Corteva, uno de los líderes en insumos agrícolas, ha puesto su radar en un sector que está revolucionando el manejo de plagas: los bioinsecticidas. Su apuesta más reciente es IBI Ag, una startup israelí que ha desarrollado una innovadora tecnología basada en “nanocuerpos” capaces de eliminar insectos sin comprometer el equilibrio ambiental.
Por ello, la compañía ha decidido redoblar su apuesta por la biotecnología agrícola a través de su plataforma de inversión Corteva Catalyst, a través de la cual IBI Ag ha recaudado US$6,1 millones en el primer tramo de su ronda de financiación de Serie A. La financiación tiene como objetivo acelerar la comercialización de estos innovadores bioinsecticidas.
Ataque a plagas con precisión
La tecnología de bioinsecticidas de IBI Ag funciona rociando formulaciones basadas en nanocuerpos sobre los cultivos. Una vez ingeridos por las plagas, los nanocuerpos se adhieren al intestino del insecto, provocando un fallo digestivo y, en última instancia, eliminando la plaga. A diferencia de los insecticidas químicos convencionales, estas soluciones biológicas se degradan rápidamente en el medio ambiente, lo que minimiza el riesgo para los insectos beneficiosos, otros animales salvajes y las aguas subterráneas.
Según IBI Ag, su tecnología es eficaz contra un amplio espectro de plagas, incluidos tanto insectos chupadores y pulgones como insectos masticadores como orugas, lo que la hace adecuada para una amplia gama de cultivos.
“Vemos un potencial considerable para que los bioinsecticidas de IBI Ag sean una solución inteligente para que los agricultores puedan hacer frente a los insectos devastadores y, al mismo tiempo, minimizar el impacto ambiental”, señala Tom Greene, director sénior de Corteva Inc. y líder mundial de Corteva Catalyst.
Vale destacar que, IBI Ag está realizando actualmente pruebas de campo y planea iniciar el proceso de aprobación regulatoria en EE UU para fines de año. EE UU ha sido identificado como el principal mercado objetivo de la empresa, con planes adicionales para el registro regulatorio en América Latina y Europa.
Una parte importante de la financiación de la Serie A se destinará a aumentar la producción y a sortear los obstáculos regulatorios. Además, la empresa planea conseguir más inversiones para fortalecer su estrategia de expansión del mercado.