Brasil es el principal impulsor de biológicos agrícolas en la región y prueba de eso es que cada vez más empresas globales deciden abarcar al gigante sudamericano con sus soluciones e incluso establecen sedes en el país. Promip, compañía que desde 2006 desarrolla bioinsumos para la industria agrícola en Brasil, afirma que, a pesar de un crecimiento anual del 40%, el sector se enfrenta a graves problemas logísticos.
Marcelo Poletti, CEO de la empresa, señaló que la distribución de biológicos en un factor que limita un avance aún mayor del mercado en Brasil. “Hay limitaciones en las empresas, las capacidades y la satisfacción de la demanda. Las que utilizan la cadena de frío (almacenamiento y transporte con control climático) tienen un coste más elevado”, señaló a AgroPages.
Para Poletti, una solución ha sido asociarse con minoristas para el suministro de congeladores, pero la tendencia indica que el sector se alejará de la cadena de frío. Lo anterior responde a que uno de los principales desafíos de los biológicos es la vida útil de sus productos, que en muchos casos se basan en organismos vivos que duran pocas semanas.
“Para garantizar entregas adecuadas, preservando la eficacia de los ‘enemigos naturales’ en el campo, las biofábricas han estado trabajando alineadas con sus clientes desde el final de la producción hasta el envío y la recepción. La interacción con el cliente en este proceso ayuda a la logística”, aseguró el CEO de Promip.
PRODUCCIÓN LOCAL DE MICROORGANISMOS
Otra alternativa que Poletti apunta como viable, es la producción de organismos regionalmente, con biofábricas cercanas a los productores. Promip cuenta con un nuevo producto microbiológico, diseñado contra el gusano cogollero, considerado una de las principales plagas del maíz. BaculoMip-SF tiene una vida útil de dos años y fue desarrollado a partir del virus entomopatógeno Baculovirus spodoptera multiple nucleopoliedrovirus (SfMNPV).
La compañía tiene prevista la inauguración de una nueva fábrica a principios de 2024, con la que se espera quintuplicar la capacidad de producción de sus líneas de macrobiológicos (con ocho productos) y microbiológicos (siete productos). Actualmente, la biofábrica de Promip produce 30 toneladas al año y se espera que la nueva capacidad oscile entre 150 y 180 toneladas anuales.
