Manejo de un suelo vivo

En nogal todo parte desde la raíz

28 de febrero de 2025

La materia orgánica y los microorganismos presentes en al suelo realizan un considerable aporte al éxito del cultivo del nogal.

María Paz Rosés, ingeniera agrónoma, M.S., asesora en manejo de suelos y nutrición integrada, académica de la Universidad de Talca, se refirió al manejo de suelos en nogal durante la última edición de la conferencia Exponut en Chile, planteando que “todo parte desde la raíz”. Analizó el uso de herramientas como humus, compost, cubiertas vegetales y silicio, y entregó resultados de experiencias en huertos comerciales.

Francisco Fabres

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Para contextualizar, Rosés explicó el concepto de “suelo vivo”:

–El suelo se genera de un material parental (ya sea rocas o sedimentos) por efecto de las condiciones climáticas, de manera que se encuentra en constante cambio. Ya que está en permanente evolución, se considera con vida. Con el tiempo se forma la capa cultivable, compuesta por material inerte, materia orgánica y microorganismos. Su mezcla con el agua y el aire es lo que posibilita el crecimiento de las especies vegetales.

Refiriéndose a la parte “bio”, indicó que la materia orgánica (m.o.) del suelo está constituida por la biomasa –las plantas y los organismos vivos–, los detritos –residuos de plantas y organismos muertos, materia orgánica en descomposición– y el humus –materia orgánica que ya logró la estabilidad luego del proceso de descomposición y que se empieza a asociar con las partículas de suelo–. La materia orgánica, que ayuda a la unión del limo, la arcilla y la arena –especificó–, es lo que mide el análisis de suelo, por eso es importante limpiar en la muestra todo lo que está en la superficie.

María Paz Rosés.

CONTRIBUCIÓN DE LA MATERIA ORGÁNICA Y MICROORGANISMOS

La m.o. tiene efectos en la fertilidad, por ejemplo aumenta la capacidad de intercambio catiónico (CIC). Así un suelo arenoso bajo en CIC al cual se le adiciona m.o. aumenta los puntos de intercambio que ayudan a retener cationes. También contribuye a la retención de agua.

Los microorganismos, por su parte, posibilitan reducir las dosis de fertilizantes, sobre todo de micronutrientes, porque aportan a hacerlos disponibles. En general los microorganismos se concentran en los primeros 30 cm de suelo. Naturalmente, como seres vivos, requieren de agua, aire y alimento. Además de contribuir a degradar la m.o., o sea la mineralización de los tejidos –tales como restos de poda o cubiertas vegetales establecidas, entre otros–, está la fijación del nitrógeno (N) atmosférico, la mantención de estructura, la simbiosis con raíces, la degradación de sustancias químicas nocivas (residuos de pesticidas, hidrocarburos u otros contaminantes), la producción de orgánicos que facilitan la absorción radicular, la producción de hormonas y vitaminas sinérgicas con la planta, y el control biológico de fitopatógenos.

NO ES LLEGAR Y APLICAR, HAY QUE SEGUIR UNA SECUENCIA ORDENADA

Para mejorar los componentes del suelo que no corresponden a material inerte debe seguirse una secuencia ordenada. Así, en caso de existir problemas tales como compactación o exceso de sales, estos deben ser superados antes de usar herramientas como el compost y las cubiertas vegetales. La utilización previa de ácidos húmicos y fúlvicos mejorará las propiedades del suelo; los mejoradores de suelo de pH ácido ayudarán procesos de solubilización, y muchas veces a disgregar suelos compactados; desplazadores de sales basados en calcio bajarán el contenido de sodio, y en el caso de cloruros o sulfatos habrá que recurrir al lavado mediante el riego.

El uso de húmicos, mejoradores de suelos, desplazadores de sales, aplicación de compost, empleo de cubiertas vegetales y aplicación de silicio son herramientas disponibles para proteger e incrementar la vida del suelo, en beneficio de los cultivos.

