Durante siglos, el ser humano usa especias para condimentar o aromatizar sus comidas. Muchas veces se introducen especies fuera de su lugar de origen, ya sea intencionalmente o por accidente. Y muchas veces, no prosperan en lugares diferentes a su origen, o bien, se convierten en un problema como especie invasora.
Es el caso de la mostaza de ajo (Alliaria petiolata) cuyas hojas y semillas huelen como el ajo cultivado y se usan en la cocina. Esta brassica procedente de Eurasia fue llevada accidentalmente a Norteamérica y se convirtió en invasora en muchos de sus bosques.
Es por esto que el Centro de Biociencia Agrícola Internacional, más conocido como CABI, junto con sus socios, está estudiando la posibilidad de utilizar insectos especialmente seleccionados y probados de la zona de distribución autóctona para controlar con seguridad la propagación y el impacto de la planta en la zona de distribución introducida.
UNA ESPECIE INVASORA
Es una de las pocas especies herbáceas no autóctonas que pueden invadir y dominar el sotobosque de los bosques norteamericanos y afectar a la regeneración forestal. Se considera una de las invasoras más graves del noreste y medio oeste de EE.UU. y del sureste de Canadá.
Se han utilizado varios métodos para controlar su proliferación en zonas naturales; la eliminación manual puede ser eficaz en infestaciones pequeñas, mientras que los tratamientos con fuego, tala y herbicidas se han utilizado para reducir las densidades en infestaciones grandes. Sin embargo, estos tratamientos son costosos, deben repetirse durante varios años y pueden enfrentarse a restricciones normativas.
ESTUDIANDO EL POTENCIAL DE BIOCONTROLADORES
Este proyecto para investigar el potencial de control biológico de la mala hierba fue iniciado en 1998 por el profesor Bernd Blossey (Universidad de Cornell, EE.UU.). Un equipo del centro de CABI en Suiza ha estado estudiando la presencia de enemigos naturales y evaluando la especificidad de hospedador de insectos seleccionados.
El control biológico se basa en el concepto de que una planta puede convertirse en invasora debido a la ausencia de enemigos naturales que la mantengan a raya en su zona de origen. El proyecto pretende identificar e introducir enemigos naturales específicos de hospedador como agentes de control biológico, que además no deben afectar a otras plantas que no sean el objetivo.
Al revisar la bibliografía, el equipo de investigación encontró registros de 69 especies de insectos herbívoros y siete hongos asociados a la mostaza del ajo en Europa. Luego recogieron 30 especies en estudios de campo posteriores realizados en Suiza, Alemania, Austria y Daguestán (Rusia) en 1998-2000.
Priorizaron seis insectos como potenciales agentes de control biológico: el escarabajo pulgoso que se alimenta de las raíces, Phyllotreta ochripes, dos gorgojos minadores de brotes, Ceutorhynchus alliariae y C. roberti, dos gorgojos que se alimentan de semillas, C. constrictus y C. theonae, y el gorgojo de la corona de raíces, C. scrobicollis.
DOS INSECTOS EN CONJUNTO
De las seis especies seleccionadas inicialmente, los investigadores descartaron cuatro: P. ochripes, C. alliariae, C. roberti y C. theonae.
Un modelo de población desarrollado para la mostaza del ajo utilizando datos del estudio de doctorado de Esther Gerber, creado con CABI y desarrollado por Adam Davis (USDA-ARS, Illinois), indicó que el gorgojo minador de raíces, C. scrobicollis, era el candidato más adecuado para la liberación hasta el momento. Combinado con C. constrictus, que se alimenta de semillas, los dos agentes tendrán potencialmente un gran impacto en la demografía de la mostaza del ajo.
C. constrictus, se probó en colaboración con la Universidad de Minnesota, para luego presentar una petición conjunta de liberación junto con el Dr. Rob Bourchier (AAFC, Lethbridge). El Grupo de Asesoramiento Técnico USDA-APHIS la recomendó en 2024 como primer paso para el proceso de aprobación en EE.UU., y se aprobó su liberación en Canadá en 2025.
En EE.UU., la petición para liberar C. scrobicollis fue recomendada por el TAG del USDA-APHIS y bajo consulta de la sección 7 por el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de EE.UU.. El picudo se encuentra ahora en la última fase del proceso de aprobación.
En Canadá, la Agencia Canadiense de Inspección Alimentaria aprobó la petición para liberar C. scrobicollis y, desde 2018, se ha liberado en Ontario y Columbia Británica. Los datos de alimentación registrados en los sitios de liberación de campo son alentadores. Actualmente se están criando gorgojos en Suiza y Canadá para nuevas liberaciones.
De esta forma y tras más de 25 años de investigación, América del Norte cuenta con la autorización para controlar de manera sostenible esta planta invasora.