planta surgió de la necesidad de escalar la producción de microorganismos y metabolitos para el control de plagas y enfermedades, ya que inicialmente la escala era muy pequeña.
Dr. Eduardo Tapia, encargado de la Unidad de Protección Vegetal y de la Planta de Bioprocesos en INIA.
“Siempre hemos trabajado para producir microorganismos, metabolitos, proteínas y péptidos para control de plagas y enfermedades, pero a pequeña escala, algo que en un inicio solo nos alcanzaba para hacer pruebas en placas. Después logramos crecer a una capacidad de poder hacer ensayos en campo. Sin embargo, hacíamos pruebas en una o dos hectáreas y quedábamos limitados. Entonces incorporamos sistemas productivos más avanzados y ahí logramos llegar a biorreactores que ahora permiten producir ultra concentrados en dos reactores de 100 litros”, dice el Dr. Tapia sobre una infraestructura que está en capacidad de producir hasta 100.000 dosis en productos terminados.
En el caso de concentrados para exportar a otros países, también lo pueden hacer a menor escala, y pueden llegar hasta cinco toneladas en caso de concentrado y ultra concentrado, una tonelada semestralmente.
“Son equipos que pueden funcionar un mes sin parar. Estos biorreactores permiten sacar una cantidad de microorganismos bastante importante y creo que esta es quizás la única planta en Latinoamérica que está diseñada de esta manera”, destaca Tapia.
Vale destacar que, el modelo de trabajo en el INIA incluye la prestación de servicios para producir concentrados que las empresas luego diluyen y distribuyen, además de la investigación y desarrollo propia que culmina en patentes y licencias a empresas.
LA NUEVA INFRAESTRUCTURA PERMITE TENER LAS TECNOLOGÍAS DISPONIBLES EN EL CAMPO
El Dr. Tapia explica que, con esta nueva planta le permite al INIA completar la cadena y transferencia de tecnología. “Contamos con el Banco de Recursos Genéticos Microbianos, que es la base donde están todos los microorganismos. De ahí salen los microorganismos, se hace investigación y desarrollo, se generan los prototipos y ahora, con la planta se escalan y se originan los productos que pasaron de prototipo a producto. Es decir, ya tenemos la cadena completa, algo que no teníamos antes”.
Frente a esto, destacó que, “es un hito haber avanzado en todo este modelo de negocio para realmente tener disponibles estas tecnologías en el campo”.
EL INIA PODRÍA ASOCIARSE CON STARTUPS Y PYMES PARA SACAR SUS PRODUCTOS AL MERCADO
Con esto, es claro que, definitivamente, el objetivo del INIA y de la planta es fomentar una agricultura más sostenible, inocua y segura, convirtiendo a los bioinsumos en una parte importante de la matriz alimentaria ya sea para consumo nacional o exportación.
Además, la planta busca apoyar a las startups y pymes que tienen buenos productos, pero, que no pueden producirlos a la escala necesaria para el mercado, ofreciendo así una capacidad de producción local que cumple con altos estándares de calidad.
“El INIA podría asociarse con estas empresas y sacar sus desarrollos al mercado, es decir, producirlos a la escala que la empresa, microempresa necesite. Además, si necesitan, por ejemplo, un Bacillus pueden producirlo acá, no necesitan traerlo de EE UU o de Europa”, finaliza.
