Cada año los países alrededor del mundo exigen límites máximos residuales bajos y ya Europa anunció que para el 2030 pedirá que la mitad de su alimentación sea orgánica. Eso, obviamente, conlleva a que la industria se adapte para responder a esta tendencia. En esa línea, el Grupo Silvestre, que en un principio solamente importaba productos biológicos, ha empezado a investigarlos y fabricarlos para su comercialización en diferentes mercados de Latinoamérica.
Jorge Ramírez, presidente ejecutivo del Grupo Silvestre, explica que ahora el foco está en investigar y elaborar todo aquello que sean soluciones biológicas, como parte de una cartera de investigaciones que priorizarán para los próximos años.
En esa línea, hace unos meses, el grupo adquirió el laboratorio Biocontrol y la empresa comercializadora Core Biotechnology en Colombia. En el laboratorio recién adquirido, el plan es elaborar bacterias, hongos, virus. En Perú, el grupo ya viene elaborando extractos y próximamente ofrecerán metabolitos.
La compañía, con más de 30 años de experiencia en el mercado, ha invertido US$ 6 millones en la ampliación de su capacidad de producción en Perú, además de la adquisición del laboratorio colombiano.
El campo de los biológicos es bastante amplio, ¿tienen algún plan de enfocarse en algunas soluciones en particular?
Queremos cubrirlo todo, pero con pasos firmes. Tenemos un par de productos a base a bacterias, estamos desarrollando metabolitos y los extractos ya los estamos introduciendo al mercado. Estamos evaluando también incluir hongos, levaduras y virus que ya el equipo en Colombia ha elaborado antes. Claro está que estamos evaluando cuáles debemos priorizar.
¿Cuáles son los principales retos frente al proceso de producir biológicos?
Todo desarrollo de productos tiene diferentes retos, pero hay un equipo que está con nosotros y ya tiene historia. Estamos construyendo una importante red de profesionales en Perú y Colombia. También contamos con un especialista en agricultura orgánica en el equipo de República Dominicana y con todos ellos vamos a reducir cualquier riesgo de ejecución. Dificultades siempre habrá, sin embargo, estamos seguros de que es un mercado que crece muy rápido.
¿En cuánto han calculado que crece el mercado de biológicos?
El crecimiento de los biológicos en Perú viene a una tasa interanual de casi 30% en los últimos cinco años. Claro, todavía es un porcentaje pequeño versus el mercado total de agroquímicos, pero quizá en cinco años se cierre mucho esa brecha. No creo que llegue a ser 50%- 50%, pero el componente de biológico va a ser bastante más grande que hoy. Esto significa que, por lo menos, en los próximos cinco a diez años la tasa de crecimiento será del 20%, sobre todo con los anuncios de restricciones que ha hecho Europa y otras economías.
¿Esto no significa que los químicos van a desaparecer, entonces?
No lo veo. La tendencia es obviamente a que ya no se utilicen productos banda roja, incluso, muchos de banda amarilla ya están siendo prohibidos. Entonces quedaran los de banda azul, verde y los biológicos para el uso agrícola.
¿En qué se está concentrando, actualmente, la oferta de biológicos en el país?
Por las regulaciones de los importadores, la mayor parte del crecimiento está concentrado en el periodo cuando ya tienes fruta, porque tienes periodos de carencia y no puedes aplicar otras cosas. Allí, obviamente, están mucho las soluciones biológicas para plagas y enfermedades. Sin embargo, el tema de la nutrición o de los biofertilizantes o bionutrientes viene creciendo, pero las pruebas para validarlos toman más tiempo.
¿Cuánto demoran esas pruebas?
En realidad, más allá de la prueba, lo más difícil es aislar el efecto que tiene sobre otras variables exógenas que te pueden impactar en las cosechas, que van desde el manejo per se del campo. Cuando tienes un producto que te controla una plaga es fácil: mides la población antes de la aplicación, y luego vez si la población sobrevive. Sin embargo, si vas a tener algo que te mejora la absorción o enriquece la raíz, toma más tiempo identificar sus beneficios y muchos esperarán primero que sea de uso masivo, aunque siempre tienes a los ‘early adopters’, que son los primeros que dicen ‘si yo creo en esto, vamos con fe’.
¿Cómo lograr introducir estos nuevos productos?
Lo importantes es que nosotros tenemos 30 años como grupo y tenemos una fuerza de ventas, seguramente, la más grande en el país. Obviamente, nos complementamos con expertos para capacitar a los agricultores y distribuidores en el correcto uso de estos productos a través de charlas y eventos y financiamos tesis en maestrías. Vamos por diferentes frentes.
En el caso de ustedes, ¿qué productos biológicos lanzarán el próximo año al mercado?
Tenemos un plan que incluye 23 productos biológicos que serán registrados progresivamente hacia el 2027 para su comercialización. Hasta el 2023 se han lanzado 29 productos biológicos, de los cuales 22 ya cuentan con registro del SENASA. Además de biológicos, estamos lanzando algunas combinaciones de algún químico con un biológico. Por mucho que haya una tendencia por lo biológico, el tratamiento por muy buen tiempo va a ser bioquímico.
¿En qué soluciones biológicas aún les faltaría explorar?
Tenemos que desarrollar fuertemente nuestra presencia en productos de nutrición biológica, porque es una categoría en la que no participamos como en otras categorías. Es algo que estamos poniendo en agenda con planes de trabajo, presupuestos y responsables y con inversiones también para mejorar nuestra posición.
La idea, finalmente, es ser un jugador importante de biológicos a nivel de América Latina. ¿Cuánto más se esperan expandir en la región?
Ya somos importantes en Perú, entonces, vamos a desarrollar otros mercados que creemos que tienen potencial para el portafolio de productos biológicos. Además de ya tener presencia en Colombia y República Dominicana, nuestro interés está en Guatemala, Ecuador y México. El objetivo es ir comercializando estas soluciones biológicas en diferentes países donde existe potencial de venta.
¿Cuál es el balance comercial de la empresa en el 2023?
Hemos quedado por debajo de lo que estimamos, pero por encima del año pasado, lo cual es bueno en el entorno que ha tenido la industria (clima, crisis políticas, financiamiento caro). Me siento contento con los números con los que estamos cerrando.
