Investigadores peruanos han identificado que los hongos del género Trichoderma, específicamente las especies nativas T. koningiopsis y T. lentiforme, extraídas de la selva central peruana, tienen un significativo potencial como agentes de control biológico frente a Phytophthora capsici, un patógeno causante de la podredumbre de la corona, el tizón foliar y la podredumbre del fruto en el cultivo del pimiento.
El estudio, realizado por investigadores de la Universidad Nacional Agraria La Molina —Adolfo Yañez, Félix Huamán, Guillermo Delgado y Jorge Gómez—, constó de dos fases: una etapa in vitro, donde se evaluó la capacidad de los Trichoderma para inhibir el crecimiento de P. capsici, y una etapa en invernadero, donde se observó su efecto en plantas de pimiento expuestas al patógeno.
El procedimiento experimental consistió en aislar cepas nativas de Trichoderma desde suelos recolectados en el distrito de Vitoc, Chanchamayo, Junín. Posteriormente, se cultivaron en laboratorio y se enfrentaron al patógeno en cajas Petri para medir su antagonismo. En la fase de invernadero, se inocularon las plantas con las cepas seleccionadas y se monitorearon diversos parámetros de crecimiento y salud vegetal durante cinco semanas.
PRUEBAS EN LABORATORIO
En las pruebas de laboratorio, ambas especies mostraron una destacada actividad antagonista. T. koningiopsis alcanzó una inhibición radial del crecimiento de P. capsici del 54,63%, mientras que T. lentiforme alcanzó el 51,85%, superando al T. harzianum comercial, que se ubicó en 46,30%. Esto sugiere que las cepas nativas no solo son eficaces, sino que podrían ofrecer ventajas competitivas respecto a productos ya existentes en el mercado.
En invernadero, las plantas de pimiento tratadas con T. lentiforme mostraron mejoras significativas en altura, longitud de raíz, número de hojas y peso fresco en comparación con las plantas infectadas solo con P. capsici. Además, se observó una reducción en la severidad del daño en raíces y hojas, indicando un efecto protector.
La investigación que fue difundida en la revista Peruvian Journal Agronomy subraya la importancia de explorar y aprovechar la biodiversidad microbiana nativa como herramienta estratégica en la agricultura peruana. Además, resalta la necesidad de continuar con estudios a mayor escala para validar su eficacia en condiciones de campo y facilitar su incorporación en programas de manejo integrado de plagas.