A pocas plantas se le conocen más propiedades que al Aloe vera. También conocida como sábila es una planta suculenta, a la que se le ha estudiado por su capacidad antibacteriana, hidratante, calmante, cicatrizanate e, incluso, laxante. No obstante, un investigador de la Universidad Nacional (UNAL) de Colombia, en su sede de Palmira, se enfocó en otra de sus cualidades: su capacidad de almacenar agua en sus hojas, tallos y raíces. Una útil característica que le permite sobrevivir en condiciones de sequía.
Este fue el aspecto que llamó la atención del ingeniero agroindustrial Eduardo Luligo Montealegre, quien investigó nuevos usos su cutícula, la capa protectora que se encuentra en la superficie más externa de las plantas y que interacciona con el ambiente. En eso, encontró su sorprendente capacidad de absorber y retener agua, “un aspecto poco explorado en la literatura científica hasta ese momento”, señala el ingeniero Luligo.
Después de cortar la cutícula en cuadritos, mediante un proceso de deshidratación y molienda en el laboratorio obtuvieron partículas con un tamaño entre 100 y 500 micras, que luego de evaluarlas minuciosamente revelaron una retención de agua más estable y eficiente frente a los hidrogeles sintéticos comerciales.
A partir de ello, creó un hidrogel a base de sábila que mejora la retención de agua en suelos agrícolas. El producto, que ya fue patentado, demostró su eficacia en diferentes tipos de suelos, desde arenosos hasta arcillosos. Uno de los aspectos más destacados fue la resistencia a cambios de pH o acidez del suelo, en temperaturas que pasan de 10° a 40° C, y presencia de sales.
Los ensayos de campo se hicieron en un terreno del municipio de El Cerrito (Valle del Cauca), y la composición demostró ser segura y beneficiosa para el crecimiento de los cultivos.
“Observamos un desarrollo vegetativo vigoroso, con un crecimiento óptimo de raíces, altura y diámetro”, dice Luligo. “Los hidrogeles comerciales pueden tener efectos adversos en las plantas cuando se aplican en dosis elevadas, ya que se elaboran con derivados del petróleo o químicos no biodegradables que con el tiempo dañan los suelos y el ambiente”.