Para seguir creciendo, la agricultura debe resolver uno de sus principales desafíos: cómo impulsar cultivos en suelos áridos y salinos. Estos representan buena parte de la superficie global disponible para llevar a cabo cultivos de importancia. No obstante, muchas plantas tienen problemas para crecer y multiplicarse en esas zonas, incluyendo las que son naturales en ellas.
Una propuesta global se centra en generar tecnologías agrícolas que innoven los cultivos agroindustriales endémicos (halófitos) que tienen un alto potencial para la industrialización en condiciones áridas y de salinidad. Un grupo de investigadores mexicanos que decidió investigar mecanismos para estimular el crecimiento de estos cultivos señal que algunos halófitos tienen alta importancia agroindustrial.
Esto debido “a su capacidad para producir forraje, aceites vegetales y alimentos para el consumo humano en ensaladas y harinas”, señala. “Además, su aplicabilidad se ha demostrado en industrias como la cosmetología, la construcción, la fibra prensada en seco y, sobre todo, para la recuperación de áreas degradadas por salinización, ya sea natural o inducida por prácticas agrícolas inadecuadas, lo que favorece la economía rural”.
Para ello, buscaron determinar el efecto que los bioestimulantes podían tener en Salicornia bigelovii, una planta halófita que ha sido utilizada durante muchos años como alimento, debido a su alto contenido de fibra dietética, minerales, vitaminas, aminoácidos esenciales, ácidos grasos insaturados, esteroles y compuestos fenólicos.
“Es una halófita facultativa que puede sobrevivir en condiciones de salinidad superiores a 100 mM de NaCl, en las cuales otras plantas no son capaces”, señalan los autores citando varios estudios al respecto. “Gracias a sus múltiples características, como su alto contenido de aceite, proteína, carbohidratos de interés como lignocelulosa y celulosa, minerales y antioxidantes, aminoácidos esenciales como valina, isoleucina, treonina, histidina, fenilalanina, cisteína y otros (Lu et al., 2010), así como otros compuestos bioactivos, se considera una planta prometedora para las industrias alimentaria, de biocombustibles, cosméticos y farmacéutica, y puede considerarse un alimento rico en componentes nutricionales de calidad”.
En México, Salicornia se distribuye geográficamente a lo largo de toda la costa del Pacífico y en Sonora, su presencia está principalmente asociada a condiciones climáticas secas y suelos salinos. Entre sus principales aplicaciones se encuentran la fabricación de jabón, como alimento para animales, como remedio tradicional y recientemente como una fuente potencial en la producción de biocombustibles.
No obstante, uno de los aspectos que se deben mirar en las especies de Salicornia es su porcentaje de germinación, que se ha reportado entre 5 y 10% para especies como S. europea, S. bigelovii y S. stricta. “En estudios previos, la técnica de esquejes se ha propuesto como una solución alternativa potencial para el problema de germinación presentado por esta halófita. De manera similar, se ha demostrado el efecto beneficioso de algunas bacterias en el crecimiento de las plantas. “Sin embargo, el uso de otros bioestimulantes es mínimo”, dicen los autores.
En un artículo titulado “Biostimulant effect of chitosan and phenolic extracts on the phenological development of the halophyte Salicornia bigelovii”, los investigadores buscaron medir el impacto de dos formulaciones bioestimulantes: una basada en quitosano y la otra en extractos fenólicos.
Su investigación “podría proporcionar conocimientos valiosos para el desarrollo de opciones sostenibles y rentables para las industrias, además de contribuir a la reducción de las emisiones de dióxido de carbono a través de la capacidad de la planta para absorber el dióxido de carbono”, dice el artículo escrito por Betzabe Ebenhezer López Corona, Abelardo González Ocampo, Daniel Ruiz Juárez, Jesús Ortega García, Iram Mondaca Fernández y Edgar Omar Rueda Puente, representantes de instituciones agrarias y universidades del área de Sonora, Sinaloa y Xochimilco.
EL EXPERIMENTO Y SUS CONCLUSIONES
El estudio se realizó utilizando un diseño completamente aleatorio, evaluando un total de 45 unidades experimentales. En cada repetición se utilizaron cinco esquejes de Salicornia bigelovii. Se utilizó quitosana a una concentración de 1000 ppm y extractos fenólicos de M. tinctoria a una concentración de 5 mg/kg. Como control se utilizó agua destilada.
La parte inferior del esqueje se sumergió en la solución de quitosano durante 15 minutos, mientras que los extractos de M. tinctoria se aplicaron directamente a la planta. Las variables evaluadas en el estudio incluyeron la producción de brotes, altura final, porcentaje y apariencia de floración, y producción fotosintética de los brotes.
Los resultados se compararon con un grupo de control para determinar la efectividad de los tratamientos con quitosano y extractos fenólicos.
La primera gran conclusión es que el tratamiento basado en quitosano y extractos fenólicos de M. tinctoria resultó en un número significativamente mayor de brotes en comparación con el grupo de control, observándose hasta 700 brotes adicionales.
En este sentido, la aplicación del quitosano resultó en un número significativamente mayor de brotes en comparación con el grupo de control. Por su lado, los compuestos fenólicos mostraron un desarrollo de raíces más óptimo que el grupo de control, pero menor que la quitosana.
“Mientras que el quitosano tuvo un efecto más pronunciado en la producción de brotes, los compuestos fenólicos mostraron potencial para promover el desarrollo de las raíces”
“Mientras que el quitosano tuvo un efecto más pronunciado en la producción de brotes, los compuestos fenólicos mostraron potencial para promover el desarrollo de las raíces”, dice. “El uso de recursos alelopáticos, como la quitosana y los compuestos fenólicos, puede ser efectivo en la gestión de cultivos, actuando como promotores del crecimiento y potencialmente reemplazando a los herbicidas e insecticidas tradicionales”.