La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Unión Europea (UE) unieron fuerzas para transformar los sistemas alimentarios locales en Cuba, mediante el avance de las tecnologías de producción de biopesticidas. La colaboración, centrada en la agricultura sostenible, busca reducir el uso de pesticidas químicos y promover la seguridad alimentaria.
A través del proyecto “Fortalecimiento del sistema integrado de gestión del conocimiento para la seguridad alimentaria en Cuba” (Consas), ejecutado en el Instituto de Investigaciones Fitosanitarias de La Habana (Inisav), la iniciativa beneficiará la gestión de plagas en miles de hectáreas del centro de Cuba.
Los biopesticidas son productos de importancia estratégica para Cuba, por lo que la iniciativa pretende proporcionar soberanía tecnológica, reducir la dependencia de los pesticidas químicos importados, y abordar las preocupaciones medioambientales y sanitarias. Los equipos avanzados suministrados, incluidos liofilizadores y filtros para fermentadores, tienen el objetivo de mejorar la calidad y estabilidad de las cepas de bioproductos, conservando los recursos y minimizando los costes de transporte.
Este esfuerzo se alinea con la Ley de Soberanía Alimentaria y Seguridad Alimentaria y Nutricional (Ley SSAN) de Cuba, que prioriza la reducción de la dependencia de insumos externos y el refuerzo de la producción local de insumos. Al mejorar las capacidades de producción de biopesticidas, la iniciativa apoya directamente los objetivos de la Ley SSAN, contribuyendo a unas prácticas agrícolas más seguras y sostenibles que benefician tanto al medio ambiente como a la salud de la población.
La donación y los avances tecnológicos en la producción de biopesticidas representan un paso clave hacia la agricultura sostenible en Cuba. El proyecto Consas sienta un precedente para futuras iniciativas destinadas a promover prácticas agrícolas sostenibles y la soberanía tecnológica en Cuba y, potencialmente, en otras naciones.