El moho verde es responsable de hasta el 90 % de las pérdidas de frutos en almacenamiento, y su control tradicional mediante fungicidas sintéticos ha generado resistencia en el hongo, reduciendo la efectividad de estos productos. En respuesta a esta problemática, los investigadores de la Universidad Nacional de Cañete evaluaron el efecto de los metabolitos secundarios de hongos endófitos de los géneros Trichoderma, Fusarium y Aspergillus como agentes biocontroladores.
Para llevar a cabo el estudio, los científicos recolectaron frutos de mandarina de la variedad Satsuma y los sometieron a un proceso de desinfección con hipoclorito de sodio. Luego, se les realizaron heridas superficiales y fueron inoculados con P. digitatum. Posteriormente, se aplicaron metabolitos secundarios extraídos de hongos endófitos en una concentración del 15 % y se almacenaron los frutos en condiciones controladas de humedad y temperatura.
Además, se realizaron ensayos in vitro en los que se incubaron las cepas de hongos endófitos en medios de cultivo para extraer sus metabolitos. Estos fueron aplicados a cultivos del hongo patógeno para evaluar su capacidad de inhibición micelial. Para la comparación de eficacia, se incluyeron controles con un biocontrol comercial, un aceite vegetal y un fungicida sintético.
Resultados y beneficios para la agroindustria citrícola
Tras seis y nueve días de almacenamiento, se midieron la incidencia y la severidad del moho verde en los frutos tratados. Los resultados mostraron que los metabolitos de la cepa Fusarium (HEA-109) lograron un control del 80 %, mientras que la cepa Trichoderma (HSA-1) alcanzó un 55 % de eficacia. En condiciones de laboratorio, estos metabolitos inhibieron el crecimiento del hongo hasta en un 95 %, lo que sugiere que podrían usarse como una alternativa natural y sostenible en la industria citrícola.
Los investigadores concluyeron que los metabolitos secundarios de los hongos endófitos representan una herramienta efectiva para el control del moho verde en frutos de mandarina, sin necesidad de recurrir a fungicidas sintéticos. Las cepas de Fusarium y Trichoderma demostraron la mayor capacidad de inhibición micelial del hongo patógeno, reduciendo la incidencia de la enfermedad en un 80 % en condiciones de almacenamiento.
Asimismo, estos hallazgos resaltan el potencial del biocontrol en la industria agrícola, proporcionando una solución ecológica que podría integrarse en programas de manejo sostenible de enfermedades poscosecha.
Implicaciones para la agroexportación de cítricos
“El uso de estos hongos endófitos en programas de manejo integrado de plagas podría reducir la dependencia de fungicidas sintéticos, disminuyendo la resistencia de los patógenos y favoreciendo el acceso a mercados internacionales que exigen productos libres de residuos químicos”, se destaca en el estudio liderada por Betsabe León-Ttacca, investigadora principal de la Universidad Nacional de Cañete.
Estos hallazgos refuerzan la importancia del biocontrol como herramienta clave para la sostenibilidad en la agricultura, permitiendo que los productores peruanos de cítricos optimicen la calidad y vida útil de sus frutos, sin comprometer la salud del consumidor ni el medio ambiente.
El estudio forma parte del proyecto “Prospección de enfermedades fungosas en cítricos en el valle de Cañete y su biocontrol in vitro”, desarrollado en el laboratorio de Sanidad Vegetal de la Universidad Nacional de Cañete y financiado por la misma institución.