Cuando se habla de construir fruta de calidad, hay que pensar en el proceso completo, desde la selección del material vegetal, los manejos que se le harán, la cosecha, y la poscosecha. Esta última es fundamental para que el viaje a destino, que puede llegar a tomar semanas, no dañe el producto y los consumidores finales dispongan de una fruta de la más alta calidad.
Si bien hay podredumbres que se pueden detectar en el mismo huerto, muchas enfermedades, especialmente fúngicas, no se presentan hasta que la fruta se almacena. La podredumbre por Rhizopus causada por el hongo Rhizopus stolonifer es responsable de la podredumbre de la fruta demasiado madura en el huerto y puede arruinar la fruta almacenada. Es más común en durazno (melocotón) y nectarines, pero también ocasionalmente en ciruela, cereza y damasco.
La fruta infectada por R. stolonifer desarrolla una podredumbre acuosa blanda causada por la actividad enzimática de la pectina del patógeno. La fruta infectada desarrolla un abundante crecimiento fúngico blanco, seguido de la producción masiva de esporas negras. R. stolonifera es común en los huertos y puede infectar la fruta a través de heridas, además de infectar a otras frutas almacenadas.
En el siguiente video, publicado en LinkedIn por el Dr. Michal Slota, quien estará presente en el 4to Congreso de Bioestimulantes y Biocontrol en Guadalajara, organizado por Redagrícola y BiologicalsLatam, se puede observar un primer plano de la formación de cuerpos fructíferos globulares en la piel de la frutilla o fresa.
Según explica el experto, las especies de Rhizopus, especialmente R. stolonifer, son las principales causas de pérdidas poscosecha en frutas y hortalizas, causando podredumbre blanda en fresas, melocotones y batatas (boniatos). Además, se considera uno de los microorganismos altamente patógenos del tomate. El Dr. Slota además explica que Rhizopus puede producir micotoxinas, en particular rizoxina y rizonina, que pueden ser perjudiciales si se consumen.
Pero no todo es negativo, ya que las especies de Rhizopus producen varias enzimas de importancia industrial, como amilasas, lipasas y proteasas, así como ácido fumárico y ácido láctico. El Dr. Slota también comparte que R. oligosporus, es crucial en la producción de tempeh, un alimento tradicional de soja fermentada de Indonesia, rico en proteínas.