El oídio, causado por el hongo Erysiphe necator, es una enfermedad fúngica que representa un desafío significativo para la agricultura peruana en el cultivo de uva de mesa. La enfermedad se manifiesta como un polvo blanco en las hojas, brotes y bayas, lo que afecta negativamente la fotosíntesis y reduce el rendimiento de los cultivos. Además, el oídio debilita la planta, lo que la hace más susceptible a otras enfermedades y condiciones adversas.
El clima juega un papel crucial en la propagación del oídio en Perú. Las regiones con alta humedad relativa y temperaturas moderadas son especialmente propicias para el desarrollo y propagación del hongo. Además, la falta de ventilación y la presencia de rocío frecuente pueden acelerar la propagación de la enfermedad. Asimismo, las prácticas agrícolas inadecuadas, como la falta de poda y el uso excesivo de fertilizantes nitrogenados, pueden aumentar la vulnerabilidad de las plantas al oídio.
En la búsqueda de prácticas agrícolas sustentables y eficientes para el control del oídio, han surgido soluciones biológicas que demuestran gran potencial. Entre ellas, destacan los inoculantes biológicos, capaces de colonizar los tejidos vegetales, como brotes, hojas o bayas, compitiendo con el hongo Erysiphe necator mediante mecanismos como enzimas líticas, péptidos antimicrobianos y una rápida velocidad de colonización.
Genomas de Bacillus velezensis cepas PC-2906 y cepas G-0524.
Dentro de nuestras estrategias de manejo, hemos desarrollado Velezensis WP®, un producto biológico eficiente y libre de residuos, como una herramienta eficaz en plantas sometidas a presiones de enfermedades fungosas como el oídio y Botritis. La formulación biotecnológica de Velezensis WP® se basa en dos características fundamentales. En primer lugar, la selección meticulosa de microorganismos mediante rigurosas técnicas bioquímicas y moleculares nos ha permitido identificar un grupo de cepas de Bacillus, destacando entre ellas las cepas PC-2906, G-0524 y X-1103 de la especie velezensis. En particular, hemos elegido la cepa PC-2906 de Bacillus velezensis debido a su destacada capacidad en la formación y liberación de metabolitos secundarios. Hemos identificado más de 10 compuestos diferentes, entre los que destacan la Fengicina, Bacilysin, Macrolactina H, Bacillaene, Amylocyclina y péptido LCI. A su vez, presenta una notable resistencia a variaciones térmicas y desecación, una mayor tolerancia a la radiación ultravioleta y una compatibilidad destacada con otros fitosanitarios, entre otras características. Todo esto convierte a la cepa PC-2906 en un Bacillus singular en su grupo.
Como segunda característica importante, se encuentra la formulación que confiere atributos relevantes a cada producto biológico. Velezensis WP resalta la técnica de liofilización, un proceso mediante el cual los microorganismos presentes en la formulación se conservan a través de un delicado procedimiento de secado a -40 °C y en condiciones de vacío. Este método logra una deshidratación cercana al 99%, preservando al mismo tiempo las membranas y moléculas de los microorganismos involucrados. Este enfoque asegura la conservación, estabilidad y eficacia de la formulación de Velezensis WP. Además, se añaden promotores de germinación que potencian la velocidad de activación y el control biológico en el entorno de aplicación.
Colonización superficial de un brote representativo de Vitis vinífera. inoculada con Erysiphe necator . (a) Previo a inoculación; (b) 10 días después de la inoculación. Note los muchos conidióforos delicados en la superficie de las escamas de las yemas externas (flechas). Barra de escala, 1 mm.
Fuente: Plant Pathology, Volume: 54, Issue: 4, Pages: 535-548, First published: 26 July 2005, DOI: (10.1111/j.1365-3059.2005.01212.x)
El uso de bioinoculantes se presenta como una alternativa altamente eficiente. Su habilidad de colonización y producción de moléculas que inoculan los tejidos vegetales, sumado a su enfoque sostenible, los convierte en valiosos aliados cuando se presentan condiciones para el desarrollo de enfermedades fúngicas. Al combinar estas estrategias con prácticas químicas adecuadas, los agricultores pueden avanzar hacia una producción más responsable y amigable con el medio ambiente. A través de este enfoque integral, se asegura la protección de los cultivos y la sustentabilidad de la industria agrícola, satisfaciendo de esta manera las exigencias de los consumidores conscientes.
