El escenario climático ya está mostrando muchos de los eventos extremos que, se pensaban, solo estaban en el futuro. Los pronósticos coinciden al señalar que en los años que vienen el sector agrícola seguirá siendo impactado por las altas temperaturas y el estrés hídrico.
Esto, por supuesto, se reflejará en las plantas: estas modifican su actividad celular en base a las condiciones del suelo de manera constante, generando respuestas defensivas ante condiciones de estrés, como es la falta de agua, las heladas o las olas de calor. Esto es, a la vez, un importante desafío para el productor agrícola, quien deberá adaptarse a través de distintas herramientas a escenarios de temperaturas extremas y otros eventos climáticos.
Las alternativas disponibles en el mercado hoy, se basan en proteger la planta en su relación con el medio ambiente y la exposición vegetal a las altas temperaturas.
Carpas y protectores solares surgen como una muy buena alternativa para aminorar los efectos del cambio climático.
No obstante, en las condiciones actuales, aumentar el suministro de agua a través del riego, no es suficiente para aminorar el problema. Y es que la capacidad de absorción y flujo de agua a través de la planta está limitada por las características de la misma. Esto significa que, en los escenarios de temperaturas extremas, la capacidad de reposición de agua hacia el follaje, es menor que la pérdida de agua por transpiración.
Una alternativa es aprovechar los recursos ya disponibles:
- Capacidad de riego instalada.
- Masa radicular.
- Haces vasculares y todo lo que implica el transporte de agua a través del xilema.
Como la reposición de flujo de agua está limitada por la capacidad de las vías, una alternativa es aumentar la velocidad de flujo, para así ser capaces de reponer el agua que el medio ambiente extrae de las plantas. Esta mayor hidratación permite mantener la apertura estomática durante más tiempo en el día. Con ello, se hace que que la planta trabaje durante más horas, sin ser afectado el cierre estomático por excesos de temperatura o radiación durante las horas más complicadas que son de once de la mañana hasta las tres de la tarde.
Durante los últimos tres años, BIO-Apply en conjunto con el Asesor de Riego, Mauricio del Real, desarrollaron y validaron una herramienta para solucionar este problema.
Se trata de CAPA-Apply. Este es un “Manto hidrolipídico”, formado por una mezcla de lípidos estabilizados en equilibrio osmoregulador con Silicio.
Al actuar en primera instancia como manto hidrolipídico, CAPA-Apply opera como un permeabilizador por reconocimiento vegetal y atenúa la hidrofobicidad de las Acuaporinas, proteínas hidrofóbicas encargadas de transportar el agua a través de los compartimientos de las células. Esto se traduce en una mayor eficiencia en el ingreso del agua, con un menor gasto energético por parte de la planta. CAPA-Apply al estar complementado con silicio, adquiere un efecto osmorregulador.
Su mecanismo de acción es el siguiente:
- Modificación de la hidrofobicidad de acuaporinas.
- Imita la acción de los surfactantes liberados naturalmente por la planta, lo que permite cambiar las propiedades del suelo, disminuyendo la tensión cerca del rizoderma.
- La osmorregulación confiere a las plantas la capacidad de tolerar condiciones de escasez de agua y salinidad elevadas con la expresión de mecanismos adaptativos que evitan la disminución de la fotosíntesis, las alteraciones en la traslocación y la distribución de fotoasimilados y las pérdidas en rendimiento; hechos que tienen trascendencia significativa en el normal funcionamiento de la planta y en la productividad de los cultivos.
De esta manera, entre los beneficios de CAPA-Apply puede considerar el siguiente listado:
- Mantiene el agua disponible en el suelo por más tiempo.
- Aumenta el flujo del agua a través de la planta, hidratando las hojas y frutos en períodos de stress térmico.
- Aumenta la absorción de nutrientes disponibles en el suelo.
- Aumenta la productividad del cultivo y frente a situaciones de stress podremos conseguir los mismos resultados de años normales.
“La inteligencia es la habilidad para adaptarse al cambio”, Stephen Hawking.
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