Soluciones cada vez más desarrolladas

Los prometedores avances de las alternativas biológicas en los huertos peruanos

2 de mayo de 2024

El asesor, especialista en fitosanidad, José Luis Juárez, explica que los bioinsumos ya están instalados y creciendo cada vez más en el país, ayudando a los productores a superar enfermedades, aplicándolos como un complemento en el programa fitosanitario. Eso les ha permitido ofertar su fruta en mercados muy exigentes frente a los residuos.

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Hay veces en que, de un momento adverso y adoptando medidas de emergencia, nacen nuevas oportunidades. Es el caso de la exportadora peruana de fruta fresca, Agro Direct, que cuenta con 100 hectáreas de uva de mesa bajo manejo convencional. Durante la pasada campaña optaron por aplicar alternativas biológicas, tras quedarse sin herramientas químicas para el control de oídio, lo que resultó en un doble beneficio.

“Echaron mano a alternativas biológicas en plena etapa crítica de la enfermedad. Les fue bien, pudieron controlarla y al final los favoreció bastante porque pudieron entrar a mercados muy exigentes en el tema de residuos y ofertar mejor su fruta”, explica José Luis Juárez, asesor, especialista en fitosanidad.

José Luis Juárez, asesor, especialista en fitosanidad.

Juárez asesora uva de mesa y arándanos, tanto en campos convencionales como orgánicos, y explica que en los manejos tradicionales “está creciendo cada vez más la necesidad de emplear las herramientas orgánicas por un tema de residuos, y por un tema de limitantes en la disponibilidad de activos, donde algunos ya están restringidos y otros están por salir del mercado”.

El asesor menciona la nueva especie de trips que hay en el país, Scirtothrips dorsalis, que no solamente ataca en floración, sino que desde pre flor hasta el crecimiento de bayas, lo que obliga a diversificar las alternativas de control. “Si anteriormente contábamos con solo dos moléculas para aplicar y controlar a Frankliniella occidentalis, hoy tenemos que realizar cuatro o cinco aplicaciones para su control. Entonces tiene que haber herramientas orgánicas para tolerar y mantener bajos los niveles de presión de la plaga”.

AUTOABASTECIMIENTO PARA DISMINUIR LOS COSTOS, PERO ATENCIÓN A LAS LIMITANTES

En Perú hay una creciente práctica en que las mismas empresas producen sus propios bioinsumos. Juárez lo ve bien encaminado, ya que ayuda a minimizar los costos de producción. “La mayor parte de lo que se produce se aplica al suelo. Básicamente son micorrizas, Bacillus, etcétera, y se está viendo bastante ayuda por ese lado y minimizando el uso de enraizadores sintéticos que encarecen los costos”.

Eso sí, hay que considerar que las soluciones generadas en biofábricas todavía presentan limitantes, como cuando se quieren incorporar mediante aplicaciones foliares, ya que el grado de control no es significativo para enfermedades y plagas, al menos no todavía. “Hemos hecho pruebas en varios fundos con la propia producción, pero hemos visto un control muy escaso en términos de reducir poblaciones, que debe estar entre un 40% y 50%. Entonces, en este momento sirven, pero como complemento”, sostiene Juárez.

Las aplicaciones vía foliar también encuentran barreras en factores climáticos como la radiación o el viento, por lo que requieren de productos más estables para funcionar. Además, para este tipo de aplicaciones se necesitan más metabolitos para que los productos puedan funcionar como fungicidas. “Por ese lado creo que falta mejorar la tecnología para poder equipararse a un producto comercial de control”, sostiene el asesor.

BIOLÓGICOS CADA VEZ TIENEN MEJOR DESEMPEÑO EN CAMPO

La actual oferta de soluciones biológicas se ha diversificado y mejorado de sobremanera en los últimos años. Si bien se debe mantener la visión de que los planes de trabajo con bioinsumos tienen un carácter preventivo, las nuevas formulaciones son cada vez mejores.

Para Juárez, las soluciones biológicas disponibles actualmente son mucho más estables que antes y logran efectos más rápidos, como es el caso de Bacillus subtilis, una herramienta fundamental para tratar el oídio en uva de mesa. “He visto algunos productos que al segundo día de aplicación ya muestran sus efectos de control sobre oidiosis. Son herramientas muy interesantes y que todavía tienen espacio para mejorar”.

Sobre las proyecciones de estas herramientas en el país, Juárez es enfático en la necesidad de generar nuevas soluciones. “Como consultor, explico a las compañías que ya están desarrollando su línea verde, que necesitamos más herramientas”. Como ejemplo, nombra el caso de mildiú, enfermedad que se estableció en Ica hace ya unas tres temporadas y ya no solo en etapa de producción, sino también en poscosecha. Debido a ello, ha ido cobrando cada vez más relevancia y no existen herramientas biológicas para su control más que los manejos culturales que realizan los productores.

Si bien se pueden aplicar productos a base de cobre para el mildiú, su uso excesivo ocasiona manchas y una senescencia acelerada. “Creo que aquí pueden crecer mucho las herramientas orgánicas, como también en el caso de S. dorsalis. Creo que esto va a seguir creciendo, no solamente para lo orgánico, sino también para lo convencional que ya necesita de estas herramientas para sus manejos de plagas y enfermedades”, puntualiza Juárez, y agrega que el foco debe estar en la calidad de la fruta. “Nuestro trabajo no es matar plagas o enfermedades, sino sacar la mejor uva de calidad con menos residuos para lograr mejores retornos”.

ALTERNATIVAS BIOLÓGICAS FRENTE AL OÍDIO

Dentro de las aplicaciones que se están realizando en los huertos frente a oídio, Juárez explica que depende de la etapa en la que se encuentre el cultivo y de la presión de la plaga. Al inicio de la brotación, por ejemplo, se hacen aplicaciones de azufre mojable para no estresar al brote, rotando con Bacillus subtilis y bicarbonato de potasio. Este último puede inducir el manchado en baya, por lo que se aplica solamente antes de cuajado.

A partir de la floración se usa azufre en polvo en rotación con extractos como Melaleuca alternifolia y ácidos lácticos que ayudan mucho como complemento.

En el periodo crítico de la enfermedad, cuando la presión es muy alta, el ácido peracético se usa como una herramienta antiesporulante de efecto rápido, poniendo atención a distanciar la aplicación con azufre para no generar reacciones adversas. El uso de agua ozonizada se está usando en ensayos con resultados favorables, pero aún de manera preliminar.

“También es recurrente el uso de aceite vegetal para control, pero con resultados variables, ya que actúa por contacto y en muchos de los casos, ante la carencia de mano obra hay atrasos en las labores culturales, lo que dificulta la buena cobertura”, señala el asesor, quien también subraya la importancia de los intervalos de aplicación.

“Una característica de los productos orgánicos o biológicos es el corto poder residual, por lo que los intervalos no pueden compararse a los de las materias activas”. Juárez pone como ejemplo el caso de Piura, donde los intervalos para un programa orgánico son de tres días, mientras que para un programa convencional, asciende a cinco días.

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Biologicals Latam es una revista digital trimestral de Redagrícola que informa de manera especializada sobre la intensa actividad que se está desarrollando en el espacio de los bioinsumos para la producción agrícola. Esta publicación en español e inglés es complemento del Curso Online de Bioestimulantes y Biocontrol y las conferencias que este grupo de medios realiza en torno al tema.