Perú fue el mercado escogido por la multinacional ADAMA para presentar al que llama su primer biofungicida global. Se trata de ACTAVAN, una formulación basada en extracto de plantas y desarrollado en colaboración con la firma neozelandesa Waikaitu Ltd. El producto se enfoca en prevenir la aparición de pudriciones en frutas en cultivos como uvas, berries y hortalizas. Sus fabricantes señalan que también incrementa el contenido de azúcar, firmeza de la piel, tamaño y peso de los berries, reduciendo también la fisuración de los frutos.
Este paso del registro en Perú es solo el comienzo, dice la empresa, ya que el plan es expandir la inscripción de ACTAVAN en otros países de América Latina, así como en diversas regiones como Asia Pacífico y Europa. De hecho, la firma llama a ACTAVAN como “su primer biofungicida global”.
Para Walter Costa, Vicepresidente de Marketing y Estrategia de Producto de Adama, la colaboración con Waikaitu dio como resultado “el desarrollo de un biocida innovador y potente que no sólo satisface los diferentes requisitos en todas las etapas de la cadena de valor, sino que también cumple con los altos estándares de calidad que buscan los productores de frutas y hortalizas”.
Como producto biológico, ACTAVAN es compatible con la agricultura ecológica y las prácticas de gestión integrada de plagas (GIP). La firma dice que complementa su oferta biológica “al proporcionar una acción fungicida eficaz y fiable para todo tipo de agricultura utilizando un ingrediente activo novedoso”.
“Los agricultores de todo el mundo están buscando un biofungicida eficaz que les permita incorporar prácticas agrícolas sostenibles y seguir produciendo frutas y bayas de alta calidad”, dijo Walter Costa, Vicepresidente de Marketing y Estrategia de Producto de ADAMA.