La resistencia a los antimicrobianos es un desafío urgente para la salud mundial, cuyo origen se asocia al mal uso de estos compuestos en prácticas ganaderas y agrícolas intensivas. Para combatir las bacterias indeseadas en el sector agroalimentario se requieren nuevas estrategias, que deben ser eficaces y sostenibles.
Cumpliendo ambas premisas asoman los bacteriófagos, virus de bacterias y enemigos naturales de ellas al infectarlas y matarlas durante su propagación. Su ubicuidad y diversidad en todos los entornos, incluyendo el cuerpo humano, sugieren que son inofensivos. Además, varios estudios han indagado su potencial como controladores de bacterias patógenas en entornos naturales y artificiales, incluyendo la resistencia antimicrobiana.
Debido a la premura de este reto, un grupo de investigadores sobre fagos, representantes de la industria agroalimentaria y responsables políticos, se reunieron en Valencia en un taller denominado ECOPHAGE, para estudiar específicamente el potencial de los bacteriófagos como antimicrobianos alternativos en el sector agroalimentario. Patrocinado por el Programa de Investigación Cooperativa de la OCDE y siguiendo el enfoque One Health (Una Salud) de la Organización Mundial de la Salud, exploraron las posibilidades de implementar estrategias de aplicación de fagos en agricultura, ganadería, acuicultura y producción de alimentos.
En un artículo titulado “ECOPHAGE: Combatiendo la resistencia a los antimicrobianos mediante bacteriófagos para una agricultura y sistemas alimentarios ecosostenibles”, abordaron la urgencia mundial que supone la resistencia a los antimicrobianos, analizando las ventajas y desventajas de incluir bacteriófagos dentro de la estrategia.
PARTICIPANTES DE ECOPHAGE
La reunión contó con un total de 105 participantes, de los cuales 74 asistieron de manera presencial y 31 en línea. Investigadores, estudiantes predoctorales y posdoctorales, profesionales de la industria de 19 países y cuatro continentes (América, Europa, África y Asia) fueron parte del taller. Además participaron representantes de 23 industrias relacionadas con bacteriófagos, biotecnología, alimentación, agricultura, entre otros.
PRINCIPALES CONCLUSIONES DE LA REUNIÓN
El evento relevó la importancia de varias ideas sobre los bacteriófagos como antimicrobianos en el sector agroalimentario y los retos que se deben resolver, además de presentar las conclusiones más importantes de la reunión.
- Demostraron la eficacia de los fagos para eliminar bacterias indeseadas, sin embargo, se destaca la necesidad de mayor investigación para cada caso concreto, de manera de adaptar preparaciones específicas de fagos.
- Los fagos se pueden utilizar para reducir la necesidad de aplicar antibióticos y pesticidas químicos, tanto como agentes profilácticos como en el tratamiento de enfermedades infecciosas animales y vegetales, además de zoonosis.
- La inocuidad y seguridad de aplicación de los fagos permite su uso sin esperar toxicidades o riesgos medioambientales importantes debido a su amplia distribución en todos los entornos. Pese a esto, es necesario validarlo para cumplir requisitos normativos como consecuencia de la gran diversidad de contextos de aplicación y las consiguientes normativas de cada entorno específico.
- Una comunicación adecuada y coordinada entre científicos, industria, sociedad, responsables políticos y evaluadores de riesgos es esencial para alcanzar los objetivos de inocuidad y eficiencia de los fagos como antimicrobianos.
La revisión final subraya que la aplicación de soluciones adecuadas contra la resistencia a los antibióticos “es un problema muy complejo que requiere más investigación y una transferencia a la industria, pero también una adopción por parte de los consumidores y los agricultores, impulsada por una comunicación adaptada y respaldada por normativas personalizadas”.
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