El agua es un recurso vital, pero su disponibilidad se ve amenazada por la contaminación y la gestión ineficiente de los desechos. Frente a este desafío, las soluciones basadas en la naturaleza están cobrando protagonismo en el tratamiento de aguas residuales. En este contexto, un documento técnico del Ministerio de la Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento de Perú identificó 31 especies vegetales con capacidad para depurar el agua de manera natural.
Estas especies, conocidas como macrófitas, son plantas capaces de crecer en suelos saturados de agua y de interactuar con bacterias beneficiosas que facilitan la remoción de contaminantes. Su función es clave en los humedales artificiales, una alternativa ecológica y de bajo costo que replica los procesos de filtración y depuración que ocurren en los ecosistemas acuáticos naturales.
Cómo las plantas limpian el agua
Las macrófitas no solo embellecen los cuerpos de agua, sino que desempeñan un papel activo en su purificación. Gracias a sus sistemas radiculares, pueden absorber metales pesados, eliminar nutrientes en exceso como nitrógeno y fósforo, y facilitar el transporte de oxígeno, lo que ayuda a mejorar la calidad del agua y reduce el crecimiento de algas nocivas. Algunas de las especies más destacadas en el catálogo incluyen:
– Totora (Typha domingensis), común en humedales, es altamente eficiente en la absorción de contaminantes orgánicos y metales pesados.
– Lechuga de agua (Pistia stratiotes), planta flotante que contribuye a la remoción de materia orgánica y metales pesados, además de ayudar a reducir la turbidez del agua.
– Junco (Schoenoplectus californicus), utilizado en sistemas de tratamiento por su capacidad de retener sólidos suspendidos y mejorar la calidad del agua.
– Paragüitas (Cyperus alternifolius), actúa como filtro natural, ayudando en la reducción de cargas orgánicas y bacterianas.
El uso de plantas en el tratamiento de aguas residuales se enmarca en el enfoque de economía circular, promoviendo el reúso del agua tratada y minimizando el impacto ambiental. Los humedales artificiales son una tecnología sustentable que combina procesos físicos, químicos y biológicos para depurar el agua de manera eficiente. Este sistema no solo mejora la calidad del agua, sino que también fomenta la biodiversidad al servir como hábitat para diversas especies de fauna y flora locales.
El catálogo completo de especies puede descargarse a través del siguiente enlace. Con iniciativas como esta, Perú avanza hacia una gestión del agua más responsable y alineada con los principios de sostenibilidad. Incorporar la naturaleza como aliada en el saneamiento es una estrategia efectiva que no solo protege los recursos hídricos, sino que también aporta al bienestar de las comunidades y del medio ambiente, según el ministerio.