El dinamismo global de las flores ornamentales se topa con un límite: la menor disponibilidad de agua para su riego. El cultivo de rosas, crisantemos, claveles y hortensias requiere altas cantidades del líquido; su carencia puede afectar su desarrollo de manera importante. Por ello, un grupo de investigadores de la Universidad de Gante y del Ornamental Plant Research, ambos de Bélgica, quiso analizar si es que algunas populares fórmulas de bioestimulantes podían reducir el impacto de este estrés abiótico.
“El sector ornamental es económicamente importante, pero utiliza grandes cantidades de agua, que pueden verse restringidas debido al cambio climático y la escasez de agua”, dicen los autores. En un experimento descrito en el artículo “Effect of Seaweed-Based Biostimulants on Growth and Development of Hydrangea paniculata under Continuous or Periodic Drought Stress”, buscaron medir el efecto que podían tener soluciones basadas en extractos de algas par minimizar el impacto de la sequía en las flores. El análisis se basó en cultivos de Hydrangea paniculata, una variedad de hortensia originaria de Asia, conocida por su alta sensibilidad al estrés por sequía.
“Los extractos de algas contienen moléculas bioactivas que pueden mejorar las propiedades del suelo, la arquitectura de las raíces y la fotosíntesis, así como aumentar las concentraciones endógenas de moléculas relacionadas con el estrés en las plantas tratadas”, señalaron los autores para explicar la elección de fórmulas derivadas de algas en el estudio.
Para ello, los autores realizaron un ensayo de dos años para evaluar los efectos de cuatro extractos de algas marinas a base de Ascophyllum nodosum, Soliera chordalis, Ecklonia maxima y Saccharina latissima. A ello sumaron un bioestimulante microbiano. Las distintas fórmulas fueron aplicadas en distintas muestras de Hydrangea paniculata cultivada en contenedor, las que fueron sometidas al mismo estrés por sequía. En el primer año del ensayo, el riego total se redujo en un 20%, mientras que en el segundo, las plantas se sometieron a repetidos ciclos de secado y humedecimiento.
Los efectos de los bioestimulantes sobre el crecimiento y desarrollo de las plantas se evaluaron a partir de parámetros morfológicos y de calidad de la planta, como el contenido de agua, la conductancia estomática, la producción de biomasa, el desarrollo radicular y la compacidad de la planta. Las características del sustrato, como el contenido volumétrico de humedad, la conductividad eléctrica y la temperatura, se determinaron mediante un sensor WET. La aplicación fue mediante pulverización sobre las hojas.
Los resultados del estudio no fueron muy prometedores. El artículo informa que los bioestimulantes mostraron efectos menores sobre el crecimiento y el desarrollo de Hydrangea paniculata en condiciones de estrés por sequía. El extracto de A. nodosum produjo ramas más largas y más biomasa bajo riego deficitario, pero tendió a acelerar la floración cuando se aplicaron ciclos repetidos de secado y humedecimiento. El extracto de E. maxima afectó negativamente a la ramificación de Hydrangea bajo ciclos repetidos de secado y humedecimiento. “Los demás bioestimulantes probados no afectaron a ninguno de los parámetros en comparación con el control sometido a estrés por sequía”, señalan los autores. El artículo también señala que la investigación sobre bioestimulantes es compleja y que los efectos parecen depender de muchos factores, como la planta, el cultivar, la dosis de aplicación y el método, así como de las condiciones de cultivo, que fluctúan mucho en el campo.