Cuando se habla de especies invasoras que afectan los cultivos, se tiende a pensar en plagas y los estragos que provocan en las plantas, que en muchos casos las debilitan a tal punto que se pierde la producción completa. Pero también existen hierbas invasoras, de rápido crecimiento y muy competitivas, que colonizan todo a su paso.
Es el caso de cogongrass (Imperata cylindrica), una gramínea invasora de origen asiático y considerada como “la séptima peor mala hierba del mundo”. Muchos agricultores la plantaron como pastos y para el control de la erosión, pero luego se dieron cuenta que no era un buen alimento para el ganado, y tampoco ayudaba con la erosión. Actualmente se ha extendido desde Florida a Texas, dañando los ecosistemas.
Investigadores del Servicio de Investigación Agrícola (ARS por sus siglas en inglés) están trabajando para frenar la invasión, que actualmente se trata con herbicidas, que solo representan una solución temporal ya que deben volver a aplicarse cada 6-12 meses.
Los estudios están dirigidos a investigar el biocontrol del cogongrass a través de la recolección y el estudio de insectos que se alimentan de la hierba, los que se analizarán durante varios años para determinar su seguridad y liberar aquellos que no causen daños a plantas de interés agronómico.
INVESTIGACIÓN COLABORATIVA PARA DESCUBRIR Y DESARROLLAR AGENTES DE BIOCONTROL
El proyecto comenzó hace dos años en colaboración con el Laboratorio Australiano de Control Biológico del ARS del USDA en Brisbane, y según comentó Greg Wheeler, entomólogo del Laboratorio de Investigación de Plantas Invasoras del ARS en Fort Lauderdale, “nuestro objetivo (…) es encontrar el origen de los linajes invasores del cogongrass comparando el ADN de las zonas donde crece la hierba en Estados Unidos con las zonas de ultramar. Con esta información, esperamos descubrir y desarrollar agentes de control biológico que se adapten mejor a nuestra variedad de cogongrass”.
Según Wheeler, los científicos del laboratorio del USDA en Australia ya han descubierto 65 especies de insectos que se alimentan de la hierba, muchas de ellas nuevas para la ciencia. El científico también señaló que en un año consiguieron colonizar entre dos y tres especies en el laboratorio australiano, teniendo mucho éxito en colonizar ciertas especies, como una oruga perforadora de tallos y una mosca perforadora de brotes. “Ambas especies se introdujeron en cuarentena en diciembre de 2023. Esto es un testimonio de la diversidad de agentes potenciales y del ingenio del laboratorio australiano del USDA”, agregó.
Wheeler y su equipo importaron dos posibles agentes de control biológico de Australia a la cuarentena estadounidense para realizar pruebas: el barrenador de la punta de los brotes Atherigona sp. y el barrenador de la corona Emmalocera latilimbella.
PRIMEROS AVANCES DE COLONIZACIÓN EXITOSA
Las moscas australianas completaron su desarrollo recientemente y emergieron de plantas de cogongrass cultivadas en Florida en cuarentena, “lo que indica los primeros pasos de una colonización exitosa”, explicó Wheeler. El ciclo vital de la mosca es corto, y la eclosión del huevo hasta la emergencia del adulto tarda entre 25 y 30 días. “La polilla australiana (de la oruga perforadora del tallo) también está poniendo huevos, y las larvas se están alimentando del cogongrass de Florida. Esperamos que esta especie también colonice nuestro cogongrass de Florida en cuarentena”, apuntó.
Los investigadores también están realizando análisis de ADN para cotejar el cogongrass de Estados Unidos con el que crece en Australia, Japón, Indonesia, China, África, etc. “No solo estamos dando prioridad al origen de la maleza, sino que también nos estamos centrando en seleccionar insectos que causen el mayor daño posible a la maleza objetivo, sin afectar a las plantas valiosas que crecen en la región. Una vez colonizados en cuarentena, estos insectos se someterán a pruebas para determinar su inocuidad”, indicó el entomólogo.
Lo anterior llevará varios años y considerará muchos experimentos que son el “patrón oro para determinar la seguridad”. Para el caso de los insectos que no superen las pruebas, serán descartados.