Cada gota cuenta. Ese es uno de los lemas de la compañía francesa Toopi Organics, un emprendimiento de la zona de Burdeos que tiene un objetivo preciso: fabricar biofertilizantes a partir de orina humana fermentada.
Con una población global que ya superó los 8.000 millones de personas, la orina humana y su alto contenido nitrógeno (N), potasio (K) y fósforo (P), podría convertirse en una importante y estable fuente de nutrientes de uso agrícola. Esa es la apuesta de la compañía que ya ha formado sociedades para abastecerse de los insumos necesarios para su producción. La compañía llegó a un acuerdo con el parque de diversiones francés Futuroscope para recolectar orina entre sus visitantes.
Para ello, se instalaron urinarios sin descarga que dirigen el líquido a estanques, donde se estabiliza para un almacenamiento sin olor en tanques especiales, los que luego son transportados a Toopi Organics para su procesamiento.
La posibilidad de hacer fertilizantes a partir de la orina humana es una investigación que se ha llevado a cabo en distintos lugares. A fines de 2021 un grupo de investigadores de India y Bélgica publicaron el paper “Harnessing biofertilizer from human urine via chemogenic and biogenic routes: Synthesis, characterization and agronomic application”. Fue también en esa época que un grupo de investigadores de la brasileña Universidad Federal do Mato Grosso do Sul publicaron el artículo “Are human urine recycling technologies becoming a worldwide trend in Agri-Food sector? A review by bibliometric analysis from 1999 to 2020”.
No obstante, los franceses de Toopi Organics han buscado ir más allá de la publicación y armar un modelo de negocios en torno a ello.
GRANDES AHORROS DE AGUA POTABLE
La firma señala que hay razones urgentes para recanalizar la orina haca plantas de procesamiento como las que tienen en Francia. Señalan que la descarga desde las tasas de WC y de los urinarios para conducir la orina hacia los sistemas de alcantarillado son responsables del 30% del consumo de agua potable a nivel global. Eso, sin contar que cada litro de orina humana contamina su vez unos 30 litros de agua potable. “La gestión global de la orina es un problema”, dice la empresa. “Cerca del 80% de las aguas residuales del mundo se vierten sin tratamiento. En otros lugares, la orina es difícil de tratar y contamina nuestros recursos hídricos”.
La empresa señala que la orina humana tiene una concentración que va entre 50% y 80% de los nutrientes N, P y K que son necesarios para el crecimiento de las plantas.
En Futurescope, la firma tiene habilitado cuatro bloques sanitarios equipados con urinarios masculinos para el reciclaje de orina. Desde julio de 2021, ya se han recogido en Futuroscope más de 23.000 litros de orina, lo que permite ahorrar más de 275.000 litros de agua potable en descargas. En los próximos tres años, el parque pretende recolectar orina en todas sus instalaciones.
PROCESO DE PRODUCCIÓN DEL BIOFERTILIZANTES A PARTIR DE ORINA HUMANA
Una de las claves de Toopi Organics radica en su proceso de transformación de la orina humana. Filtrada, suplementada con azúcar, la orina es inoculada con bacterias de interés agronómico y fermentada durante 48 a 72 horas, con el fin de obtener un bioestimulante microbiano de alta concentración.
Su primer bioestimulante de origen urinario, Lactopi Start, acaba de ser autorizado en seis países europeos. Probado en más de 10 tipos de cultivos durante más de cuarenta ensayos agronómicos, Según la firma, Lactopi Start reduce el consumo de fertilizantes sintéticos en un 50% mientras mantiene los rendimientos agrícolas, lo que reduce los costes de fertilización en un 37%.
La startup apunta a comercializar más de 2 millones de litros de bioestimulantes a base de orina humana en 2027, apoyándose en una extensa red de recolección que incluye sitios con alto tráfico de personas como Futuroscope, así como festivales de música o áreas de servicio repartidos por todo el país.
