Un salto en las ventas de bioinsumos agrícolas es lo que prevé Bayer. La multinacional alemana lo anunció durante la Cumbre de Innovación 2023, celebrada esta semana en Nueva York. Según las proyecciones de la compañía, los ingresos por productos biológicos alcanzarían los 1.500 millones de euros en todo el mundo para el año 2035.
Dicha cifra supone un crecimiento de 7,5 veces comparado con los ingresos de este segmento el año pasado, cuando llegó a 200 millones de euros. Y se basa en una visión de rápido crecimiento del mercado mundial de insumos de base biológica, que, según la evaluación de la empresa, debería duplicarse de aquí a 2035, hasta alcanzar los 30.000 millones de euros.
En el segmento de los productos biológicos, Bayer ha estado investigando y desarrollando soluciones junto con sus socios comerciales. La evaluación es que de este modo será posible sacar nuevos productos al mercado más rápidamente y llegar a un mayor número de agricultores.
“Con socios, Bayer puede desarrollar una cartera de una nueva generación de productos biológicos”, dice Jessica Christiansen, líder de sostenibilidad de Bayer Crop Science. “La biología sintética es clave para promover la fijación de nitrógeno en el suelo”, añadió.
La inversión en productos biológicos forma parte de la estrategia de la empresa para fomentar la agricultura regenerativa en todo el mundo. Basándose en nuevas soluciones y en el uso ampliado de la agricultura digital, la empresa pretende promover el uso de tecnologías y técnicas de gestión en 161 millones de hectáreas a mediados de la próxima década.
“Podemos fomentar la agricultura regenerativa a escala. Hemos cambiado nuestra mentalidad de productos a sistemas”, dijo Rodrigo Santos, líder global de Bayer Crop Science.
OTRAS ÁREAS A DESARROLLAR
El plan para la división Crop Science prevé operaciones en áreas consideradas “adyacentes”, como el suministro de cultivos de cobertura para la producción de biocombustibles. Además de posicionar en el mercado nuevas generaciones de soluciones en semillas y pesticidas, apoyadas en herramientas digitales.
Actualmente, sólo con su cartera principal, la división se inserta en un mercado con una facturación global de 100.000 millones de euros. Con la nueva estrategia, la evaluación es que el potencial a explorar duplica su tamaño.Bayer invierte 2.600 millones de euros al año en investigación y desarrollo. Para 2022, la empresa contaba con “grandes avances” en al menos 15 proyectos, entre pesticidas, semillas y modelos digitales.
“La realidad y los retos de la agricultura impulsan nuestras prioridades en investigación y desarrollo. Si el concepto no contribuye a la agricultura regenerativa, no avanza en nuestra cartera”, dijo Robert Reiter, jefe de investigación y desarrollo de Bayer Crop Science, y agregó que las investigaciones sobre productos biológicos se están priorizando sobre las de origen químico.
Si el concepto no contribuye a la agricultura regenerativa, no avanza en nuestra cartera.
El año pasado, la división Crop Science generó unas ventas de 25.170 millones de euros. El potencial de ventas con esta cartera ampliada se estima en más de 30.000 millones de euros.
Sólo en el segmento de los defensivos (fungicidas, herbicidas e insecticidas), el potencial de ventas ronda los 9.000 millones de euros. Entre las nuevas variedades de soja y maíz, la expectativa es de unos ingresos de hasta 15.000 millones.
La empresa también trabaja en cultivos como el algodón, la colza, el trigo y el arroz. Según el jefe de mejora genética, Mark Graham, la base del programa es lo que él llama “mejora de precisión”, por la que el ciclo de desarrollo de una nueva variedad puede bajar de 6 años a 4 meses.
“Combinamos datos económicos, datos agronómicos, patrones meteorológicos, dinámica de las enfermedades y comprensión genómica del germoplasma para anticipar lo que queremos para la nueva generación de productos”, explicó.
