Los semioquímicos se usan hace varias décadas para el manejo y control de plagas. Se trata de sustancias químicas producidas por un animal, planta u otro organismo, que estimulan una respuesta conductual o fisiológica en otro organismo de la misma o diferente especie. La investigación ha permitido conocer con mayor precisión sus alcances, que han dado lugar al desarrollo de potenciadores de polinización, por mencionar uno.
Ahora podrían ser la solución al problema de los elefantes en la sabana africana, donde el rápido crecimiento de la población humana y su impacto en zonas naturales han provocado un aumento en los conflictos entre humanos y fauna salvaje. El principal problema es la llegada de elefantes a granjas comerciales o de subsistencia, donde dejan daños importantes, que muchas veces se transforma en la pérdida total de la producción.
Investigadores del Departamento de Ciencias de la Protección Vegetal y Medioambiental de la Universidad de Hawai, en conjunto con miembros de la Reserva Natural Olifants West, en Sudáfrica, y parte del equipo de la empresa de control de plagas, ISCA Inc., se propusieron estudiar el potencial uso de feromonas para mantener a los elefantes fuera de zonas residenciales o agrícolas.
Utilizando ácido fórmico, compuesto de origen natural que se usa como feromona de alarma y como producto químico defensivo en las hormigas formicinas, el trabajo se desarrolló en la Reserva Natural Olifants West. El equipo formuló un repelente con un 20% de ácido fórmico que desplegaron mediante SPLAT, tecnología especializada de aplicación de feromonas y señuelos de ISCA, en zonas donde los elefantes se reunían a tomar agua.
HALLAZGOS PRELIMINARES
Los datos experimentales mostraron que los elefantes que interactuaron con los tratamientos de ácido fórmico tuvieron una respuesta de disuasión significativamente mayor, aunque generalmente leve, que los que interactuaron con los tratamientos de control, similar a los signos conductuales de preocupación y repelencia observados en pruebas anteriores cuando los elefantes se encontraron con formulaciones que contenían feromonas sintéticas de alarma de abejas melíferas.
Los investigadores destacan que las feromonas en este caso funcionarían siempre y cuando el elefante que se enfrenta a las moléculas, haya tenido una experiencia previa con hormigas y pueda asociar su olor a ese momento pasado. “La respuesta de evitación de la manada ilustrada en este trabajo es coherente con situaciones en las que un elefante individual advierte a otros de un peligro inminente o potencial, lo que provoca respuestas colectivas de toda la manada”.
Si bien los elefantes que interactuaron con el ácido fórmico durante los estudios fueron pocos, el equipo detectó lo que denominó como “una clara disuasión en varias interacciones y un aumento de las respuestas de alarma en otros casos. Esto sugiere que puede merecer la pena considerar el ácido fórmico como una opción semioquímica adicional para su inclusión en procedimientos integrados de disuasión de elefantes”. El ácido fórmico es de origen natural y no tiene efectos tóxicos o persistentes en el medio ambiente, por lo que los investigadores sugieren continuar los estudios para su uso como repelente sustentable de elefantes.