Usados adecuadamente –puntualizó la académica y asesora– estos tres tipos de productos generan mejoras notorias en una a dos temporadas, abriendo el camino para herramientas como el compost y las cubiertas vegetales.

Bajo el suelo ocurre una increíble cantidad de interacciones necesarias para el desarrollo de la planta.

RESULTADOS DE EVALUACIONES EN NOGALES

Rosés mostró resultados de evaluaciones en nogales en suelos arcillosos donde se aplicó ácidos húmidos y descompactadores de suelo. En solo una temporada aumentó el crecimiento radicular, empezaron a generarse micorrizas, reaparecieron los macroporos y las raicillas comenzaron a avanzar gracias al cambio de la estructura.

En otros ensayos, el uso de acidificantes y desplazadores de sales derivaron en mejoras del desarrollo vegetativo del nogal. Las conductividades eléctricas bajaron considerablemente, así como el sodio y los bicarbonatos.

Las aplicaciones de compost se recomiendan una vez en la temporada –dijo Rosés–, después de la poda, sobre la hilera, entre 8 y 10 m3/ha al año. Dos aspectos que remarcó como importantes: solicitar análisis en cada compra o lote, para verificar la calidad del compost, y monitorear la evolución de los nutrientes en el suelo, porque el compost hace aporte de nutrientes. También recalcó que los cambios físicos generados por el compost son paulatinos.

María Paz Rosés comentó resultados de un huerto de nogales en San Esteban, aportados por el asesor Luis Cariola, luego de 3 años de manejo orgánico usando un compost que incluye el insumo de residuos de cáscara de nuez, con un contenido importante de nutrientes como potasio y hierro. Además del compost se adicionaron 30 unidades de fósforo y 30 de N. Los contenidos foliares bajaron en nitrógeno, pero se mantuvieron dentro de los rangos adecuados y en general se sostuvo una muy buena condición nutricional.

Las cubiertas vegetales mejoran la calidad del suelo –observó Rosés–, aportan materia orgánica al incorporarlas. Las leguminosas contribuyen con unos 50 a 400 kg de N/ha, de los cuales entre un 40 y un 50% queda disponible para el cultivo. Es importante incorporarlas en primavera, idealmente después de la floración o mientras estén verdes; si son perennes, mantenerlas cortadas a finales de primavera.

LOS EFECTOS POSITIVOS DEL SILICIO

Finalmente la profesora de la Universidad de Talca se refirió al silicio. Este es un producto que activa mecanismos antiestrés en la planta. Tiene un efecto estructural pues mejora todos los tejidos vegetales, ayudando a soportar varios tipos de estrés tanto bióticos como abióticos, ambientales y de suelo. Sus efectos son físicos, en estructuración de los tejidos, osmóticos y nutricionales. Ensayos en palto han demostrado que su aplicación contribuye a soportar periodos de sequía en una mejor forma.

En un ensayo en nogal aplicando silicio tanto vía foliar como al suelo, con una restricción del agua en un 50%, los tratamientos con aplicación al sustrato lograron mantener los balances osmóticos. En otras palabras la planta tuvo mejor fotosíntesis y conductividad eléctrica, a pesar de estar con la mitad del agua. Esto es porque activa una serie de proteínas que mejoran la absorción de agua y el potencial interno de la planta. El peso seco se mantuvo similar al tratamiento testigo. Además, precisó la especialista, el silicio tiene un efecto indirecto en mejorar la absorción de calcio, lo cual ha comprobado transversalmente en especies frutales y cultivos.

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Biologicals Latam es una revista digital trimestral de Redagrícola que informa de manera especializada sobre la intensa actividad que se está desarrollando en el espacio de los bioinsumos para la producción agrícola. Esta publicación en español e inglés es complemento del Curso Online de Bioestimulantes y Biocontrol y las conferencias que este grupo de medios realiza en torno al tema.