La filosofía de ‘ecobiología vegetal’ de MAFA Bioscience busca suplir los agroquímicos con soluciones microbiológicas y botánicas. A través de sus distintas líneas de productos, la empresa española ofrece herramientas para los distintos requerimientos de los cultivos.
Dentro de su línea de probióticos y prebióticos a base de hongos y bacterias, que favorecen la salud de las plantas actuando sobre sus procesos bioquímicos naturales, la compañía apuesta por fomentar la salud del suelo.
Tal es el caso de Trichospore, un probiótico a base del hongo Trichoderma harzianum EZ-4, que mejora la absorción de nutrientes presentes naturalmente en el suelo. El inoculante líquido promueve el desarrollo radicular, aumentando la biomasa de la raíz de la planta.
Para demostrar sus efectos en campo, probaron la aplicación de Trichospore en lechugas variedad Romana en Albalat dels Sorells, Valencia. Con dos aplicaciones a lo largo del cultivo, buscaron promover el desarrollo radicular, fomentar la absorción de nutrientes, y, en consecuencia, aumentar la productividad.
DETALLES DEL ENSAYO
Definieron parcelas experimentales al aire libre de 1 m x 8 m, de 40 plantas de lechuga variedad Romana cada una. La primera dosis se aplicó mediante riego 7 días después del trasplante, mientras que la segunda aplicación se repitió 20 días después de la primera, también vía riego.
Las parcelas tratadas con Trichospore mostraron una cosecha media de 49.167,84 kg/ha mientras que las parcelas control alcanzaron los 35.869,34 kg/ha, una diferencia de 13.298,5 kg/ha, es decir, un rendimiento 37,07% mayor.
En resumen, tras la aplicación de Trichospore, Trichoderma harzianum EZ-44 se asocia con la planta, aumentando la formación de raíces laterales y optimizando las interacciones microbiológicas en la rizosfera, generando una mayor tolerancia al estrés, la promoción de la germinación de semillas, el crecimiento vegetativo y la producción.